DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO

Esta es la homilía del día 27 de junio de 2010.

Ahora el video también con sonido

Resumen de la homilía:

La vocación es elección de Dios, un don de Señor, que la persona puede aceptar o no. La fe es una vocación y hay que vivirla con fidelidad, vivir de acuerdo con nuestra fe. El que responde sí a la llamada del Señor, debe seguirle sin condiciones, entrega total. El amarse unos a otros es una exigencia de nuestra fe y testimonio del amor a Dios. El pecado es una esclavitud, y con la fortaleza del Espíritu Santo lo podemos vencer. Jesús, con su amistad, no hace libres de la esclavitud del vicio del pecado. Seguir fiel a Jesús debe ser siempre lo primero del cristiano. Cuando el Señor nos elige para una misión nos da la fuerza necesaria para cumplirla. Empezar siempre es fácil, pero perseverar día a día es difícil. Tenemos la obligación de orar pidiendo al Señor nos de la perseverancia final. Somos una familia de hijos de Dios, y por eso debemos ayudarnos con la oración.


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Estas son las lecturas del día 27 de junio de 2010.

PRIMERA LECTURA


Lectura del libro de los R eyes. (19, 16. 19-21)


En aquellos días el Señor dijo al profeta Elías: “Unge profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, del pueblo Prado de Bailén.”

Elías se marchó y encontró a Eliseo, arando con doce vacas en fila. Elías pasó a su lado y le echó el manto encima. Entonces Eliseo, dejando las vacas, corrió detrás de Elías y le pidió: “Déjame decir adiós a mis padres; después vengo y voy contigo.”

Elías le dijo: “Vete y vuelve; ¿quién te lo prohíbe?”

Eliseo cogió dos vacas y las ofreció en sacrificio; hizo fuego con maderos, asó la carne y ofreció de comer a su gente; después se levantó, se fue con Elías y se puso a su servicio.

Palabrea de Dios.


R.-Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 15, 1-2 y 5. 7-8. 9-10. 11


R.-Señor, Tú eres la parte de mi herencia.


Dios mío, defiéndeme que me refugio en ti;

yo digo al Señor; “Tú eres mi bien.”

El Señor es la parte de mi heredad y mi copa;

mi suerte está en tu mano.


R.-Señor, Tú eres la parte de mi herencia.


Bendeciré al Señor, que me aconseja,

hasta de noche me enseña internamente.

Tengo siempre presente al Señor,

con él a mi lado no dudaré.


R.-Señor, Tú eres la parte de mi herencia.


Por eso se alegra mi corazón,

se gozan mis entrañas,

y mi carne descansa tranquila.

Porque no me entregarás a la muerte,

ni dejarás a tu fiel conocer la destrucción.


R.-Señor, Tú eres la parte de mi herencia.


Me enseñarás el camino de la vida,

me llenarás de gozo en tu presencia,

de alegría eterna a tu derecha.


R.-Señor, Tú eres la parte de mi herencia.


SEGUNDA LECTURA


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas. (5. 1. 13-18)


Hermanos: Para vivir en libertad, Cristo nos ha salvado. Por eso, continuar fuertes y no obedecer otra vez a la esclavitud del pecado. Hermanos, vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche la carne; al contrario, sean servidores unos de otros por amor. Porque toda la ley está en esta frase: “Amarás al prójimo como a ti mismo.” Pero, atención: si se hacen daño unos a otros, acabarán por destruirse unos a otros. Yo les digo: obrar de acuerdo con el Espíritu y no hagáis los deseos de la carne; pues la carne está contra el espíritu y el espíritu contra la carne.

Si les guía el Espíritu, no están bajo el poder de la ley.

Palabra de Dios.


R.-Te alabamos Señor.


EVANGELIO.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas. 9, 51-62

Cuando se acercaba el momento de irse al cielo, Jesús decidió ir a Jerusalén. Y envió unas personas por delante. Entraron en una aldea de Samaria para buscar hospedaje. Pero no lo recibieron, porque iba a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, le dijeron:

Señor, ¿quieres que mandemos que venga fuego del cielo para que los queme?”

Jesús les regañó y se marcharon a otro pueblo. Se acercó una persona y le dijo: “Te seguiré donde tú vayas.” Jesús le respondió: “Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde acostarse.”

