Esta es la homilía del día 6 de diciembre de 2008.
Resumen de la homilía:
Adviento, tiempo de espera y preparación para la venida de Jesús.
Juan Bautista: convertirse, porque está cerca el Reino de los cielos.
El Reino de los cielos es el mismo Jesús: Dios ha venido a nosotros.
En las lecturas de este domingo están: Isaías, S. Pedro, Juan Bautista.
El tema principal es la conversión: Arrepentirse y confesar los pecados.
Todos los días hay que convertirse, porque todos los días fallamos.
La conversión es un cambio de pensar, de sentir, de ser y de obrar.
Preparar el camino a la venida del Señor es quitar de nosotros: el orgullo, la soberbia, la ira, el egoísmo, la envidia, el odio y vencerlos con humildad.
Viene Jesús, que es nuestra Meta, y el Camino para ir al Padre,
Separados de Jesús no conseguiremos la salvación.
El final del tiempo es también el día de la muerte. ¿Estamos preparados?
“Consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios; hablen al corazón de Jerusalén, gritarle, que su servicio ha terminado, y ya está pagado su culpa, pues el Señor le ha dado doble castigo por todos sus pecados.” Una voz grita: “En el desierto prepararle un camino al Señor, en el campo seco hagan un camino para Dios: que los valles se levanten, que los montes se hagan llanos.” Porque aparecerá la gloria del Señor, y todas las personas verán que habló la boca del Señor. Súbete a un monte alto, grita sin miedo con voz fuerte, tú que llevas a Jerusalén la noticia. Dile a las ciudades de Judá: “Aquí está vuestro Dios. El Señor Dios viene con poder y su brazo manda. Trae todo lo que ganó con sus victorias, delante de él van sus premios. Como un pastor que cuida sus ovejas, su brazo las reúne, coge en brazos a los corderos, y hace recostar a las madres.”
R.-Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
“Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.”
La salvación está cerca de sus fieles,
y la gloria estará en nuestra tierra.
R.-Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo.
R.-Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
El Señor nos dará la lluvia,
Y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia irá ante él,
La salvación seguirá sus pasos.
R.-Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro (3, 8-14)
Queridos hermanos: No olvidéis una cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor cumplirá pronto su promesa, como algunos creen. El tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie se pierda, el Señor quiere que todos se conviertan y se salven. El Señor vendrá de sorpresa, igual que el ladrón. Entonces el cielo desaparecerá con gran ruido y el mundo se acabará, por eso, nuestra vida debe ser buena y santa. Esperad la venida del Señor. Cuando desaparezca todo, nosotros tenemos confianza en la promesa del Señor y esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, donde haya justicia. Por eso, queridos hermanos, mientras esperamos, tened cuidado para que al venir el Señor vea que estamos en paz con Él y sin pecados.
R. Te alabamos Señor.
EVANGELIO
Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito por el profeta Isaías: “Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.” Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonase los pecados. Venía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el río Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: “Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo.”