DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

Esta es la homilía del día 24 de abril de 2011.




Homilía 24-4-2011 por pastoraldelsordo

Resumen de la homilía:

La Resurrección de Jesús es el misterio más importante de nuestra fe cristiana. Por eso la fiesta de la Resurrección es la más grande del año de la Iglesia. San. Pablo dice: “Si Jesús no resucitó, nuestra fe y esperanza no valen nada.” La Resurrección es la reunión de nuestra alma con nuestro cuerpo glorificado. Jesús resucitó y nos prometió que nos resucitará también a nosotros. Será una resurrección de vida o de condenación según sean nuestras obras. Jesús nos dice: “al que cree en Mí yo lo resucitaré en el último día.” Pero la persona que cree debe obrar de acuerdo con la Voluntad de Dios. Según la Sagrada Escritura, la resurrección será en el “último día”, al fin del mundo.” Nadie sabe ni conoce ese momento, tampoco los ángeles, sólo el Padre Dios. Debemos vivir y obrar siempre con esa esperanza en el encuentro con el Señor. Lo más seguro para ir al Cielo es obrar siempre por amor, como Jesús nos enseñó.

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Estas son las lecturas del día 24 de abril de 2011.


PRIMERA LECTURA


Lectura de los Hechos de los Apóstoles ( 10, 34ª. 37-43 )

En aquellos días, Pedro dijo a la gente: “Ustedes saben lo que sucedió en Israel cuando Juan Bautista predicaba el bautismo, pero todo empezó en Galilea. Hablo de Jesús de Nazaret, ungido por el Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los enfermos, porque Dios estaba con Jesús. Nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en Judea y en Jerusalén. Mataron a Jesús clavándolo en una cruz; pero Dios lo resucitó al tercer día y nosotros lo vimos, pero no lo vio toda la gente. Jesús se apareció a las personas que eligió: a nosotros, que comimos y bebimos con Él después de su resurrección.Jesús nos mandó predicar a la gente, dando prueba que Dios nombró a Jesús juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas está de acuerdo: que las personas que creen en Jesús reciben el perdón de los pecados.”

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 117

R. Éste es el día en que obró el Señor: es nuestra alegría y nuestro gozo

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia.

R. Éste es el día en que obró el Señor: es nuestra alegría y nuestro gozo

La mano del Señor es poderosa,
la mano del Señor es superior.
Yo no moriré, para contar las obras del Señor.

R. Éste es el día en que obró el Señor: es nuestra alegría y nuestro gozo

La piedra que despreciaron los arquitectos
ahora es la piedra más importante.
El Señor lo hizo, es un gran milagro.

R. Éste es el día en que obró el Señor: es nuestra alegría y nuestro gozo


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Colosenses ( 3, 1-4 )

Hermanos: Si ya han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; piensen en las cosas del cielo y no en las cosas de la tierra. Porque vosotros ya habéis muerto, y vuestra vida está unida a Cristo, en Dios. Cuando venga Cristo, que es nuestra vida, ustedes también vendrán con Él, en la gloria.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Juan ( 20, 1 - 9 )


El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro por la mañana, cuando todavía estaba oscuro, y vio la piedra, que era muy grande, quitada hacia un lado.
Entonces María Magdalena, fue corriendo a buscar al apóstol Pedro y al otro discípulo, a quien Jesús amaba mucho, y les dijo: “Han robado el cuerpo del Señor y no sabemos dónde lo han puesto.”
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Los dos corrían juntos; pero el otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Se agachó y vio que las vendas estaban en el suelo, pero no entró.
Llegó Pedro y entró en el sepulcro v vio las vendas en el suelo. Y el paño que habían puesto en la cabeza de Jesús no estaba con las vendas, estaba doblado y puesto aparte. Entonces también entró el otro discípulo que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó. Todavía no habían entendido la Escritura, que decía que Jesús debía resucitar de entre los muertos.

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti Señor Jesús.

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LA RESURRECCIÓN DE JESÚS


AMIGO, PASE

Y PREGUNTE

D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.

D. José: Hola, amigo Paco. Hace tiempo que no te veía por aquí. ¿Qué hay de nuevo? Seguro, hay problemas que te preocupan. Piensas demasiado, hombre, y trabajas también mucho. Hay que parar un poco.

Paco: Lo mismo que siempre, cosas de la religión que me preocupan, porque no lo entiendo bien, y los amigos del bar me atacan y se burlan de nuestra fe católica, y me duele, y quiero defenderla, pero…¡si yo supiese tantas letras como Vd.!

