III DOMINGO DE CUARESMA

Esta es la homilía del día 26 de marzo de 2011 .




homilía 26-03-2011 por pastoraldelsordo

Resumen de la homilía:

Los judíos en el desierto tenían sed y Dios por medio de Moisés les dio agua. Jesús está cansado y tiene sed, pero es mayor el deseo de convertir a la samaritana. Imitar a Jesús con el deseo de convertir a los hermanos sordos, compartir nuestra fe Jesús nos da el agua viva, que es la Gracia, el espíritu de Dios, el amor de Dios La llamamos Gracia porque la recibimos “gratis”, que Dios nos da porque nos ama. La Gracia se pierde si pecamos, pero la recuperamos con el arrepentimiento y la confesión. Ella quería ser feliz, estuvo con siete hombres y nunca encontró la felicidad. Jesús la ama así como es: samaritana, rechazada por los judíos, pecadora. Quiere darle la verdadera felicidad que está en la unión con Dios. Para adorar a Dios no hay que ir a Jerusalén, ni al monte Garizín, ni a Roma. En cualquier lugar se puede adorar a Dios, pero hay que hacerlo en espíritu y verdad. Adorar a Dios es imitar a Jesús, que pasó haciendo el bien, y amarnos unos a otros.

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Estas son las lecturas del día 26 de marzo de 2011.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Éxodo: (17, 3-7)

En aquellos días, los israelitas, sufriendo por la sed, murmuraban contra Moisés: “¿Por qué nos sacaste de Egipto? ¿Para morir de sed con nuestros hijos y nuestros animales?” Moisés llamó a Dios y le dijo: ¿Qué puedo hacer yo con esta gente? Falta poco para que me tiren piedras. El Señor dijo a Moisés: “Preséntate al pueblo, lleva contigo algunos jefes de Israel, lleva el bastón con que golpeaste al río Nilo. Yo estaré allí delante de ti encima de la roca. Tú golpea la roca y saldrá agua para que beba la gente.” Moisés hizo lo que dijo el Señor, en presencia de los jefes de Israel. Aquel lugar se llamó Masá y Meribá, por las protestas de los israelitas que allí dudaron del Señor, diciendo: “¿Está el Señor aquí con nosotros o no está?”

Palabra de Dios.

R.-Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL 94

R.-Escucha hoy la voz del Señor: “No cierres el corazón.”

Vengan, aplaudir al Señor, alabemos a la Roca que nos salva;

vamos al Señor dándole gracias: aclamándole con cantos.

R.-Escucha hoy la voz del Señor: “No cierres el corazón.”

Entrar, postrarse en la tierra, bendiciendo al Señor,

creador nuestro. Porque es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo, las ovejas que Él guía.

R.-Escucha hoy la voz del Señor: “No cierres el corazón.”

Ojala escuchen hoy su voz:

“No cierren el corazón como en Meribá,

como el día de Masá en el desierto;

allí vuestros padres me pidieron una prueba,

y dudaron, aunque ya habían visto mis obras.”

R.-Escucha hoy la voz del Señor: “No cierres el corazón.”

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos. (5, 1-2. 5-8)

Hermanos: Por vuestra fe recibimos el perdón y estamos en paz con Dios. Gracias a nuestro Señor Jesucristo conseguimos por la fe esta gracia en que estamos y nos alegramos con la esperanza de llegar a la gloria de Dios. Y la esperanza no falla, porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que nos dieron. Cuando nosotros estábamos sin fuerzas Cristo murió por nosotros que estábamos separados de Dios. Es difícil encontrar una persona que quiera morir por una persona buena; pero la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros que éramos pecadores.