A otro le dijo: “Sígueme.” El respondió: “Déjame ir primero a enterrar a mi padre.”

Jesús le contestó: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios.” Otro le dijo: “Señor, yo te seguiré. Pero déjame despedirme de mi familia.”

Él le dijo: “El que pone la mano en el arado y mira atrás, no vale para el Reino de Dios.”

Palabra del Señor.


R.-Gloria a ti, Señor Jesús.

LAS MISIONES


AMIGO, PASE Y PREGUNTE


D. JOSÉ, EL CURA Y PACO, EL HERRERO.

Paco: Bueno, terminé el trabajo pronto y pensé: ¿a dónde voy, al bar o al Cura? Y aquí estoy. Siempre es bueno aprender y quitar las dudas de la cabeza. ¡Qué suerte tiene Vd.!

D. José: No, amigo Paco, el saber no es por suerte, es por mucho estudio y trabajo.

Paco: Bueno, será así, pero hay pobres que no pueden estudiar y les gustaría saber más. Pero todos no tienen cabeza para muchos estudios.

D. José: Eso también es verdad. La cultura es una riqueza; por eso van a países pobres los misioneros: a enseñar al que no sabe y abrirles el camino de la cultura, el progreso y la fe en Dios. Es una gran misión.

Paco: Por lo que me dicen, parece que ahora hay menos vocaciones a Curas.¿Por qué?

D. José: ¡Dios sabrá por qué! Pensamos que el Señor sigue llamando, pero no se responde a la llamada, a la vocación igual que antes, y hay muchas ovejas y pocos pastores.

Paco: ¿Para qué enviar Curas a países extranjeros si aquí hacen falta? ¡Qué se arregle cada uno con lo que pueda! ¿Quién tuvo la idea de enviar los misioneros por todo el mundo? Mi mujer guardaba dinero para los negritos, y ¡ahora tenemos los negritos aquí!

D. José: Jesús, después de la Resurrección, antes de subir al cielo, dijo a sus discípulos: “Vayan por todo el mundo y enseñen a todas las gentes, bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo.” Los apóstoles se fueron a diferentes países: Pedro a Roma, Santiago a España, Pablo a Grecia, Juan a Éfeso, Tomás a la India, y así todos.

Paco: ¿Así fue como se extendió la Iglesia por el mundo? Creo sería muy difícil.

D. José: Al empezar las persecuciones contra los cristianos, muchos cristianos se fueron a otros países y allí anunciaron a Jesús, crearon las comunidades cristianas. Más tarde, con la Iglesia ya organizada, se empezó a enviar misioneros, especialmente cuando el descubrimiento de América. Allí fueron frailes franciscanos, carmelitas.

Paco: Y, ¿por qué el deseo de convertir a todas las gentes si ellos tenían sus ideas?

D. José: Los judíos pensaban que Dios era de Israel, su pueblo; pero Jesús nos dijo muy claro que su sacrificio en la cruz era por la salvación de todas las personas, no sólo los judíos. La Iglesia católica es universal, y hay que anunciar a Jesús en todo el mundo.

Paco: ¿Las personas de esos pueblos no creían en ningún ser superior? Me han dicho que los indios del Perú y de México tenían sus dioses.

D, José: También los griegos y romanos adoraban a muchos dioses, y por eso san Pablo fue a anunciarles al único Dios verdadero, un Dios Padre, un Dios de amor y misericordia, y a su enviado Jesucristo.

Paco: Ya lo entiendo, se trataba de enseñarles la religión verdadera que es la nuestra. La misión es muy importante, pero ¡cuántos sacrificios, trabajos, y problemas tendrían que aguantar los misioneros! Sólo puede ir el que tiene una fe grande y mucho amor a Jesús.

D. José: Los discípulos de Jesús, si queremos seguirle hasta el final, debemos coger la cruz, igual que hizo Jesús, y esa cruz son todos esos sacrificios, trabajos y problemas de los misioneros. Fieles a la vocación que Dios les señaló. Es el camino de la santidad.

El sacristán.


DOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIO

Esta es la homilía del día 19 de junio de 2010.

