III DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Esta es la homilía del día  24 de enero de 2009.



Resumen de la homilía:

Jesús vio a Pedro, Andrés, Santiago y Juan en la barca con las redes, y los llamó.

Ellos, rápidamente, lo dejaron todo y siguieron a Jesús.

Jesús les dijo: “Desde ahora seréis pescadores de hombres.”

Jesús los elige para convertirse y continuar su misión de evangelizar a todos.

Convertirse es dejar la vida de pecado y vivir el Evangelio, imitando a Jesús.

¿Qué hizo Jesús?: “Pasó Haciendo el bien y obedeciendo siempre al Padre.”

Jesús decía: “El Reino de Dios está cerca”. El Reino de Dios es el mismo Jesús.

Cada uno en la misión que el Señor les da, si es fiel a su misión, se hace santo.

Jesús hace el bien a través de nosotros. Todos los bautizados somos misioneros.

Cada vez que ayudamos a una persona estamos construyendo el Reino de Dios.

El Reino de Dios es un reino de paz y justicia, porque es de gracia y amor.

Cada uno, allí donde está, escuche a Jesús para ser “pescadores de hombres.”

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Estas son las lecturas del día 24 de enero de 2009 .


PRIMERA LECTURA


Lectura del profeta Jonás. (3, 1-5. 10)


   En aquellos días Dios dijo al profeta Jonás: “Vete a la ciudad de Nínive, la gran ciudad, y predica allí lo que yo te digo.” Jonás, obedeciendo al Señor Dios, fue a Nínive y caminó todo el día diciendo: “¡De aquí a cuarenta días Nínive será destruida! Los habitantes de Nínive creyeron en Dios, y todas las personas, grandes pequeños, hicieron sacrificios y ayunaron. Dios vio lo que hacían los habitantes de Nínive y como se convertían de su mala vida; el Señor tuvo lástima  de su pueblo y le perdonó.

Palabra de Dios.


R.-Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL  24


R.-Señor, enséñame tus caminos.


Señor, enséñame tus caminos,

condúceme por tus sendas:

haz que camine con lealtad; 

enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.


R.-Señor, enséñame tus caminos.


Señor, recuerda que tu amor

y tu misericordia son eternas;

acuérdate de mí y perdóname,

por tu bondad, Señor.


R.-Señor, enséñame tus caminos.


El Señor es bueno y fiel,

y enseña el camino a los pecadores;

ayuda a los humildes a ser fieles,

enseña su camino a los humildes.


R.-Señor, enséñame tus caminos.




SEGUNDA LECTURA


Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios. (7, 29-31)


Hermanos, les digo que el momento es urgente. La solución es que los hombres que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; lo que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no estuvieran alegres; lo que compran, como si no tuvieran; los que hacen negocios, como si no gozaran de su trabajo: porque la presencia de este mundo se acaba.

Palabra de Dios.


R.-Te alabamos Señor.


Está cerca el reino de Dios: Convertirse y creer en el Evangelio.


EVANGELIO


Lectura del santo Evangelio según san Marcos. (1, 14-20)


   Cuando cogieron preso a Juan Bautista, Jesús se marchó a Galilea a predicar el Evangelio de Dios. Jesús decía: 

   “Se ha cumplido el tiempo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.”

   Pasando cerca del lago de Galilea, Jesús vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando la red en el lago.

   Jesús les dijo: “Venid conmigo y les haré pescadores de hombres.”

   Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

   Un poco más adelante vio a Santiago y a su hermano Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en la barca arreglando las redes. Jesús los llamó, ellos dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los trabajadores y se fueron con Jesús.


Palabra del Señor


R.-Gloria a ti, Señor Jesús.