Palabra de Dios

R.- Te alabamos, Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Juan. (4, 5-15. 19b-26. 39a .40-42)

En aquel tiempo, Jesús fue a un pueblo de Samaria llamado Sicar, en donde estaba el pozo de Jacob. Estaba cansado y se sentó junto al pozo. Era mediodía. Una mujer de Samaria vino a sacar agua del pozo. Jesús dijo a la mujer: “Dame agua” Los discípulos habían ido al pueblo a comprar comida. La mujer dio a Jesús: “¿Cómo tú que eres judío me pides agua a mí que soy samaritana?” (Los judíos no hablaban con los samaritanos.) Jesús le respondió: “Si tú conocieras el don de Dios y quién soy yo que te pide agua, tú misma me pedirías a mí agua, y yo te daría agua viva.” La mujer dijo a Jesús: “Señor, tú no tienes cubo para sacar el agua y el pozo es muy profundo. ¿De dónde sacarías el agua viva? Jacob, nuestro antepasado, nos dio este pozo donde bebió él, sus hijos y sus ovejas.¿Tú eres más importante que nuestro padre Jacob?” Jesús dijo a la mujer: “Todas las personas que beban de esta agua tendrán sed otra vez; pero la persona que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed. El agua que yo le daré, será dentro de él, como una fuente que salta hasta la vida eterna.” La mujer respondió: “Señor, dame de esa agua, para que no tenga sed y no necesite venir al pozo a sacarla. Veo que tú eres un profeta. Nuestros padres adoraron a Dios en este monte, y ustedes los judíos dicen que hay que adorar a Dios en Jerusalén.” Jesús le dice: “Mujer, cree lo que te digo: está cerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adorarán al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad.” La mujer le dice: “Yo sé que vendrá el Mesías, el llamado Cristo. Cuando él venga nos explicará todas las cosas.” Jesús le dice: Yo soy el Mesías, el que habla contigo.” En aquel pueblo muchos creyeron en Jesús. Cuando vinieron a verlo los samaritanos, le pedían que se quedase con ellos. Y Jesús se quedó allí dos días. Y muchas personas creyeron por lo que Jesús les dijo. Y decían a la mujer: “Ya no creemos en Jesús por lo que tú nos dijiste; creemos porque le oímos hablar y sabemos que Él es el Salvador del mundo,”

Palabra del Señor.

R.-Gloria a ti, Señor Jesús.

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LA CATEQUESIS DE LOS SORDOS


AMIGO, PASE Y PREGUNTE

D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.

D. José: Hola Paco, buenos días y bienvenido a mi casa. ¿A qué se debe tu visita?

Paco: Vd. que es listo, ¡ya lo sabe! Sólo vengo cuando tengo problemas, lo mismo que hacen muchos, que sólo van a la iglesia a hablar con Dios, cuando están con el agua al cuello y no tienen donde agarrarse.

D. José: Encantado de poder ayudarte, mis puertas siempre están abiertas; pero a ver el problema.

Paco: Lo raro es que el problema es más de mi mujer que mío, pues ella casi no duerme, preocupada por llevar el nieto a la catequesis, para que conozca bien al Señor.

Los padres trabajando, cada uno por un lado, y sin interés por la religión, ¡Una pena!

D. José: Pues explícate, porque después tengo una reunión con las catequistas. Muchos niños en la catequesis y pocas catequistas. Es una lástima, pero hacemos lo que podemos. Más difícil todavía con esos niños deficientes.

Paco: Se trata de mi nieto, el mudo, que ya tiene once años y todavía no ha recibido a Jesucristo. Esa es la gran preocupación de la abuela, formar al nieto en nuestra fe, pues él necesita más ayuda de Dios.

D. José: Paco, hace tiempo que te dije que no es mudo, que es sordo. A ellos les molestan les digan mudo.

Paco: Es lo mismo. Si habla es sordo, si no habla, mudo. Más claro el agua.

D. José: Bien, déjalo así. Hablemos de tu nieto. Que lo traiga a la catequesis y veremos lo que se puede hacer.

Paco: Vd. sabe que mi mujer lo ha criado, le lleva al colegio y, cuando pensaba que saldría hablando, se entenderían bien y podría enseñarle las cosas de la fe, ¡cada día se entienden menos! Sólo sabe mover las manos de un lado para otro y muy rápido, pero con la boca ¡no habla nada! Por eso mi mujer teme que en la catequesis no le entiendan y lo dejen de lado, marginado, y el niño se aburra.