D. José: ¿Los amigos del bar? ¿Qué saben ese grupo de analfabetos de las cosas de nuestra santa religión católica? Además, ¿discuten de religión en el bar? Yo pensaba que en el bar sólo hablaban de fútbol y de mujeres. Me gustaría oír las tonterías que dicen, pero sería mejor que tú les invitases a venir aquí y hablamos.

Paco: Pues es fácil; me acompaña a tomar un “cortado” o una cerveza y le pueden preguntar lo que quieran. Pero eso de venir aquí les daría vergüenza por lo que dirán los compañeros.

D. José: ¿Tú crees que si voy al bar me preguntarían? ¡Se callan como un muerto! La ignorancia presume, pero, si se encuentran con uno que sabe más, no abren la boca o salen corriendo del bar.

Paco: Puede ser, conmigo se ponen muy valientes; pero al ver un Cura no dicen nada, son cobardes.

D. José: Bueno, y ¿cuál fue el tema de la discusión? Me interesa mucho saberlo para prepararme bien.

Paco: La última vez hablaban de la resurrección de Jesús y decían que era imposible si estaba muerto.

D. José: ¿Tenían razones importantes para rechazar la resurrección del Señor? ¿Qué opinaban de eso?

Paco: Bueno, Pepe, el cojo, que es el que más hablaba, decía que es verdad que Jesús fue un hombre bueno, pero si murió, muerto está para siempre; sólo queda el polvo. Todo se acaba con la muerte.

D. José: Si ese Pepe tiene fe católica, debe saber que en el Credo decimos: “Jesús, al tercer día, resucitó de entre los muertos”, y decimos: “creo en la resurrección de los muertos”. Y eso lo decimos con fuerza, con la seguridad de que es lo más importante de la fe. Sí, no hay nada más fundamental que eso.

Paco: ¿Lo más importante es la resurrección de Jesús? Yo siempre he pensado que lo más importante fue su muerte en la cruz para salvarnos, su sacrificio por nosotros los pecadores. Es muy grande morir por otros.

D. José: Paco, la resurrección es el fundamento, la base donde se apoya la fe, lo principal de nuestra fe, porque nos dice que Jesús está vivo, junto a nosotros, con nosotros, y con su espíritu nos hacemos cristianos, discípulos, santos. Sin su espíritu no somos nada.

Paco: ¡Qué bien lo explica Vd.! Pero ¿cómo saben que de verdad resucitó? ¿hay pruebas? Creo que de la crucifixión y muerte sí hay testigos.

D. José: De la resurrección tenemos lo que dicen los Evangelios: “Los guardias que vigilaban el sepulcro sintieron un terremoto y vieron que un ángel quitó la piedra que tapaba la entrada del sepulcro, y huyeron asustados. María Magdalena y otras mujeres vieron el sepulcro vacío, y Jesús se les apareció y les mandó que se lo dijeran a los discípulos. Después se les apareció a los apóstoles en particular y a todos reunidos. Y san Pablo dice que una vez se apareció a más de quinientos cristianos. Los discípulos comieron con Jesús resucitado. El apóstol Tomás le tocó las llagas.

Paco: Por lo que veo, creer en la resurrección del Señor es muy importante para nuestra fe católica.

D. José: Si Jesús no resucitó y está muerto, nuestra fe no vale nada, la religión es mentira, todo es falso. Pero no, ¡Alegrémonos!, Jesús Resucitó, y, como nos prometió, los que creemos en Jesús no moriremos para siempre. Él nos resucitará para entrar en la gloria del cielo. Debemos tener confianza en su promesa.

Paco: Yo creo todo lo que me dice y ahora ya no me asustará morirme, porque me espera la resurrección.

D. José: Así es, amigo Paco, pero debemos vivir de acuerdo con nuestra fe: amando a todos, perdonando siempre, compartiendo lo que recibimos, rechazando el mal y pasar haciendo el bien.

El sacristán.

DOMINGO DE RAMOS

Esta es la homilía del día 16 de abril de 2011 .



homilía 16-4-2011 por pastoraldelsordo



Resumen de la homilía:

Hoy empezamos la Semana Santa y queremos acompañar a Jesús hasta la cruz.
Cada uno con su cruz particular, que son los trabajos, dolores, sufrimientos particulares.
Jesús dijo: “El que quiera  venir conmigo, que coja su cruz y me siga.”
Nuestras cruces ofrecidas a Jesús tienen valor para la salvación de los pecadores.
 