Ahora el video también con sonido

Resumen de la homilía:

Por la fe en Cristo y por el bautismo todos somos hijos de Dios y hermanos con Cristo. A los ojos de Dios no hay diferencias entre unas personas y otras, todos iguales. Para nosotros, para ti y para mí. ¿Quién decimos que es Jesús? ¿Sólo tenemos un conocimiento histórico de la presencia de ese hombre Jesús? No es suficiente, tenemos que estar seducidos, atraídos por una persona: el amigo Jesús. Sentir el deseo de serles fiel, de imitar su vida, de aceptar la cruz de cada día unidos a Él. Es el camino de la salvación que nos prometió Jesús: la correspondencia a su amor. Ese amor hay que manifestarlo en el servicio, en el compartir con los demás lo recibido. El milagro más grande de amor es que Dios se hizo hombre para salvarnos. Si de verdad queremos ser salvados, debemos hacer siempre la voluntad del Padre. Y usar los medios que nos da el Señor: Eucaristía, la Confesión y la Oración.


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Estas son las lecturas del día 19 de junio de 2010.

PRIMERA LECTURA


Lectura del profeta Zacarías. (12, 10-11; 13, 1)


Así dice el Señor: “Derramaré encima de los descendientes de David y encima de los habitantes de Jerusalén un espíritu de Gracia y de compasión.

Me mirarán a mí, a quien traspasaron, llorarán como por el hijo único, y llorarán como se llora al hijo primero. Aquel día será grande el luto en Jerusalén, como el luto de Hadad en el valle de Seguido.”

Aquel día, brotará un manantial, a los descendientes de David y a los habitantes de Jerusalén, contra los pecados e impurezas.

Palabra de Dios.


R.-Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 62, 2. 3-4


R.-Mi alma tiene deseos de ti, Señor, Dios mío.


Tú eres mi Dios, a ti te busco,

mi alma tiene sed de ti;

mi carne tiene deseos de ti,

como tierra muy seca, sin agua.


R.-Mi alma tiene deseos de ti, Señor, Dios mío.


¡Por eso vine a verte en el santuario

para admirar tu fuerza y tu gloria!

Tu amor vale más que la vida,

mi boca cantará tu gloria.


R.-Mi alma tiene deseos de ti, Señor, Dios mío.


Toda mi vida te bendeciré

y levantaré mis manos pidiéndote.

Mi alma está llena y blanda,

y te alaban mis labios con alegría.


R.-Mi alma tiene deseos de ti, Señor, Dios mío.

Porque tú me ayudaste,

Y a tu lado canto alegre;

Mi alma está unida a ti,

Y tu mano me levanta.


R.-Mi alma tiene deseos de ti, Señor, Dios mío.


SEGUNDA LECTURA


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas. (3, 26-29)


Hermanos: Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Los que se han unido a Cristo por el bautismo están revestidos de Cristo. Ya no hay diferencia entre judíos y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, porque todos sois uno en Jesucristo.

Y, si sois de Cristo, sois descendientes de Abrahán y herederos de la promesa.

Palabra de Dios.


R.- Te alabamos Señor.


EVANGELIO


Lectura del santo Evangelio según san Lucas. 9, 18-24.


Un día que estaba Jesús orando solo, delante de sus discípulos, les preguntó: “¿La gente, quién dice que soy yo?” Los discípulos le contestaron: “Unas personas dicen que tú eres Juan Bautista, otros que eres Elías, otros que ha venido uno de los antiguos profetas.”

Jesús les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”

Pedro dijo: “¡Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios.”

Jesús les prohibió decírselo a nadie. Y añadió: “El Hijo del hombre tiene que sufrir mucho, ser despreciado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, muerto y resucitar a los tres días.”

Y, dirigiéndose a todos, dijo: “El que quiera seguirme, que se olvide de sí, cargue con su cruz cada día y venga conmigo. Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por su amistad conmigo la salvará.”

Palabra del Señor.


R.-Gloria a ti, Señor Jesús.

DIÁCONO PERMANENTE


AMIGO, PASE Y PREGUNTE


D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.


Paco: D. José, buenos días. Fui con mi mujer al médico de la capital y hoy venimos.


D. José: Hace tiempo que no te veía. Y ¿qué tiene tu mujer, para ir al especialista?


Paco: Los nervios y poco aguante. El doctor dijo que no tiene nada y que descanse.