D. José: Paco, son nuevos métodos de enseñanza, y yo, sinceramente, tampoco veo clara la cosa.

Paco: Y ahora, eso así, ¿quién prepara al chico para la Primera Comunión? ¿Vd. sabe y puede hacerlo? Es una obra de caridad, y queremos que el niño sepa lo que hace y a quién recibe al comulgar.

S. José: Yo, ¡pobre de mí! Una vez me llevó el Obispo a una Asociación que los sordos tienen en la capital y, además de asombrado de ver cómo se entendían, salí medio atontado. Incomprensible.

Paco: Vd. tiene la obligación de aprender. ¿Cómo aprende inglés para hablar a siete

turistas? En el pueblo hay unos diez mudos o sordos, como quiera, y ¡son ovejas suyas! Como bien decía Jesús.

D. José: Amigo Paco, tengo ¡setenta años! ¿Y voy a ir a una academia a aprender esas señas? Los curas jóvenes, si se las enseñaran en el Seminario, podrían hacer mucho bien a esas personas deficientes.

Paco: Pero si a mi nieto Vd. lo bautizó, pertenece a nuestra parroquia y tiene ese derecho, ¿No predican la preferencia por los pobres? Mi nieto es más pobre que una rata: ni oye, ni habla, sin cultura, y su futuro…negro.

D. José: Mira Paco, te doy toda la razón, pero yo ¡incapaz de aprender eso! Una catequista…a lo mejor se decide a aprender ese lenguaje raro, porque ellas son jóvenes, pero casi todas son estudiantes universitarias y, la verdad es que no tienen mucho tiempo libre. Hablaré con ellas de tu nieto.

Paco: Yo quisiera que Jesucristo viniera otra vez, porque con su amor a los pobres, seguro aprendería ese Lenguaje. ¡No lo dude Vd.! El amor se demuestra con hechos y no con palabras.

D. José: Creo que si Jesús viniese, no aprendería ese Lenguaje de signos. Les daría la audición, como al joven del Evangelio, ¡¡los haría oyentes!!

El sacristán.

II DOMINGO DE CUARESMA

Esta es la homilía del día 19 de marzo de 2011 .




homilía 19-03-2011 por pastoraldelsordo

Resumen de la homilía:

Abraham obedeció a Dios en todo con una fe total y sin condiciones. Abandona a su familia y todo lo suyo para ir a un lugar que no conoce. Y Abraham toda vía no conocía a Dios y nosotros si lo conocemos. Pedro dijo: “¡Señor, qué bien estamos aquí!” ¿Nos quedamos aquí? Jesús dijo: No, hay que bajar para que cada uno cumpla su misión en el mundo. Seguir fieles con la esperanza de que Jesús nos espera con su gloria en el Cielo. Jesús dijo a sus discípulos que tenía que sufrir mucho y morir, y ellos se entristecieron. Por eso los llevó al monte para que viesen algo de su gloria en el cielo. Así se fortalecería la fe de los apóstoles y les animaría a perseverar fieles. El Cielo hay que ganarlo con los trabajos y obras buenas en la vida de todos los días. Habrá un juicio final que será en lo que hemos amado o dejado de amar a los demás. También el que haya cargado la cruz de cada día para seguir al Señor.

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Estas son las lecturas del día 19 de marzo de 2011.

PRIMERA LECTURA

Lectura del Libro del Génesis (12, 1-4ª)

En aquellos días Dios dijo a Abrahán: “Deja la casa de tu padre, y vete a otro pueblo que yo te diré. Te daré muchos descendientes que formarán un pueblo muy grande. Te bendeciré, haré famoso tu nombre. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo”. Abrahán obedeció al Señor y se fue de su pueblo.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos, Señor

SALMO RESPONSORIAL (32, 4-5. 18-19. 20 y 22)

R. Señor, danos tu misericordia.

La palabra del Señor es verdadera

y todas sus obras son buenas;

Él ama la justicia y la paz,

y su misericordia llena la tierra.