Jesús, en prueba de humildad, entró en Jerusalén montado en un borrico.
Nos unimos al pueblo gritando: “Bendito el rey que viene en nombre del Señor.”
Con las palmas benditas que agitamos manifestamos nuestra alegría y fidelidad al Rey.
Debemos abandonar las cosas que nos separan de Jesús para poder ser sus discípulos.
 
El gobernador Pilato preguntó a Jesús: “Tú eres rey.”
Jesús le contestó: “Tú lo dices, Yo soy Rey, pero mi reino no es de este mundo.”
Todos los que cumplen la voluntad de Dios, pertenecen al reino de Jesús.
Al rezar el Padrenuestro decimos: “venga a nosotros y Reino.”

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Estas son las lecturas del día 16 de abril de 2011 .


PRIMERA LECTURA


Lectura del profeta Isaías ( 50, 4-7 )

El Señor me ha dado poder para hablar como su discípulo, y puso en mi boca las palabras para animar al que está triste. Por la mañana el Señor me despierta y yo le escucho igual que sus discípulos. El Señor me abrió los oídos y yo no le rechacé.
Ofrecí mi espalda a las personas que me golpeaban y mi cara a los que me tiraban de la barba. No me tapé la cara cuando me insultaban y me escupían.
El Señor me ayudó y por eso no me molestan las burlas; por eso puse mi cara dura como una piedra, yo sabía que no me avergonzaría.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 21

R. Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me abandonas?

Cuando me ven se burlan de mi,
hacen gestos, mueven la cabeza:
Fue al Señor, que le ayude;
que lo salve si lo ama mucho.

R. Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me abandonas?

Me rodea un rebaño de perros
y un grupo de bandidos;
me clavan las manos y los pies,
puedo contar mis huesos.

R. Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me abandonas?

Se reparten mi ropa,
sortean mi vestido.
Pero tú, Señor, no te vayas lejos;
Tú eres mi fuerza, ven rápido a ayudarme.

R. Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me abandonas?

Contaré tu fama a mis hermanos,
en la asamblea te alabaré.
Fieles del Señor, alabadlo;
Descendientes de Jacob, glorificadlo;
temedle, hijos de Israel.

R. Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me abandonas?


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Filipenses ( 2, 6-11 )

Hermanos: Cristo, era Dios, pero no presumió de su categoría de Dios; al contrario, abandonó su categoría y se hizo como un esclavo, igual que un hombre normal.Y así obrando como un hombre, se rebajó hasta aceptar la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó por encima de todo y le dio el “Nombre- sobre todo –nombre”; y al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo ( 14, 14 - 27, 66 )


C. En aquel tiempo, llevaron a Jesús al gobernador Pilato, y el gobernador preguntó a Jesús:

S. ¿Tú eres el rey de los judíos?

C. Jesús respondió:

X. Tú lo dices.

C. Los ancianos y sacerdotes acusaban a Jesús, pero Jesús no decía nada. Pilato le dijo:

S. ¿Tú no oyes lo que dicen contra ti?

C. Jesús no contestaba nada y el gobernador estaba asombrado. Por la fiesta el gobernador acostumbraba dar libertad a un preso, el que pidiera la gente. Había un preso muy famoso, llamado Barrabás. Pilato preguntó a la gente:

S. ¿Quieren que de libertad a Barrabás o a Jesús?

C. Porque el gobernador Pilato sabía que habían entregado a Jesús por envidia. La mujer del gobernador le dijo:

S. No hagas daño a ese hombre justo, porque esta noche sufrí mucho soñando con Él.

C. Pero los sacerdotes y los ancianos dijeron a la gente que pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. El gobernador preguntó:

S. ¿A quíén quieren que de libertad?

C. Ellos dijeron:

S. A Barrabás.

C. Pilato les preguntó:

S. ¿Y qué hago con Jesús, llamado Cristo?

C. Todos contestaron:

S. Que lo crucifiquen.

C. Pilato dijo:

S. ¿Qué ha hecho malo?

C. Ellos gritaron más fuerte:

S. ¡Que lo crucifiquen!

C. Pilato vio que no podía hacer nada, se lavó las manos en agua y dijo:

S. Yo soy inocente de la muerte de ese hombre.

C. Y toda la gente dijo:

S. ¡Su sangre venga a nosotros y a nuestros hijos!

C. Entonces Pilato dio libertad a Barrabás; y a Jesús mandó azotarlo y que lo crucificaran.

C. Los soldados cogieron a Jesús, le quitaron la ropa y le pusieron un manto, y haciendo una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza, y un palo en la mano derecha. Y se burlaban de Jesús diciendo:

S. ¡Viva el rey de los judíos!

C. Le escupieron a Jesús, le pegaron en la cabeza con un palo. Después le quitaron el manto, le pusieron su ropa y lo llevaron a crucificar.