D. José: Me alegro mucho de que no tenga nada grave, porque a ti te hace falta, y en la parroquia colabora mucho y muy bien. La necesitamos.


Paco: Es verdad que la necesito, pero Vd. verá que ella acaba conmigo. Los que están mal de los nervios no se mueren, al contrario, ¡matan a los demás!


D. José: Llévalo con paciencia, que es una virtud. ¿Qué novedades hay?


Paco: Vengo asombrado de los cambios de la Iglesia. En la Misa del domingo en la iglesia de Los Dolores, ví al marido de una prima, que se puso la bata blanca de un cura y la faja verde, leyó el Evangelio, predicó la homilía, y dio la comunión a la gente, casó a una pareja de novios y, al final, bautizó a dos niños. Yo pensé que el Cura, que ya es mayor, como la mayoría, estaría enfermo. ¡Vaya sorpresa!


D. José: No, Paco. D. Pedro, el Cura, es amigo mío, y no está enfermo. Es que el marido de tu prima se ordenó de Diácono Permanente, y ahora colabora con el Cura en el servicio de los fieles de la parroquia, haciendo un buen trabajo pastoral.


Paco: Y la mujer y los hijos, ¿qué? ¿Los deja abandonados en manos de Dios?


D. José: Nada de eso. Para poder ordenarse de Diácono necesitó el permiso escrito de su mujer, con la que sigue teniendo una vida normal, lo mismo que con los hijos.


Paco: Y ¿ese hombre estudió latines y otras ciencias de Dios que estudian los Curas?


D. José: Claro, en seis años estudió Teología, Liturgia y lo que se estudia ahora.


Paco: ¿Y dejó de trabajar? Entonces, ¿de qué comieron su mujer y sus hijos esos años?


D. José: Siempre trabajó por las mañanas, y por la tarde estudiaba en el Seminario.


Paco: Bendito sea Dios, ¡lo nunca visto! ¿Cuándo empezó eso del Diaconado? ¿Es cosa nueva de los Curas modernos? ¡Qué cosa más rara!


D. José: Paco, el Diaconado es muy antiguo. Los apóstoles, para poder atender a su misión, eligieron siete hombres espirituales y prudentes, les impusieron las manos y los ordenaron de Diáconos, que significa servidores, para ayudar en el servicio de caridad a las viudas y a los pobres.


Paco: Y ¿qué cosas hacían? ¿Igual que hizo el marido de mi prima, o más cosas?


D. José: Más o menos, al principio tendrían otras necesidades porque estaba empezando la Iglesia.


Paco: Pues yo nunca lo había visto ni oído. ¿Fueron importantes esos Diáconos?


D. José: Muy importantes, el más famoso fue san Esteban, el primer mártir cristiano. Murió apedreado. Otro Diácono famoso fue san Lorenzo, que murió quemado vivo, en tiempos de las persecuciones romanas. También fue Diácono san Francisco de Asís.


Paco: Muy interesante. Si fuera joven y mi mujer me diera permiso, también sería Diácono.


D. José: Primero está la llamada de Dios, la vocación, para pertenecer a la jerarquía de la Iglesia: Obispo, Sacerdote, Diácono. Todos, como Cristo, en una misión de servicio-


El sacristán

DOMINGO XI DEL TIEMPO ORDINARIO

Esta es la homilía del día 12 de junio de 2010.

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Resumen de la homilía:

Cuando Pedro vio el milagro que hizo Jesús, dijo:”Apártate de mi que soy pecador.” Pedro no comprendía que Jesús vino, principalmente “a salvar a los pecadores.” Todos nos podemos salvar si creemos en Jesús y nos arrepentimos de los pecados. La Ley de Jesús se fundamenta en el amor: “Al que mucho ama mucho se le perdona” Me salva la Fe en Jesús y al cumplimiento de su Mandamiento del amor. No basta la sola Fe, es necesario obrar de acuerdo con lo nuestra Fe. Jesús acogió a la mujer pecadora, porque siempre nos acoge a todos los necesitados. Simón no lo comprendía, dudaba que Jesús fuese profeta y no expulsase a la mujer. Jesús revela a un Dios que es Padre, y perdona al que ama y se arrepiente del pecado. Sus pecados, que son muchos, les son perdonados, porque ha amado mucho. En el mundo siempre habrá pecados, porque somos débiles y orgullosos. Los santos también pecaron, pero siempre se arrepintieron y fueron perdonados. Dios nos da el remedio para ser perdonados, arrepentirnos de ofenderle y confesión.