R. Señor, danos tu misericordia.

El Señor mira a sus fieles,

a los que esperan en su misericordia,

para salvar sus vidas de la muerte

y ayudarles en tiempos de hambre.

R. Señor, danos tu misericordia.

Nosotros esperamos al Señor:

Él nos ayuda y defiende;

Señor, que tu misericordia venga a nosotros

como esperamos de ti.

R. Señor, danos tu misericordia.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la segunda carta del apóstol San Pablo a Timoteo (1, 8b-10)

Querido hermano: Colabora en el duro trabajo del Evangelio, según la fuerza que Dios te de. Él nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, porque Dios desde antes de crear el mundo quiso darnos su gracia, por Jesucristo; y ahora esa gracia se ha manifestado por el Evangelio, al venir nuestro salvador Jesucristo, que eliminó la muerte y nos dio la vida eterna del cielo.

Palabra de Dios.

R- Te alabamos, Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Mateo (17, 1-9)

En aquel tiempo, Jesús fue con Pedro, Santiago y su hermano Juan a un monte alto. Y mientras oraba, se transfiguró delante de sus discípulos. La cara de Jesús se puso brillante, como el sol y sus vestidos blancos, como la luz.

Aparecieron Moisés y el profeta Elías y hablaban con Jesús.

Entonces Pedro dijo a Jesús: “Señor, ¡qué bueno es quedarnos aquí! Si tú quieres, yo hago tres tiendas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.” No sabía lo que decía, porque estaba muy asustado.

Cuando todavía estaba hablando, una nube los envolvió, y se oyó una voz del cielo que decía: “Éste es mi Hijo amado. Escuchadle a Él.” Al oír la voz, los discípulos cayeron al suelo asustados, con mucho miedo.

Jesús se acercó a ellos, les tocó y les dijo: “Levántense, no tengan miedo.” Los discípulos miraron y no vieron a nadie; sólo a Jesús.

Al bajar del monte, Jesús les dijo: “No digan a nadie lo que ustedes han visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.”

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti, Señor Jesús

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EL SORDOMUDO Y LA FE


AMIGO, PASE Y PREGUNTE

D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.

Paco: Buenos días, D. José.

D. José: Hola, Paco, buenos días nos dé Dios. ¿Cómo estamos?

Paco: Siempre con problemas. ¡Qué feliz era yo cuando iba a la escuela y sólo tenía problemas de matemáticas!

D. José: ¿Se puede saber cual es el problema que tienes ahora?

Paco: Hombre, como tener, tengo muchos, pero he venido para que Vd. me aclare lo de mi nieto “el mudo”, que ya tiene nueve años.

D. José: No sabía que tenías un nieto sordo, porque nunca lo he visto en la iglesia con los padres.

Paco: ¡Qué no es sordo sino mudo!

D. José: Vamos a ver, ¿el niño oye?

Paco: Que va a oír, ¡si es más sordo que una tapia! No oye ni los golpes del martillo en el yunque. Así la familia piensa que ha nacido inútil.

D. José: Pues por eso no habla el pequeño, porque nació sordo y no puede imitar y aprender las palabras que no oye. Además, están muy equivocados, porque sólo se es inútil cuando se ha perdido la capacidad de amar. Y el niño sordo puede amar.

Paco: Bueno, si Vd. lo dice, será así, pero para el caso es lo mismo; y vamos al grano, al problema que le traigo.

D. José: Me gustaría saber: ¿Por qué tu hija no trae el niño con ella a Misa?

Paco: No sé si le dará vergüenza de que sepan que el hijo no es normal; pero, además, ¿qué va a hacer en la Misa un niño que no oye ni habla? ¡Jugar y molestar a los demás como siempre está haciendo! No sabe hacer otra cosa.