C. Al salir vieron un hombre llamado Simón, y le obligaron a cargar la cruz. Cando llegaron a un lugar llamado Gólgota, dieron a Jesús vino mezclado con hiel; Jesús no quiso beberlo. Después clavaron a Jesús en la cruz y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, y después se sentaron a vigilarlo. En lo alto de la cruz pusieron un letrero que decía: Este es Jesús, el rey de los judíos. A los lados de la cruz de Jesús crucificaron a dos ladrones, uno a la derecha y el otro a la izquierda.

C. Las personas que lo veían insultaban a Jesús y decían:

S. Tú que destruías el templo y lo hacías en tres días, sálvate tu mismo; si eres Hijo de Dios, baja de la cruz.

C. Los sacerdotes y los ancianos se burlaban también de Jesús, diciendo:

S. Salvó a otras personas, pero el mismo no se puede salvar. Si él es el rey de los judíos que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. Tenía mucha confianza en Dios. Si Dios lo ama mucho, que lo libre de la cruz. Él decía que era Hijo de Dios.

C. Hasta los ladrones que estaban crucificados con Jesús le insultaban.

C. Desde el medio día hasta la tarde se oscureció el cielo. A media tarde, Jesús gritó:

X. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me abandonas?

C. Al oír, lo que decía Jesús, algunas personas dijeron:

S. Está llamando al profeta Elías.

C. Un hombre fue corriendo, cogió una esponja mojada en vinagre y, poniéndola en una caña, se la acercó a Jesús para que bebiera. Las otras personas decían:

S. Déjalo a ver si viene Elías a salvarlo.

C. Jesús gritó fuerte y murió.

Todos se arrodillan, y hacen una pausa.

C. Entonces, la cortina del templo se rompió en dos, de arriba abajo; la tierra tembló, las piedras se rompieron, y muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron. Después que Jesús resucitó, salieron de las tumbas, entraron en Jerusalén y se aparecieron a muchas personas. El capitán y los soldados que vigilaban a Jesús, al ver el terremoto, dijeron asustados:

S. Verdaderamente, éste hombre era Hijo de Dios.

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti Señor Jesús.

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V Domingo de Cuaresma

Esta es la homilía del día 9 de abril de 2011



homilía 10-04-2011 por pastoraldelsordo


Resumen de la homilía:

Al rezar el Credo decimos: “Creo en la resurrección de los muertos y en la vida eterna.” Nuestra fe enseña que al morir, el alma se separa del cuerpo y va al encuentro con Dios. En la resurrección el alma se unirá a nuestro cuerpo, que será un cuerpo glorificado. Será un cuerpo que no volverá a morir, ni enfermar, ni sufrir, será un cuerpo espiritual. Lázaro llevaba cuatro días muerto y volvió a la vida, pero pasado un tiempo volvió a morir. Lo de Lázaro no es resurrección es “revivificación”, volver otra vez a la misma vida. Jesús se manifiesta como verdadero Dios, resucitando, dando vida a una persona muerta. Jesús también se manifiesta como verdadero hombre, teniendo amigos, llorando, sufriendo. Las hermanas avisaron a Jesús: Señor, “tu amigo, el que tú amas, está enfermo.” Es una oración bonita, sencilla, corta, pero dicha con el corazón. Al comunicarle la noticia de la enfermedad de Lázaro, Jesús, como era Dios, ya lo sabía, No se necesitan muchas palabras para orar, para hablar con Dios, comunicarle nuestras cosas Dios quiere oraciones dichas con espíritu y verdad, con la boca y el corazón.


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Estas son las lecturas del día 9 de abril de 2011


PRIMERA LECTURA


Lectura del profeta Ezequiel ( 37, 12-14 )

Así dice el Señor: “Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y les sacaré de vuestros sepulcros, pueblo mío, y les traeré a la tierra de Israel. Y. cuando yo abra vuestros sepulcros y les saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que yo soy el Señor: Os daré mi espíritu y viviréis; les pondré en vuestra tierra y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo hago.”