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Estas son las lecturas del día 12 de junio de 2010.

PRIMERA LECTURA


Lectura del libro de Samuel. (12, 7-10. 13)


En aquellos días, Natán dijo a David: “Así dice el Señor, Dios de Israel: “Yo te ungí rey de Israel, te libré de Saúl, te di la casa de tu Señor, te entregué sus mujeres, te di la casa de Israel y la de Judá, y, pienso darte mucho más.

¿Por qué despreciaste la palabra del Señor, haciendo lo que él no quiere? Mataste a espada a Urías, y cogiste a su mujer. Por eso la espada no se separará nunca de tu casa; porque me despreciaste, cogiendo la mujer de Urías.”

David respondió a Natán: “¡He pecado contra el Señor!”

Natán dijo: “El Señor ya ha perdonado tu pecado, no morirás.”

Palabra del Señor.


R.-Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 31, 1-2. 5. 7. 11


R.-Señor, perdona mi culpa y mi pecado.


Feliz el que está perdonado de su culpa,

a quien le han borrado su pecado;

feliz el hombre a quien el Señor

no le recuerda su pecado.


R.-Señor, perdona mi culpa y mi pecado.


Yo he pecado, lo acepté, no escondí mi culpa;

dije: “Confesaré al Señor mi culpa”,

y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.


R.-Señor, perdona mi culpa y mi pecado.


Tú eres mi refugio, me salvas del peligro,

me rodeas de cantos de libertad.


R.-Señor, perdona mi culpa y mi pecado.


Alégrense los justos, y gozad con el Señor:

alabadlo los de corazón bueno.


R.-Señor, perdona mi culpa y mi pecado.

SEGUNDA LECTURA


Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Gálatas. (2, 16. 19-21)


Hermanos: Sabemos que el hombre no se salva por cumplir la Ley, se salva por creer en Jesucristo. Por eso nosotros creemos en Jesucristo, para ser perdonados por la fe en Jesús y no por cumplir la Ley. Porque el hombre no es perdonado por cumplir la Ley. Para la Ley yo estoy muerto, porque la Ley me ha dado muerte; pero así yo vivo para Dios. Estoy crucificado con Cristo: vivo yo, pero no soy yo, es Cristo el que vive en mí. Y, mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí. Yo acepto la gracia de Dios. Pero si nos salváramos por la Ley, la muerte de Jesús no tendría ningún valor.

Palabra de Dios.


R.-Te alabamos Señor.


EVANGELIO


Lectura del santo Evangelio según san Lucas. 7, 36-50


En aquel tiempo un fariseo invitó a Jesús a comer con él, y entrando en su casa se sentó a la mesa. Había en la ciudad una mujer de mala fama. Al saber que Jesús estaba en casa del fariseo, entró en la casa llevando una botella con un perfume muy caro.

La mujer se puso detrás de Jesús, y llorando, mojaba los pies de Jesús con sus lágrimas y los limpiaba con sus largos cabellos, besaba los pies de Jesús y les ponía perfume.

El fariseo, al ver lo que hacía la mujer, pensó: “Si Jesús fuera un profeta, conocería quién es esa mujer. ¡Una pecadora!”

Jesús dijo al fariseo: “Simón, quiero decirte una cosa.” El fariseo contestó: “Maestro, dímelo.” Jesús le dijo: “Un señor prestó dinero a dos personas. A una le prestó quinientos denarios y a la otra cincuenta. Ninguna de las dos personas podía devolverle el dinero prestado. El señor, que era bueno, les perdonó la deuda.

De las dos personas, ¿quién amará más al señor que les perdonó la deuda?”

Simón respondió: “Pienso que la persona a la que le perdonó más.”