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Venid conmigo


Jesús podría darnos ahora una reflexión muy buena, y nos diría: 
- ¿Por qué no hacéis todos como Pedro y Andrés, como Juan y Santiago? ¿Pensáis que eran unos pobretones que no dejaban nada?... No; no eran tan pobres. Eran patronos de barca y redes y tenían empleados a sueldo. Para entonces, y en las costumbres de mi pueblo, eran unos trabajadores acomodados. Pero, ¡qué hombres y qué muchachos tan estupendos! No se lo pensaron un momento, y en un rápidamente me hice yo con unos amigos y unos colaboradores de primera. 
Pero, más que lo mucho o poco que dejaban, se me ofrecieron a mí con una generosidad muy grande. No pusieron dificultades de ninguna clase. Dieron un cambio total a sus vidas --¡aquello sí que fue conversión!--, fueron después unos continuadores míos extraordinarios en la evangelización, y yo me he encargado de hacer inolvidable su memoria en el mundo y de colocarlos en lo más alto de mi Cielo.
Así nos podría seguir hablando Jesús. ¡Y cuántas cosas que nos iría diciendo!...
¡Señor Jesucristo! El mundo tiene muchas veces miedo de ti. Piensa que le vas a robar la felicidad con tus exigencias. Y no se da cuenta el mundo de que tu mensaje es la Buena Nueva. Una noticia tan buena como es la salvación. Nosotros creemos. Nosotros te aceptamos. Nosotros, como aquellos primeros amigos, los pescadores del Lago, te decimos que sí, que sólo Tú mereces la unión de la mente, el amor del corazón y la entrega de la vida....

II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Esta es la homilía del día 18 de enero de 2009.



Resumen de la homilía:

La vocación es una llamada personal de Dios a la persona.
Él tiene muchas formas de llamarnos, directamente como a Mateo y a Pablo.
Por el testimonio de una persona creyente, una lectura, predicación, un suceso…
Pero se necesita un encuentro personal, directo con Jesús, sentirnos seducidos.
Y tener contacto personal con Él en la oración, la comunión, el Evangelio.
El cristiano debe sentirse atraído por Jesús y desear llevarle a los demás.
Juan Bautista dio testimonio de Jesús: “Este es el Cordero de Dios.”
Juan y Andrés siguieron a Jesús y Él les pregunta: ¿Qué buscan? “Venid y lo veréis.”
Maestro “¿dónde vives?” Jesús es el Maestro del mundo, la Palabra de Dios.
Después de estar un día con Jesús, sienten la necesidad de comunicarlo a los demás.
Encontramos al Mesías: el Ungido por el Espíritu Santo, que esperaban los judíos.
Ungido, en idioma hebreo es Mesías; en idioma griego es Cristo.

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Estas son las lecturas del día 18 de enero de 2009 .


PRIMERA LECTURA

Lectura del primer libro de Samuel. (3, 3b-10.19)

En aquellos días, Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios. El Señor llamó a Samuel, y él dijo: “Aquí estoy”
Samuel fue donde estaba el sacerdote Elí y le dijo: “Vengo porque me llamaste.”
Elí dijo: “Yo no te he llamado; vete a acostarte.”
El Señor otra vez llamó a Samuel. Él se levanto y fue donde estaba Elí y le dijo: “Aquí estoy, vengo porque tú me llamaste.” Elí respondió: “Yo no te he llamado, vete y acuéstate.” Samuel todavía no conocía al Señor, porque no le había hablado.
Por tercera vez llamó el Señor a Samuel, y él fue donde estaba Elí y le dijo: “Aquí estoy porque me llamaste.” Elí comprendió que era el Señor quién llamaba a Samuel, y le dijo: “Acuéstate; y si te llaman otra vez, responde: “Habla, Señor, que tu siervo escucha.”
Samuel fue y se acostó. El Señor le llamó igual que antes: “¡Samuel, Samuel!” Y el joven respondió; “Habla, que tu siervo escucha.” Samuel crecía, y el Señor estaba con él; todas sus palabras se cumplieron.
Palabra de Dios.

R.-Te alabamos Señor.

SALMO RESPONSORIAL 39

R.-Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Yo deseaba que viniera el Señor;
Él se inclinó y escuchó mi grito;
me puso en la boca una canción nueva,
de alabanza a nuestro Dios.

R.-Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
lo dijiste y yo lo oí;
no pides sacrificio de purificación.

R.-Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Entonces yo digo: “Aquí estoy
-como está escrito en el libro-
para hacer tu voluntad.”
Dios mío, lo quiero,
y tu ley está dentro de mi.

R.-Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

He anunciado tu salvación
en la gran asamblea;
no he cerrado mi boca;
Señor, tú lo sabes.