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 129

R. Del Señor viene la misericordia, la gran salvación.

Desde lo profundo grito a ti, Señor;
Señor, escucha mi voz:
que tus oídos escuchen
la voz de mi súplica.

R. Del Señor viene la misericordia, la gran salvación.

Señor, si no olvidas mis pecados,
¿quién podrá vivir?
Pero de ti viene el perdón
y así te respetamos.

R. Del Señor viene la misericordia, la gran salvación.

Mi alma espera en el Señor,
tengo confianza en tu palabra;
mi alma espera al Señor,
más que el soldado el amanecer.

R. Del Señor viene la misericordia, la gran salvación.

Como espera el soldado el día,
igual Israel tiene confianza en el Señor.
Así el Señor salvará a Israel
de todos sus pecados.

R. Del Señor viene la misericordia, la gran salvación.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos ( 8, 8-11 )

Hermanos: Las personas que viven pensando en los gozos sexuales no agradan a Dios, Pero vosotros no estáis en la sexualidad de la carne, porque el Espíritu de Dios está en vosotros.La persona que no tiene el Espíritu de Cristo no está unida a Cristo. Si Cristo está en vosotros el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive para la justicia. Si el Espíritu de Dios que resucitó a Jesús de la muerte está en vosotros, el mismo Dios que resucitó a Jesús dará también vida a vuestros cuerpos y los resucitará de la muerte.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Juan ( 11, 1-45 )


En el pueblo de Betania había un enfermo, Lázaro, hermano de Marta y María, la que ungió con perfumes los pies de Jesús, y se los secó con sus cabellos. Las hermanas enviaron un criado a decirle a Jesús:

“Señor, el que tu amas está enfermo.”

Cuando Jesús oyó lo que decía el criado, dijo:

“Esta enfermedad no terminará en la muerte, será para gloria del Hijo de Dios.”

Jesús tenía una gran amistad con estos tres hermanos: Marta, María y Lázaro. Jesús, al saber que Lázaro estaba enfermo se quedó en aquel lugar dos días más. Después dijo a sus discípulos:

“Vamos otra vez a Judea.”

Los discípulos le dijeron:

“Maestro, hace poco que los judíos querían tirarte piedras, y ¿quieres ir otra vez a Judea?”

Jesús respondió:

“El día tiene doce horas. El que camina de día no tropieza, porque la luz de este mundo ilumina su camino. Pero si una persona camina de noche, tropieza porque no tiene luz.”

Después dijo:

“Lázaro, nuestro amigo, está dormido, pero yo voy a despertarlo.”

Cuando llegaron a Betania, hacía cuatro días que Lázaro estaba muerto en el sepulcro. Cuando Marta oyó decir que Jesús venía, salió a recibirle; y María se quedó en casa. Marta dijo a Jesús:

“Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiese muerto. Pero yo sé que Dios te dará todo lo que tú le pidas.”

Jesús le dijo:

“Tu hermano resucitará.”

Marta le respondió:

“Ya sé que mi hermano volverá a la vida al final de los tiempos, cuando resuciten los muertos.”

Jesús le dijo:

“Yo soy la resurrección y la vida, la persona que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y ninguna persona que vive y tiene fe en mí, morirá para siempre. ¿Tú crees esto.”

Marta contestó:

“Si, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que tenía que venir al mundo.”

Jesús preguntó:

“¿Dónde han puesto el cuerpo de Lázaro?”

Ellos le contestaron:

“Señor, ven y lo verás.”

Entonces Jesús lloró, y los judíos, al verlo llorar, dijeron:

“¡Miren, amaba mucho a Lázaro!”

Pero algunos judíos dijeron:

“Este hombre que dio la vista a un ciego de nacimiento podía hacer que Lázaro no muriese.”

Jesús, muy emocionado se acercó al sepulcro, y les dijo:

“Quiten la piedra.”

Marta dijo:

“Señor, ya huele mal, porque hace cuatro días que murió”

Jesús le dice:

“Ya te he dicho que si tú crees, verás la gloria de Dios.”

Entonces quitaron la piedra. Jesús, mirando al cielo, dijo:

“Padre te doy gracias porque me has escuchado. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo he dicho por esta gente, para que crean que tú me enviaste.”

Después Jesús gritó con voz fuerte:

“¡Lázaro, ven fuera.”

Y al momento Lázaro salió de la tumba. Tenía las manos y los pies atados con vendas, y la cara envuelta en un velo. Jesús les mandó:

“Quitarle las vendas y dejarlo andar.”

Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, cuando vieron a Lázaro resucitado, creyeron en Jesús.

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti Señor Jesús.

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EL JACOBEO


AMIGO, PASE Y PREGUNTE

D, JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.

D. José: Hola, amigo Paco: ¡que madrugador hoy! ¡Es que no tienes trabajo?

Paco: ¿Madrugador dice Vd.? ¡Si no he dormido nada! Esa mujer me mata con sus manías.

D. José: Pero hombre, Paco, ¡no seas exagerado! Si tú estás como un chaval gracias a tu mujer que te ama y cuida mucho. ¿No recuerdas cuando estuviste en el hospital, cómo te cuidaba?

Paco: Perdone Vd. Sr. Cura, pero hoy no estoy para bromas. Ella me pone nervioso.

D. José: Calma, Paco, calma. Vamos a ver qué problemas tienes hoy con tu buena mujer. Hay que saber comprender a los demás, tener paciencia.

Paco: Ella con Vd. es una oveja mansa, le obedece, le sigue como al buen pastor, pero conmigo ¡una fiera! Se enfada y después no me habla.

D. José: Vamos a ver cual es el problema que te hizo venir tan pronto.

Paco: Pues eso del Jacobeo. ¿Vd. sabe lo que es? ¿Ha oído hablar de ese Jacobeo? ¡Una novelería de mujeres beatas! ¿Y lo repiten alguna vez?

D. José: ¿Sabes lo que te digo? ¡Que estás completamente equivocado! Y tu mujer tiene razón.

Paco: ¿Entonces los Curas apoyan y defienden esas novelerías? Mi santa madre no necesitó eso.

D. José: Deja a tu madre en paz, pero hay muchos caminos, muchas formas de encontrar a Dios.

Paco: Si Vd. lo dice, que tiene muchas letras, tendrá razón, pero, por favor, explíqueme la cosa.

D. José: El Jacobeo es una peregrinación al sepulcro del apóstol Santiago, en Compostela.

Paco: ¿Para que sirve ir a ver al apóstol Santiago si ya está muerto? ¿A gastar dinero?

D. José: Mira, Paco, le fe hay que cuidarla, alimentarla con oración, sacrificios y limosnas.

Paco: ¿Y con qué alimento yo a mi familia? ¡Bastante trabajo y sacrificio hago cada día dándole al yunque de la mañana a la noche! ¿Es que esos sacrificios no valen para Dios?

D. José: Tienes razón, amigo Paco. Tus sacrificios valen mucho, pero la vida espiritual también. Hay que cuidarla, y esas peregrinaciones, en las que se reza, se canta, y se ofrecen a Dios el cansancio y molestias, ayudan espiritualmente.

Paco: Bien, bien; ¿pero Vd. no ve que hay mezclado novelería y negocio en todo eso?

Por fuera de la cueva de Lourdes ¡un mercado!

D. José: La fe hace ver las cosas de forma diferente. El valor de la oración, del sacrificio y la limosna es importante para Dios.

Paco: ¿Y qué me dice del negocio? Estampitas por aquí, medallas por allí y todo beatería. ¿Cómo la Iglesia permite esas cosas?

D. José: Es verdad que hay muchos listos y aprovechados, pero ¡nadie te obliga a comprarlas!

Paco: ¡El ambiente, Sr. Cura, el ambiente influye mucho en la gente! ¡Si lo sabré yo!

D. José: De eso se trata, amigo Paco, del ambiente religioso que encuentras en el camino de Santiago, en las posadas de los caminos. Y, especialmente, en los actos religiosos de la Basílica.

Paco: Eso no se lo discuto, porque tengo mi propia experiencia del viaje de novios con mi mujer a Lourdes, en Francia, y una noche, en la procesión de las velas, me puse a llorar de emoción.

D. José: Pues eso, más o menos pasa en el Jacobeo, que nos sentimos más cerca de Dios, más unidos al Señor Jesús, y también más cerca de los hermanos peregrinos.

Paco: Vd. me ha convencido. Diré a mi mujer que yo también peregrino a Compostela.

El sacristán.

IV DOMINGO DE CUARESMA

Esta es la homilía del día 2 de marzo de 2008 .