Jesús le dijo: “Has respondido bien.” Y mirando a la mujer, Jesús dijo a Simón: ¿Ves a esta mujer? Yo vine a tu casa y no me diste agua para lavarme los pies; ella ha mojado mis pies con sus lágrimas, y los ha secado con sus cabellos. Tú no me diste el beso de saludo; pero ella, me ha besado mucho los pies. Tú no me ungiste con aceite la cabeza, y ella ha ungido mis pies con perfume. Por eso te digo: porque ella ha amado mucho, les están perdonados sus muchos pecados: a la persona que ama poco, se le perdona poco.” Y dijo a la mujer: “Tus pecados están perdonados.”

Los invitados a la comida decían: “¿quién es éste que perdona los pecados?”

Jesús dijo a la mujer: “Tu fe te ha salvado; vete en paz.”

Palabra del Señor.


R.-gloria a ti, Señor Jesús.

EL SACERDOTE


AMIGO, PASE Y PREGUNTE


D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.


Paco: D. José, buenos días, ¡siempre le veo metido entre papeles!


D. José: Hola, amigo Paco, buenos días nos dé Dios. Me sorprende tu visita tan temprano.


Paco: Tengo una idea dándome vueltas en la cabeza y pensé: lo mejor era venir a verle y quedarme tranquilo, porque yo le doy muchas vueltas a las cosas y termino mareado.


D. José: Me parece bien, no debemos marearnos sin necesidad. Y ¿cuál es la idea que tienes en la cabeza? A ver, explícate.


Paco: Vd. verá. Ha venido mi primo, el profesor que vive en la capital y, como siempre, presumiendo de cosas nuevas y contrarias a las que mi madre me enseñó. Ahora me dice que ¡no cree en los curas!


D. José: ¡Qué le vamos a hacer! Yo tampoco creo en algunos profesores, pero lo importante es creer en Jesucristo. Los curas, colaboradores del Obispo, somos humanos y podemos fallar, como todos los hombres. ¿Tu primo cree en Jesús el Hijo de Dios?


Paco: ¡Y que sé yo! Él se mete en mi herrería y habla, habla hasta marearme. Ayer me dijo que ve a los curas siempre con papeles y propaganda, y que uno de los Cardenales famosos, que tiene un nombre como los futbolistas extranjeros, creo que era Ratsinger, o algo parecido, había dicho: “En la Iglesia hay mucho papeleo y poco trato personal”.

¿Vd. cree que tiene razón?


D. José: En parte tiene razón, pero el trabajo de una parroquia obliga a estar escribiendo y firmando papeles de certificados de nacimientos, bautizos, bodas, etc.


Paco: ¿Vd. no cree que deben imitar a Jesucristo en el trato personal, las visitas a los enfermos, a los que viven solos, los que están presos? ¡Por ahí hay mucho que hacer! Y eso de verdad se agradece. Le pregunté a mi mujer, que se sabe el Evangelio de memoria, y me dice que Jesús no firmó ningún papel en toda su vida. ¿Es que no sabía escribir? Había que hacer el bien directo a las personas.



D. José: Jesús fundó la Iglesia, y poco a poco fue creciendo, propagándose, extendiéndose, y era necesario una administración, unos materiales de doctrina para el

mantenimiento y la continuidad de la Iglesia.


Paco: Vd. sabe más, es un hombre muy leído; pero ¿no le parece que algunos curas confunden la edificación de la parroquia con la edificación de la Iglesia? Por lo que yo entiendo y me decía mi santa madre, el templo se edifica con piedras, pero la Iglesia con amor. Y en esta materia, Vd. no se enfade, ¡hay muy poco entre los que formamos esa Iglesia que Jesús fundó!


D. José: Paco, ¡no exageres las cosas! Si en la Iglesia no hubiera amor, no hubiese durado más de dos mil años. En ese tiempo muchos santos, sacerdotes, monjas, cristianos, han dado pruebas de amor, hasta morir por ser fieles a su fe, por amor a Dios y a los hermanos.


Paco: Pero no se ve, porque si mi primo, ese profesor sabiondo, viese obras de amor verdadero, no vendría presumiendo y atacando a los que de toda la vida tenemos fe,


D. José: Mira Paco, ¡no hay mayor ciego que el que no quiere ver! Y, como para muestra, basta un botón, ¿Tu primo no oyó hablar o vio por la televisión a la Madre Teresa de Calcuta?


