Esta es la homilía del día 28 de diciembre de 2008.
Resumen de la homilía:
José y María, llevan al Niño al Templo y cumplen con la Ley judía.
El anciano Simeón, guiado por el Espíritu Santo, fue al Templo.
Profetizó que mucho aceptarían a Jesús y otros lo rechazarían.
Es el misterio de la libertad humana. Debemos dar a Dios nuestra voluntad.
Que una espada de dolor atravesaría el alma de María.
Simeón dijo: “Señor, ahora puedes dejarme morir en paz…”
Ana, una anciana muy religiosa, reconoció al Niño como el Salvador.
La Virgen María y S. José son modelos de fidelidad y obediencia a Dios.
Esos dos ancianos son modelos en la oración para reconocer a Jesús.
Fiesta de la Sagrada Familia donde Dios quiso nacer como hombre.
La familia es la primera comunidad de vida y de amor, donde se aprende a amar.
Las buenas familias son el fundamento de una buena sociedad.
Dios hace al padre más respetable que a los hijos y a la madre da autoridad sobre ellos. La persona que respeta a su padre borra sus propios pecados, el que respeta a su madre gana muchos méritos, Dios escucha la oración de la persona que respeta a su padre y a su madre y vivirá muchos años.
Hijo mío, persevera en respetar a tu padre y nunca lo abandones. Cuando tu padre sea viejo y enfermo no te avergüences, Si el padre ayuda al pobre Dios no lo olvidará, perdonará sus pecados y siempre le ayudará.
R.-Feliz la persona que teme al Señor y obedece sus mandatos.
Feliz la persona que respeta al Señor
y obedece sus mandatos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás feliz, vivirás bien.
R.-Feliz la persona que teme al Señor y obedece sus mandatos.
Tu mujer, como árbol con mucho fruto
dentro de tu casa;
tus hijos, como frutos de un árbol,
sentados en tu mesa.
R.-Feliz la persona que teme al Señor y obedece sus mandatos.
Esta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga
y veas el progreso de Jerusalén
todos los días de tu vida.
R.-Feliz la persona que teme al Señor y obedece sus mandatos.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3. 12-21)
Hermanos: Como elegidos de Dios, santos y amados, tengan misericordia, bondad, humildad, dulzura, comprensión.
Aguantarse unos a otros y perdonarse, cuando alguno esté enfadado con otro. El Señor les ha perdonado, hagan ustedes igual.
Y por encima de todas esas cosas, el amor, que les hace perfectos.
Que la paz de Cristo obre en vuestros corazones; enseñarse unos a otros con toda sabiduría; corregirse mutuamente.
Cantar a Dios, dadle gracias de corazón, cantarle con salmos y canciones inspiradas.
Y, todo lo que puedan decir o hacer, háganlo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre.
Mujeres, vivan fieles a vuestros maridos, como quiere el Señor. Maridos, amen a sus mujeres, y no se enfaden con ellas. Hijos, obedecer a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no pongan nerviosos a vuestros hijos, para que no se desanimen.
R. Te alabamos Señor.
EVANGELIO
Cuando llegó el día de la purificación, como mandaba la Ley de Moisés, los padres llevaron al niño Jesús a Jerusalén, para presentarlo al Señor.
Y cuando cumplieron todo lo que mandaba la ley del Señor, volvieron otra vez a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
El niño crecía, se fortalecía, y progresaba en sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.