Ahora también con Audio

Resumen de la homilía:

La fe es un don de Dios que podemos aceptar o rechazar. Muchas personas vieron a Jesús como una persona maravillosa. Lo más importante es reconocerle como Hijo de Dios. Jesús al curar los cuerpos enfermos curaba también las almas. El ciego creyó en Jesús, los fariseos rechazaron a Jesús. Eran soberbios. La lectura del Evangelio nos ayuda a conocer más y mejor a Jesús. No podemos decir: Yo creo pero no practico. Hay que vivir de acuerdo con la fe. Lo más valioso para nuestra veda es el encuentro con Jesús, su amistad. El ciego era muy feliz por ver, pero más feliz por conocer a Jesús Hijo de Dios.

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Estas son las lecturas del día 2 de marzo de 2008 .


PRIMERA LECTURA


Lectura del primer libro de Samuel ( 16, 1b. 6-7. 10-13a )

En aquellos días el Señor dijo al profeta Samuel:
- Coge aceite y vete al pueblo de Belén, a la casa de Jesé, porque he elegido a un hijo suyo para nuevo rey de Israel.

Cuando Samuel llegó a la casa, Jesé le presento a Eliab, su hijo mayor.
El Señor dijo a Samuel:
- No mires las apariencias, ni su gran estatura, porque la mirada de Dios es diferente de la mirada de los hombres, el Señor mira el corazón.

Jesé presentó al profeta sus siete hijos, pero Samuel dijo a Jesé:
- “A ninguno de estos hijos tuyos ha elegido el Señor.”
Samuel preguntó a Jesé:
- “¿No tienes más hijos?

Jesé respondió:
- “Todavía falta el más pequeño que está cuidando las ovejas.”
Samuel dijo a Jesé:
- “Manda que venga, para verlo, porque no comeremos hasta que venga.”
Vino David y Samuel vio que era rubio y guapo.
El Señor dijo al profeta Samuel:
- “Úngelo con el aceite, porque es éste el elegido para rey.”
Samuel ungió al joven David como rey de Israel.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 22

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en campos verdes me acuesta,
me lleva a fuentes de agua
y cuida mis fuerzas.

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

Me guía por el buen camino,
por el honor de su nombre.
Si voy por montes oscuros,
no tengo miedo, porque tú vas conmigo.

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

Tu amor me acompaña
todos los días de mi vida,
y viviré en la casa del Señor
por los siglos de los siglos.

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios ( 5, 8-14 )

Hermanos: En otro tiempo ustedes no tenían fe y vivían en la oscuridad, ahora unidos a Cristo, viven en la luz del Señor. Obren como las personas que pertenecen a Cristo, sus obras son: la bondad, la justicia y la verdad, haciendo siempre lo que le agrada al Señor, y no colaboren en los obras malas de los que están en el pecado; al contrario, denunciadlas a los responsables. Las cosas que esas personas hacen a escondidas dan vergüenza decirlas. Pero todas esas cosas deben ser denunciadas hasta que vuelvan a la claridad del Señor. Por eso dice: “Despierta tu que duermes, levántate de la muerte, y Cristo te iluminará.”

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Juan ( 9, 1-41 )


En aquel tiempo, Jesús iba caminando y vio a un hombre ciego de nacimiento. Jesús escupió en el suelo, hizo barro, lo puso en los ojos del ciego y le dijo:

- “Vete a lavarte en la piscina de Siloé.”

El ciego fue a la piscina, se lavó y cuando vino a donde estaba Jesús, ya veía bien. Los vecinos y las personas que le habían visto antes pidiendo limosna, decían:

- “Este hombre es el que estaba pidiendo limosna.”

Una personas decían:

- “Sí, es él”

Otros decían:

- “No es él, es otro hombre que se le parece.”

El hombre que había estado ciego, decía:

- “Sí, soy yo.”

Cuando Jesús curó al ciego era sábado. Los judíos llevaron al hombre a los fariseos, y otra vez le preguntaron cómo había recobrado la vista. Él les dijo:

- “Me puso barro en los ojos, me lavé y ahora veo bien.”

Los fariseos dijeron:

“Ese Jesús no puede ser de Dios, porque no respeta el sábado.”

Otras personas decían:

- “¿Y cómo puede un hombre pecador hacer esos milagros?”

Y no se ponían de acuerdo. Otra vez le preguntaron al hombre que había estado ciego:

- “¿Tú que dices del hombre que te curó los ojos?”

Él contestó:

- “Que es un profeta.”

Ellos contestaron:

- “Tú naciste en pecado, ¿y quieres enseñarnos a nosotros?”

Y lo expulsaron de la sinagoga. Jesús oyó decir que habían expulsado de la sinagoga al hombre que le había curado la vista, y encontrándose con él, le preguntó:

- “¿Tú crees en el Hijo de Dios?”