D. José: Pues la culpa es vuestra y de los padres, por no haberle educado bien, ni haberle llevado a un colegio con un profesor especial, y tampoco ha recibido formación religiosa, y es tan cristiano como tú, porque fue bautizado y forma parte de la Iglesia de Jesucristo.

Paco: ¿Pero puede un sordo y mudo tener fe?

D. José: ¡Pues claro que sí! Dios ama a tu nieto lo mismo o más que a ti, porque está más necesitado de ayuda. Yo he conocido muchas personas sordas que son buenos cristianos practicantes, casados por la Iglesia y sus hijos bautizados.

Paco: No lo entiendo, porque mi mujer que se sabe la Biblia de memoria, aunque se olvida de otras cosas más importantes, decía anoche que un tal Pablo, de un pueblo llamado Tarso, o algo así, dijo, hace muchos años: “La fe entra por el oído”, y, por lo que yo veo, mi nieto los tiene completamente cerrados.

D. José: No, amigo Paco, hay que comprender bien las cosas. La fe es un don de Dios que nos viene por el conocimiento, y hay muchas formas de conocer a Dios, de descubrir el amor de Dios.

Paco: Pero si el chico no oye, ni habla, ni sabe leer, ¿cómo se las arregla para encontrar y amar Dios?

D. José Dios lo ama a él, Dios quiere salvarlo, y es Dios quién le busca y viene a su corazón. En el camino de la fe, no es lo más importante oír, lo importante es saber escuchar, y escuchar es oír con el corazón.

Paco: ¿Y cómo se entera el muchacho que Dios ha venido a su corazón, como Vd. dice?

D. José: No te preocupes. Eso es algo muy personal entre el niño y Dios. Lo que sí hace falta es que la familia, empezando por ti, vivan como buenos cristianos dando testimonio de ser hijos de Dios, a través del testimonio de los demás, especialmente los sordos que observan mucho. Dios nos toca el corazón. La fe, amigo Paco, es obra del Espíritu Santo, recuérdalo y vete tranquilo a decírselo a tu mujer.

El sacristán.

I DOMINGO DE CUARESMA

Esta es la homilía del día 12 de marzo de 2011 .




homilía 12-3-2011 por pastoraldelsordo

Resumen de la homilía:

Cuaresma, tiempo de conversión, de cambio de vida, de volver a Dios.

Tiempo de oración, para fortalecer la fe, la esperanza y caridad.

El miércoles de ceniza se nos dijo: “Polvo eres y en polvo te convertirás”

Tomar conciencia de que ante Dios, nosotros somos nada y Él lo es todo.

La gran batalla es la lucha contra las tentaciones del Demonio.

La primera tentación a Eva fue de incredulidad, no creer en la Palabra de Dios.

La segunda tentación fue de orgullo y soberbia: “serán como Dios.”

Nosotros queremos decidir lo que es bueno y es malo, sin pensar para nada en Dios.

Todo pecado es una desobediencia a la voluntad de Dios.

Podemos seguir nuestro gusto, o seguir por la fe el camino de Dios.

Jesús venció al Demonio en las tres tentaciones: de poder, de triunfo y de avaricia.

Unidos a Jesús, nosotros podemos también vencer las tentaciones del Demonio.

Y si caemos en pecado, vamos a pedir perdón a Dios, en el sacramento de la confesión.

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Estas son las lecturas del día 12 de marzo de 2011.

PRIMERA LECTURA

Lectura del Libro del Génesis (2, 7-9; 3, 1-7)

El Señor Dios modeló al hombre del barro de la tierra, sopló en su nariz la vida y el hombre se convirtió en un ser vivo. El Señor Dios sembró un jardín en Edén y puso allí al hombre. El Señor Dios hizo brotar de la tierra muchos árboles diferentes, bellos y de buenos frutos; y también el árbol del conocimiento del bien y del mal.

