LA FAMILIA


AMIGO, PASE Y PREGUNTE



D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HRRERO.


Paco: Buenas tardes, D. José. He venido a verle, porque hoy domingo, en la Misa, Vd. habló de un tema que yo le doy muchas vueltas a la cabeza: me da mucha pena ver romperse las familias.


D. José: Vamos a ver, amigo Paco, porque tú le das muchas vueltas a las cosas y, a veces de un grano de arena haces una montaña, te preocupas demasiado y eso no es bueno. Te falta calma, serenidad.


Paco: Yo soy responsable ante Dios y ante la sociedad, y viendo lo que hay, me tengo que preocupar. ¡Faltaría más! Tengo esposa, hijos, trabajo, ¿Cómo no preocuparme? Vd. dice que todos somos hermanos, hijos del mismo Padre.


D. José: Está bien y no está bien. Está bien que seas responsable, y no está bien que pienses arreglar las cosas tú solo. El buen cristiano tiene mucha confianza en el amor del Padre Dios, y eso le da tranquilidad, saber que el Padre le ama y nunca le abandona. También que por un poco de catarro vayas al médico especialista del pulmón. Calma hombre, calma y confianza en Dios y en tu buena esposa, que se preocupa mucho por ti y también tus hijos.


Paco: Muy bonito lo que dice, pero…cuando uno se está ahogando siempre busca una tabla donde agarrarse. Y ¡a ver si se acuerda de Dios! Y ya veo que si fuera Vd., a mi mujer la ponía junta con los santos que hay en la iglesia.


D. José: Cuando nuestra fe es profunda, siempre sentimos a Dios a nuestro lado, en todos los momentos del día: en la enfermedad y en la salud, en la alegría y en la tristeza. Siempre, amigo Paco. Lo que nos falta es más fe y menos costumbres religiosas heredadas. Y dejemos a tu mujer en paz, porque si no es santa, sí es el mejor regalo que Dios te dio. Tú no sabes valorar a tu mujer.


Paco: Pero bueno, yo no he venido a verle para discutir de esas cosas, vine para hablar de lo que Vd. dijo de la familia, que me gustó mucho; pero parece que la familia es “lo que el viento se llevó”. Si lo duda, mire Vd. por todos los lados y después me contesta. Falta amor, respeto, obediencia, sacrificio, responsabilidad y fidelidad.


D. José: Yo no necesito mirar, porque con verte a ti tengo bastante, porque la tuya es una buena familia cristiana, apoyada en la fe, el amor, la fidelidad y responsabilidad.


Paco: Hombre, muchas gracias, ¡si parece Vd. andaluz diciendo piropos! Nosotros tuvimos unos padres como Dios manda, y con el ejemplo de ellos queremos hacer igual, pero otros…para qué le voy a contar más.


D. José: Ese es el fallo, Paco, Si no hay buena familia, se destruye la sociedad. ¿Qué hace el gobierno a favor de la familia? ¿Cómo se preparan los jóvenes para formar una buena familia? Hay que trabajar mucho en este tema de la familia, porque es lo más importante.


Paco: El marido por un lado, la mujer por otro; y los hijos, ¿dónde están? ¡Libres como los pájaros! ¿Qué están haciendo? ¿Con quiénes van? Quieren libertad. La droga, el botellón, el sexo, la velocidad, el juntarse para pegar a un mendigo ¿eso es libertad? Y ¿qué dicen papá y mamá? Darles todo el dinero que quieran, pagar sus caprichos, ¡y así están!


D. José: Amigo Paco, tienes toda la razón; sin familia, sin formación cristiana, no hay buena sociedad. Pero, ¿qué podemos hacer? Rezar a la Sagrada Familia de Nazaret, el mejor modelo, colaborar y dar buen ejemplo a favor de la familia y la sociedad.


El sacristán.