Paco: D. José, esos casos son excepciones, pero vemos muchos que parece están profesionalizados en su trabajo dentro de la Iglesia. Me da pena decirlo, pero, si los curas, como Vd. dice, son los colaboradores del Sr. Obispo, ¿por qué no les da un tirón de orejas, los llama a cuentas?


D. José: De todo habrá, amigo Paco, y el Obispo suele llamarnos y, si es necesario, corregirnos; pero tú y yo a rezar, porque la Iglesia es obra del Espíritu Santo, nosotros somos, ¡simples colaboradores!


El sacristán.


DOMINGO X DEL TIEMPO ORDINARIO EL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO

Esta es la homilía del día 5 de junio de 2010.

Ahora el video también con sonido

Resumen de la homilía:

San Pablo “Yo recibí del Señor lo mismo que les he comunicado: “Jesús, cogió pan, pronunció la acción de gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi Cuerpo.” S. Pablo lo escribió unos veinte años después de la última Cena de Jesús y sus discípulos. Al terminar la Cena, Jesús mandó a sus discípulos: “Hagan esto en memoria mía.” A la Eucaristía llamamos “memorial” porque es la actualización del sacrificio de Jesús. En la comunión recibimos a Jesús Resucitado, vivo, para Él comunicarnos su vida. En la Eucaristía se hace presente la persona de Cristo, oculta en los signos del pan y del vino. Él está allí vivo, en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad con todo su Ser de Hombre y Dios. Jesús se quedó con nosotros en la Hostia para ser alimento de nuestra vida espiritual. La Eucaristía es el gran regalo de Jesús para darnos su Espíritu y fortalecer nuestra fe. Jesús dijo a sus discípulos. “Dadles vosotros de comer.” Les invita a servir y a compartir. Corpus: “Día de la Caridad”, ponerse al lado de los necesitados y compartí con ellos lo recibido.

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Estas son las lecturas del día 5 de junio de 2010.


PRIMERA LECTURA


Lectura del libro de Génesis. (14,18-20)


En aquellos días, Melquisedec, rey de Salén, sacerdote del Dios altísimo, sacó pan y vino y bendijo a Abrahán, diciendo:

Bendito sea Abrahán por el Dios altísimo, creador del cielo y Tierra; bendito sea el Dios altísimo, que te ha entregado a tus enemigos.” Y Abrahán le dio un décimo de cada cosa.

Palabra de Dios.


R.-Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 109, 1.2.3.4


R.-Tú eres sacerdote eterno.


Palabra del Señor a mi Señor:

Siéntate a mi derecha,

y haré de tus enemigos

base para tus pies.


R.-Tú eres sacerdote eterno.


Desde Sión extenderá el Señor

el poder de tu cetro:

vence en la batalla a tus enemigos.


R.-Tú eres sacerdote eterno.


Tú eres príncipe desde que naciste,

rodeado de lujos sagrados;

yo mismo te formé, como rocío,

antes del amanecer.


R.-Tú eres sacerdote eterno.


El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:

Tú eres sacerdote eterno,

según el orden de Melquisedec.”


R.-Tú eres sacerdote eterno.


SEGUNDA LECTURA


Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios. (11, 23-26)


Hermanos: Yo recibí una tradición, que viene del Señor y que la comunico a vosotros.

Que el Señor Jesús, la misma noche que lo cogieron preso, cogió pan y, diciendo la acción de gracias, partió el pan y dijo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía.”

Después de cenar hizo lo mismo con el cáliz, diciendo: “Este es el cáliz de mi sangre, de la nueva alianza; tomad y bebed en memoria mía.”

Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, anunciaréis la muerte del Señor, hasta que venga.

Palabra de Dios.


R.-Te alabamos Señor.


EVANGELIO


Lectura del santo Evangelio según san Lucas. 9, 11-17


En aquel tiempo, Jesús habló a la gente del pueblo de Dios y curó a los que estaban enfermos.

Por la tarde los doce apóstoles se acercaron y le dijeron: “Dile a la gente que se vaya a los pueblos cercanos a buscar comida y hospedaje, porque aquí en el campo no tenemos nada.”

Jesús les contestó: “Dadles vosotros de comer.”

Ellos dijeron: “Aquí solo tenemos cinco panes y dos peces; ¿Tú quieres que vayamos a comprar comida para toda esta gente?” Porque eran unos cinco mil hombres.