La serpiente, era el más falso de todos los animales que Dios había hecho. La serpiente dijo a la mujer: ¿Por qué Dios prohibió comer los frutos de los árboles del jardín? La mujer respondió a la serpiente: Podemos comer de los frutos de todos los árboles, pero Dios prohibió comer de los frutos del árbol que está en la mitad del jardín, porque moriremos.

La serpiente dijo a la mujer: No moriréis. Dios sabe que comiendo los frutos de ese árbol serán igual que Dios en conocimiento del bien y del mal.

La mujer vio que el fruto del árbol era agradable y atrayente porque daba inteligencia. La mujer comió del fruto y le dio a su marido, que también comió. Entonces se le abrieron los ojos al hombre y a la mujer y vieron que estaban desnudos, y se taparon con hojas de un árbol.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos, Señor

SALMO RESPONSORIAL (50, 3-4. 5-6 a. 12-13. 14 y 17)

R. Señor, misericordia, porque pecamos.

Dios mío, misericordia,

por tu gran compasión, perdona mi culpa.

Lava toda mi culpa, perdona mi pecado.

R. Señor, misericordia, porque pecamos.

Señor, yo acepto mi culpa,

siempre recuerdo mi pecado:

Contra ti yo pequé, hice el mal que tu no quieres.

R. Señor, misericordia, porque pecamos.

Señor, dame un corazón puro,

cámbiame con un espíritu fuerte,

no me apartes de ti,

no me quites tu santo espíritu.

R. Señor, misericordia, porque pecamos.

Dame la alegría de tu salvación,

y un espíritu fuerte y generoso.

Señor, me abres los labios y mi boca canta tu alabanza.

R. Señor, misericordia, porque pecamos.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos. (5, 12-19)

Hermanos: Por culpa de un solo hombre entró el pecado en el mundo, y con el pecado entró la muerte, y la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron.

Si por la desobediencia de un solo hombre, todos se hicieron pecadores; por Jesucristo, todos entraron en una nueva vida porque recibieron la gracia de Dios y la santidad.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos, Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Mateo (4, 1-11)

En aquel tiempo, el Espíritu Santo llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo tentase. Y después de estar sin comer cuarenta días y cuarenta noches, Jesús tuvo hambre. Entonces se acercó el diablo y le dijo: “Si tú eres Hijo de Dios, manda que esas piedras se conviertan en pan.” Pero Jesús respondió: “La Escritura dice que el hombre no vive sólo de pan, también de toda palabra que sale de la boca de Dios.”

Después el diablo llevó a Jesús a la Ciudad Santa, lo puso en lo más alto del Templo, y le dijo: “Si eres Hijo de Dios, salta de aquí hasta abajo, porque la Escritura dice: Dios mandará a sus ángeles que te cojan en sus manos para que tus pies no tropiecen en las piedras.” Jesús le dijo: “También dice la Escritura: No tentarás al Señor tu Dios.”

Después el diablo llevó a Jesús a un monte muy alto, le enseñó todos los reinos del mundo y su belleza, y le dijo: “Todo eso te lo daré si te pones de rodillas delante de mi y me adoras. Jesús le respondió: “Vete, Satanás, porque la Escritura dice: “Adorarás al Señor tu Dios, y a Él solo servirás.”

Entonces el diablo se marchó y vinieron los ángeles a servir a Jesús.

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti, Señor Jesús.

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LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES


AMIGO, PASE Y PREGUNTE

D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.

Paco: Buenos días D. José. He venido varias veces y no estaba, pregunté y me dijeron no estaba en el pueblo. Vd. perdone. Pero, ¿de vacaciones en este tiempo frío?

D. José: Hola, amigo Paco, siento no me hayas podido ver, pero de vacaciones nada de nada. Los Curas de mi época no saben de vacaciones, son cosas de los jóvenes.