R.-Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios. ( 6, 13-15. 17-20)

Hermanos: El cuerpo no es para la sexualidad, es para el Señor; y el Señor, para el cuerpo. Dios, con su poder, resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros. ¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes porque lo han recibido de Dios?
Apartarse del pecado. Cualquier pecado que cometa una persona quedará fuera de su cuerpo. El cuerpo no es propiedad vuestra, porque el Señor lo compró pagando un precio muy alto. Por eso, deben dar gloria a Dios con su cuerpo.

Palabra de Dios.

R.-Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Juan. (1, 35-42)

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que pasaba, dice: “Este es el Cordero de Dios.”
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: “¿Qué buscáis?”
Ellos contestaron: “Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?
Jesús les dijo: “Venid y lo veréis.”
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con Jesús aquel día; serían las cuatro de la tarde.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra a su hermano Simón y le dice: “Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).” Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
“Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)
Palabra del Señor.

R.-Gloria a ti, Señor Jesús.

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¿En dónde vives?


¡En el camino de la vida diaria podéis encontrar al Señor! Los discípulos fueron a la orilla del río Jordán para escuchar las palabras del último de los grandes profetas, Juan el Bautista, oyeron como decía que Jesús de Nazaret era el Mesías, el Cordero de Dios. Ellos, llenos de curiosidad, decidieron seguirle a distancia, casi tímidos y sin saber que hacer, hasta que Jesús, volviéndose, preguntó: «¿Qué buscáis?», empezando aquel diálogo que dio comienzo a la aventura de Juan, de Andrés, de Simón «Pedro» y de los otros apóstoles (cfr. Jn 1,29-51).
Precisamente en aquel encuentro sorprendente, expresado con pocas y esenciales palabras, encontramos el origen de cada recorrido de fe. Es Jesús quien toma la iniciativa. Cuando Él está en medio, la pregunta siempre se da la vuelta: de interrogantes se pasa a ser interrogados, de «buscadores» nos descubrimos «encontrados»; es Él, de hecho, quien desde siempre nos ha amado primero (cfr. 1Jn 4,10). Ésta es la parte principal del encuentro: no hay que tratar con algo, sino con Alguien, con «el que Vive». Los cristianos no son discípulos de un sistema filosófico: son los hombres y las mujeres que han hecho, en la fe, la experiencia del encuentro con Cristo (cfr. 1Jn 1,1-4).
Vivimos en una época de grandes transformaciones, en la que cambian rápidamente ideologías que parecía que podían valer para siempre, y en el mundo se van cambiando los confines y las fronteras. Con frecuencia la humanidad se encuentra en la incertidumbre, confundida y preocupada (cfr. Mt 9,36), pero la Palabra de Dios no pasa; recorre la historia y, con el cambio de los acontecimientos, permanece estable y luminosa (cfr. Mt 24,35). La fe de la Iglesia está fundada en Jesucristo, único salvador del mundo: ayer, hoy y siempre (cfr. Hb 13,8). La Palabra nos lleva a Cristo, porque a Él se dirigen las preguntas que brotan del corazón humano frente al misterio de la vida y de la muerte. Él es el único que puede ofrecer respuestas que no engañan ni decepcionan.

DOMINGO DESPUÉS DEL 6 DE ENERO

Esta es la homilía del día 10 de enero de 2009.



Resumen de la homilía:

Juan Bautista bautizaba en el río Jordán para la conversión y cambio de vida.
Juan decía: yo bautizó con agua, pero Él les bautizará con Espíritu Santo.
Jesús fue a bautizarse, pero no lo necesitaba, porque no tenía pecado.
Fue un acto de humildad de Jesús, haciéndose igual a todos los hombres.
Y manifestó que el bautismo que Él traía nos daba el Espíritu Santo.
Juan vio que el Espíritu Santo bajaba encima de Jesús en forma de paloma.
Y oyó la voz del Padre: “Este es mi Hijo amado.”
Se vio a la Santísima Trinidad: El Padre habló, Jesús, el Hijo, y el Espíritu Santo.
Jesús sabe que es Hijo y dice: “Yo hago siempre lo que el Padre quiere.”
A nosotros el bautismo nos hace hijos adoptivos de Dios y perdona los pecados.
Por eso nosotros debemos imitar a Jesús y hacer siempre lo que el Padre quiere.

Todos necesitamos convertirnos y purificarnos con la confesión de los pecados.

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Estas son las lecturas del día 10 de enero de 2009 .


PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del profeta Isaías. (42, 1-4. 6-7)

Así dice el Señor: Mirad a mi siervo, a quien apoyo; mi elegido, a quien prefiero.
Le he dado mi Espíritu, para que lleve la justicia a las naciones. No gritará, no voceará por las calles. La caña doblada no la romperá, la luz vacilante no la apagará. Impondrá fielmente la justicia en toda la tierra. Los pueblos lejanos esperan sus leyes.
Yo, el Señor, te he llamado para cumplir mi justicia. Te formé y cogí de la mano, te he enviado para que unas a mi pueblo y seas luz par todas las naciones.
Para abrir los ojos a los ciegos, dar libertad a los presos. Y sacar de la cárcel a los que están en la oscuridad.
Palabra de Dios.

R.-Te alabamos Señor.

SALMO RESPONSORIAL. 28

R.- El Señor bendice a su pueblo con la paz.

Hijos de Dios, alabad al Señor,
aclamad la gloria del Señor.
arrodillarse ante el Señor en el templo.

R.-El Señor bendice a su pueblo con la paz.

La voz del Señor encima de las aguas,
el Señor está encima de las lluvias torrenciales.
la voz del Señor es muy fuerte.
la voz del Señor es maravillosa.

R.-El Señor bendice a su pueblo con la paz.

El Dios de la gloria ha gritado.
En su templo todos gritan: “¡Gloria!”
El Señor se sienta por encima del agua,
el Señor se sienta como rey eterno.

R.-El Señor bendice a su pueblo con la paz.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de los Hechos de los apóstoles. (10, 34-38)

En aquellos días, el apóstol Pedro dijo: “está claro que Dios no hace separaciones de personas, porque Dios recibe a la persona que ama y obra la justicia. Dios no mira la raza ni el pueblo de las personas. Dios envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.
Vosotros sabéis lo que sucedió en Israel, cuando Juan predicaba el bautismo, pero todo empezó en Galilea. Hablo de Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los enfermos, porque Dios estaba con Jesús.
Palabra de Dios.

R.-Te alabamos Señor.

EVANGELIO.

Lectura del santo Evangelio según san Marcos. (1. 7-11)

En aquel tiempo decía Juan Bautista: “Detrás de mí viene una persona que puede más que yo, y yo no tengo categoría para desatarle las sandalias.
Yo les he bautizado con agua, pero Él les bautizará con Espíritu Santo.”
Por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret a Galilea para que Juan lo bautizara en el río Jordán.
Cuando Jesús salió del agua, vio abrirse el cielo y al Espíritu Santo bajar en forma de paloma. Se oyó una voz del cielo que decía: “Tú eres mi Hijo amado, mi preferido.”
Palabra del Señor.

R.-Gloria a ti, Señor Jesús.

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EL BAUTISMO DEL SEÑOR


Por medio del bautismo se da una misión a cada cristianoEn el bautismo de Cristo se manifestó la misión mesiánica de Cristo, pues fue ungido con el Espíritu Santo. El bautismo cristiano da una misión a cada bautizado. Su misión es imitar en su vida la imagen de Jesucristo, quien murió y resucitó por nosotros. Tiene que ser OTRO CRISTO.
No podemos imaginar una misión más grande que esta. Es el ideal más alto. Es como si nos dijeran que tenemos que escalar el monte más alto de la tierra, el Monte Everest. Cada uno de nosotros tiene que escalar el “monte espiritual” más grande que hay: la imitación de Cristo. Cristo es tan rico en virtudes, en gracias y cualidades que ninguna persona es capaz de agotar o imitar totalmente las inmensas riquezas de Cristo. Por eso, cada uno tiene que imitarlo según su vocación, según su estado y condición de vida: el casado de una manera, el religioso de otra manera, el político de otra... Lo maravilloso es que cada persona es única e irrepetible y tiene la misión de imitar a Cristo también en una manera única e irrepetible.

DOMINGO SEGUNDO DESPUÉS DE NAVIDAD

Esta es la homilía del día 3 de enero de 2008.