Jesús dijo a sus discípulos: “Decidles que se sienten en grupos de unos cincuenta.”

Así lo hicieron y se sentaron todos.

Jesús, cogiendo los cinco panes y los dos peces, miró al cielo, dijo la bendición, los partió y se los dio a sus discípulos para que se os dieran a la gente. Comieron todos y se quedaron satisfechos.

Después de comer, los discípulos recogieron lo que sobraba y llenaron doce cestos.

Palabra del Señor.


R.-Gloria a ti, Señor Jesús.

EL PAPA


AMIGO, PASE Y PREGUNTE



D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO


Paco: Hola, Sr. Cura. Fui a la capital para llevar a mi mujer al médico y ya regresamos.


D. José: Me extrañaba mucho no verte, pero, ¿qué le pasa a tu mujer, tiene algo grave?


Paco: Nada, cosa de nervios y de poco aguante. Yo la conozco bien, pero busco la paz.


D. José: Pues me alegro no sea importante. Tú la necesitas y también la necesitamos en la parroquia.


Paco: Le traigo una pregunta, como siempre. ¿Quién nombró a ese Papa alemán?, porque, además de que no me gustan los alemanes, con el otro Papa daba gusto. Todos le querían, atraía a las gentes, creo que era santo.


D. José: Sí, todos lo queríamos, pero, amigo Paco, todo se acaba; sólo Dios permanece siempre. Al Papa no lo nombró nadie. El Espíritu Santo es quien dirige a la Iglesia, y Él iluminó a los Cardenales para elegir al Papa.


Paco: ¿Por qué se llama Papa, quién nombró el primero y quién fue el primer Papa?


D. José: La palabra Papa viene del idioma griego, que entonces era el idioma general, y significa “padre”. Jesús eligió a Simón Pedro cuando le dijo: “Simón, tú eres Pedro (que significa piedra), y sobre esa piedra edificaré mi Iglesia. El segundo fue san Lino.


Paco: ¿Es importante el Papa, porque religiones como los ortodoxos no tienen Papa?


D. José: El Papa fortalece la unidad de la Iglesia, en una sola fe, como desea Jesús: “Que todos sean uno, como yo y el Padre somos uno.” Es el Vicario o representante de Jesús en todo el mundo, y el Espíritu Santo le ayuda para que no se equivoque en la cosas de fe.


Paco: ¿Y el Papa es un Jefe de ordeno y mando lo que a él le gusta? ¿Sólo manda él?


D. José: No Paco, el Papa obra siempre colegialmente, en unión con todos los obispos, con los que se reúne de tiempo en tiempo, y les consulta y escucha sus opiniones.


Paco: Los otros discípulos, ¿tuvieron celos o envidia cuando Jesús eligió a Pedro como Jefe del grupo de los apóstoles? Porque en el Evangelio se ve que hay alguna preferencia.


D. José: Primero, tú y yo somos hombres, como los discípulos, y sabemos bien que un defecto humano es la envidia y los celos; por eso, creo que alguno podía tener celos, como pasó cuando la madre de Juan y Santiago pidió a Jesús que sus hijos se sentasen con Él, uno a su derecha y el otro a su izquierda en el Reino de los cielos. Somos así. También, Jesús tuvo una relación especial con Pedro, en la Transfiguración, al hacer algunos milagros, la pesca milagrosa, el caminar por encima del agua del mar, le hizo un examen en el amor: “¿Pedro, tú me amas más que éstos?”. Pero es que lo estaba preparando bien para la muy difícil y gran misión de dirigir la Iglesia.


Paco: ¿Antes era más difícil que ahora gobernar la Iglesia? ¿Hubo muchas dificultades?


D. José: Siempre fue difícil, siempre hubo y ahora también hay oposiciones. Pedro murió clavado en una cruz, como Jesús; y los otros apóstoles también fueron mártires, pero en cada época hay diferentes dificultades. Al demonio no le interesa el progreso de la Iglesia.


Paco: Voy a rezar más para que Dios ayude al Papa, y a nosotros, los bautizados, que somos Iglesia. Que el Espíritu Santo nos ayude, porque hoy se ataca mucho a la Iglesia.


El sacristán.