Paco: Si no ha estado enfermo, como me ha dicho mi mujer, ¿se puede saber donde se ha metido? No creo que haya estado estudiando más, pues con lo que Vd. sabe le basta.

D. José: Me fui al norte, a Loyola, para hacer Ejercicios Espirituales, cosa que hago todos los años durante una semana, por lo menos, y que me hacen mucho bien.

Paco: ¡Santo Dios! ¿Haciendo ejercicios a su edad? ¿No se cansa? Pero Vd. no los necesita pues no tiene barriga como otros, que parece sólo viven para comer. No me lo imagino a Vd. con la barra, las pesas y el potro sudando a mares.

D. José: No digas tonterías, Paco. Mis Ejercicios son Espirituales, no afectan al cuerpo ni se usan medios de adelgazamiento ¡faltaría más!

Paco: Pero ¿cómo se come eso? ¿Es que el espíritu se puede separar del cuerpo para hacer unos ejercicios? Serán cosas de ahora que anuncia la tele, pues ni mi padre ni mi madre se metieron a ello, ni me hablaron nunca de esas cosas.

D. José: Paco, siento seas tan ignorante en el tema, pero los Ejercicios Espirituales que yo y muchos más, Curas y seglares hacemos, fueron fundados por San Ignacio de Loyola, en el año 1520, más o menos. ¿No has oído hablar de Ignacio de Loyola?

Paco: Vd. perdone, pero ni en mi herrería ni en el bar he oído hablar nunca de ese señor de Loyola, que creo es un lugar del norte, donde está el Atletic de Bilbao.

D. José: Sí, más o menos, pero esa persona es un Santo, que se convirtió cuando le hirieron las tropas francesas, y leyendo unos libros de la vida de Cristo y de santos, mientras estaba curándose, se convirtió, se sintió llamado por Dios.

Paco: Muy bien, me alegro, y ya podía Vd. darme un libro de esos, a ver si me convierto de verdad de una vez por todas; pero no veo a cuento de que viene todo eso con sus ejercicios espirituales, que no sé lo que son ni lo que hacen.

D. José: Te explicaré lo mejor que pueda. Varias personas seglares, o un grupo de Curas vamos a una Casa de Ejercicios, o a un Convento, y allí durante una semana, otro Cura nos da unas charlas de vida espiritual, varias veces al día, y después nosotros, en silencio y oración, meditamos y profundizamos en lo que hemos oído.

Paco: Y sin trabajar ni hacer nada ¿no se aburren?, ¿no se duermen? Imposible para mí, no aguantaría eso. ¿Y qué sacan de todo ese embrollo?

D. José: Pues nuestra perfección en la relación con el Señor, en intentar eliminar nuestros fallos y costumbres contrarias al espíritu cristiano o sacerdotal, y en cuanto a aburrirnos, nada, y de dormirse…pues alguno por su mayoría de edad o costumbre, se da una cabezada de vez en cuando. Hay que ser comprensivos con la gente.

Paco: ¡Qué inventos, Señor! No le diga nada a mi mujer por si le ocurre ir a eso. ¿Una semana? ¿y quién me hace la comida? Ya ella está bastante convertida, y si lo duda, vaya por mi casa y verá la cantidad de estampas y medallas de las Vírgenes que tiene.

D. José: No hay que confundir las cosas. Todos necesitamos hacer un parón, de vez en cuando, para revisar nuestra vida espiritual, nuestra relación con el Señor, igual que algunos se toman unos días de descanso para reponer su cuerpo y otras necesidades física o psíquicas o corporales.

Paco: Bueno, siempre se aprende algo nuevo. Y Vd. ¿sacó algo nuevo de esos ejercicios? Yo lo dudo, pues estoy convencido de que es un Cura santo. ¿Qué más quiere? Siga trabajando como hasta ahora, que lo necesitamos mucho, y ya llegará la hora de irse al cielo, sin necesidad de más ejercicios.

El sacristán.