Una actitud de vida: ¡Estar atentos!
"Estén atentos y vigilen…"
El Evangelio de Marcos es un llamado a prestar atención a los signos de los tiempos, a la historia. Todo aquel que vive a la espera de su Señor, que guía la historia y los acontecimientos, tiene que aceptar sus propias responsabilidades.
La vigilancia la explican muchos pasajes del Nuevo Testamento como actitudes muy importantes: oración continua, fe y caridad incansables, también como resistencia al mal.
Es necesario estar vigilantes y saber descubrir la ocasión escogida por el Señor para salir a nuestro encuentro. El seguidor de Jesús debe estar atento a lo que el Señor quiere revelarle en los acontecimientos de cada día…
"No saben cuándo…"
El pasaje que meditamos hoy nos habla de la certeza de la venida de Cristo, aparte de toda
previsión y cálculo del tiempo de parte del ser humano.
El final de los tiempos, es decir el momento del encuentro con Cristo glorioso, debe tenerse presente constantemente, porque la vida de la persona es limitada y el Resucitado está siempre cercano.
No hay que tener miedo a este momento: ¡Hay que estar preparado para cuando llegue!
"¡Vigilen!"
"Estén atentos y vigilen…"
El Evangelio de Marcos es un llamado a prestar atención a los signos de los tiempos, a la historia. Todo aquel que vive a la espera de su Señor, que guía la historia y los acontecimientos, tiene que aceptar sus propias responsabilidades.
La vigilancia la explican muchos pasajes del Nuevo Testamento como actitudes muy importantes: oración continua, fe y caridad incansables, también como resistencia al mal.
Es necesario estar vigilantes y saber descubrir la ocasión escogida por el Señor para salir a nuestro encuentro. El seguidor de Jesús debe estar atento a lo que el Señor quiere revelarle en los acontecimientos de cada día…
"No saben cuándo…"
El pasaje que meditamos hoy nos habla de la certeza de la venida de Cristo, aparte de toda
previsión y cálculo del tiempo de parte del ser humano.
El final de los tiempos, es decir el momento del encuentro con Cristo glorioso, debe tenerse presente constantemente, porque la vida de la persona es limitada y el Resucitado está siempre cercano.
No hay que tener miedo a este momento: ¡Hay que estar preparado para cuando llegue!
"¡Vigilen!"