Resumen de la homilía:

La fe es un don de Dios para creer y aceptar la doctrina cristiana.
Todo es un misterio que no podemos comprender.
Dios: Padre Hijo y Espíritu Santo son eternos y un solo Dios.
Cuando el Padre creaba todo, allí estaban el Hijo y el Espíritu Santo.
El Hijo es la Palabra del Padre, Él nos comunica todo.
Viendo al Hijo vemos al Padre que con el Espíritu Santo son un solo Dios.
El Hijo nació de una Virgen, se hizo hombre y se llamó Jesús.
A todos los que aceptan a Jesús les da poder de ser Hijos de Dios.
Se hizo hombre para compartir nuestros problemas y salvarnos.
El día 25 celebramos el aniversario del Nacimiento de Jesús.
Ahora es necesario que Jesús nazca en nuestros corazones.

Para una fe firme es necesario el encuentro personal con Jesús.

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Estas son las lecturas del día 3 de enero de 2008 .


PRIMERA LECTURA


Lectura del libro del Eclesiástico (24, 1-2. 8-12)


La sabiduría se alaba a sí misma dentro de su pueblo, habla en la Asamblea de Dios y se glorifica delante del Todopoderoso. En su pueblo será alabada, y admirada en la reunión de los santos; recibirá alabanzas de la multitud de los elegidos y será bendita entre los benditos. El Creador del universo me mandó, me dijo donde poner mi tienda. Me dijo: “Ponla en Jacob. Que Israel sea tu propiedad.” Desde el principio el Señor me había creado. En la santa morada, en su presencia, ofrecí culto y en Sión me establecí; en la ciudad elegida me hizo descansar, en Jerusalén está mi poder. Me quedé en un pueblo glorificado por el Señor, en la propiedad del Señor, y vivo en la congregación total de los santos.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 147

R.-La Palabra se hizo carne y vivió entre nosotros.

Alaba al Señor Jerusalén;
alaba a tu Dios:
que ha fortalecido los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.

R.-La Palabra se hizo carne y vivió entre nosotros.

Puso paz en tus fronteras,
te llena con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra sale veloz.

R.-La Palabra se hizo carne y vivió entre nosotros.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus leyes y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.

R.-La Palabra se hizo carne y vivió entre nosotros
.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1, 3-6. 15-18)

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos y perfectos ante él por el amor.
Él proyectó desde el principio que nosotros seamos sus hijos adoptivos por Cristo. Eso es lo que Él quiso y le pareció bueno, para que se alabe siempre esa gracia suya, que tan generosamente nos ha dado en su querido Hijo, sea en alabanza suya. Por eso yo, que he oído hablar de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor a todos los santos, doy siempre gracias por vosotros, recordándoles en mi oración. Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine vuestro corazón, para que comprendan cual es la esperanza a la que les llama, cual es la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Juan (1, 1-5. 9-14)

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios.

Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.

En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla y la tiniebla no la recibió.

La palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.

Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.
Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne y vivió entre nosotros, y hemos visto su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.


Palabra del Señor.

R. Gloria a ti Señor Jesús.

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La Palabra se hizo carne


El prólogo de San Juan nos indica que el Hijo de Dios ha sido generado en el seno del Padre, fuera del tiempo, desde toda la eternidad. Por su parte, San Mateo y San Lucas nos cuentan los detalles históricos del nacimiento de Jesucristo en la tierra.
Así, en la Persona de Jesucristo, las dos naturalezas, la humana y la divina, han quedado inseparablemente unidas. Esto era lo que experimentaba cada uno que se acercaba a Jesús: estando en todo igual a nosotros, era al mismo tiempo tan distinto…
“El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de los nuestros, semejante en todo a nosotros, excepto en el pecado”
Jesús no tenía pecado, por eso sus gestos y sus palabras brillaban como luz entre las tinieblas. El que no se escandalizó ante este espectáculo contempló en Él la gloria del Padre, lleno de gracia y de verdad. A todos los que lo recibieron y creyeron en su nombre, Jesús les dio poder de hacerse hijos de Dios y no dudó de entregarse a la muerte por ellos: “Cordero inocente, con la entrega libre de su sangre nos ganó la vida.
En Él Dios nos reconcilió consigo y con nosotros y nos libró de la esclavitud del diablo y del pecado, por lo que cualquiera de nosotros puede decir con el Apóstol: El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí (GAL 2,20)
Este es el misterio que San Juan quiso comunicarnos. Sabiendo que me amó con corazón de hombre y se entregó a sí mismo por mí, ahora me toca a mí transmitirlo a los demás.