El hombre le preguntó:

- “Señor, dime quién es, para que yo crea en Él.”

Jesús le dijo:

- “Lo estás viendo, es el mismo que habla contigo.”

El hombre dijo:

- “Señor, creo.”

Se arrodilló delante de Jesús y lo adoró.

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti Señor Jesús.

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LOS MÁRTIRES

                           AMIGO, PASE Y PREGUNTE    
 

 
D, JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.
 
D. José: Hola, amigo Paco. Buenos días nos de Dios. ¡Qué sorpresa! ¿tan pronto por aquí?
 
Paco: Tenía que ir a ver a unos conocidos, aquí cerca, y aproveché para preguntarle de un tema que anoche discutí con mi mujer, que siempre quiere tener razón.
 
D. José: Vamos a ver qué tal se me da en esa cuestión que traes entre manos. ¿De qué se trata, Paco?
 
Paco: Quiero que me diga claro ¿quiénes son los Mártires? Mi mujer dice que son “Testigos”, y yo siempre he oído decir que son aquellos que murieron por una causa.
 
D. José: Vayamos por partes, Es verdad lo que dice tu mujer, porque la palabra “Mártir” significa literalmente “Testigo”. En un principio, el significado de la palabra no lleva unido el hecho de verter sangre por dar testimonio de la fe en el Señor Jesús.
 
Paco: Entonces, ¿por qué le dieron vuelta a la cosa, ya que sólo sirve para confundir a la gente de buena fe?
 
D. José: San Agustín de Hipona, unos cien años después de la última persecución, decía a sus fieles que lo que en latín decimos Testigo, en griego se dice Mártir. Eso ayudó a que los testigos de Jesús se dieran cuenta de que el Mandato que el Señor les había dado, no bastaba con el testimonio de las solas palabras; había que añadir el testimonio de la propia sangre.
 
Paco: Vaya por Dios, pues me parece que por culpa de ese Agustín, los cristianos lo tuvieron más crudo el hecho de ser fieles a Cristo. ¿Y quiénes murieron al principio?
 
D. José: El Libro de los Hechos de los apóstoles, que te aconsejo lo leas, para que sepas cómo fueron los comienzos de nuestra Iglesia, nos presenta al primer mártir cristiano, San Esteban; y ahí se ve por primera vez la sangre junto al testimonio.
 
Paco: ¿Y por qué lo mataron, y cómo murió ese joven Esteban, si es que se sabe?
 
 
D. José: Esteban fue uno de los primeros siete Diáconos que eligieron los apóstoles, con una misión de servicio, pues la palabra Diácono significa “servidor”, y lo mataron por ser cristiano, tirándole piedras, y en el grupo de los que lo mataban estaba el joven Sáulo, que más tarde sería el apóstol Pablo de Tarso. Pero Esteban murió pidiendo al Señor perdonase a los que lo mataban.
 
Paco: ¿Cómo es posible que un asesino sea después apóstol de Cristo? ¿Qué pasó para que pudiese suceder ese cambio?
 
D. José: Pues lo que sucedió es simplemente que Dios elige al que quiere, cuando quiere y como quiere. El Espíritu Santo hizo su obra y Saulo se convirtió a nuestra fe, después de haber sido uno de los más fieros perseguidores de los cristianos.
 
Paco: ¡Increíbles los planes del Señor! No veo que haya razón para comprenderlos ¿Y hubo más cristianos que sólo por obrar con amor fueron apedreados?
 
D. José: Apedreados no sé, pero murieron cientos y cientos de cristianos, unos decapitados, como el apóstol Santiago, que fue el primero de los Apóstoles que murió, otros echados a los leones, otros clavados en cruces. ¡Horrible!
 
Paco: ¿Pero quién ordenaba esas matanzas y por qué lo hacían, si los cristianos no hacían daño a nadie sino el bien?
 
D. José: Lo mandaban los emperadores. Uno de los más crueles fue Nerón, y en su persecución murieron los apóstoles Pedro y Pablo; el primero clavado en una cruz, y el segundo decapitado. Desde entonces la palabra “Martirio”  tiene el significado de “Dar Testimonio”
 
Paco: Eso que me cuenta da mucho que pensar, y nosotros tan tranquilos, que nos basta con ir el domingo a Misa. Nos olvidamos de que el hombre más justo, más santo más inocente, fue el primero que dio “Testimonio” y murió “Mártir”: el Señor Jesús.
 
                                                                                                 El sacristán.