III Domingo de Pascua

Esta es la homilía del día 6 de abril de 2008 .





Resumen de la homilía:

Venimos afirmando la resurrección de Jesús por el testimonio de los apóstoles. La muerte y resurrección de Jesús prueba que Dios nos ama. Jesús dijo: “Yo esteré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.” Necesitamos fortalecer la fe en la experiencia de encuentro con Jesús. El que lo desea, el que lo llama, el que lo busca encuentra al Señor. María Magdalena fue al sepulcro a buscarlo y lo encontró. Jesús vino al encuentro de los dos discípulos de Emaús. Si no lo invitan a quedarse pasa del largo, porque respeta nuestra libertad. Pasó por la tierra haciendo el bien espiritual y material. A Jesús se le encuentra en la Eucaristía. ¿Para que ir a Misa? Para encontrarse con Jesús.
______________________________


Estas son las lecturas del día 6 de abril de 2008 .


PRIMERA LECTURA


Lectura de los Hechos de los Apóstoles ( 2, 14. 22-33 )

El día de Pentecostés, Pedro, junto a los once apóstoles, habló a la gente: “Judíos y personas de Jerusalén, escuchen mis palabras: Yo hablo de Jesús de Nazaret, el hombre que Dios envió y que hizo curaciones y milagros que ustedes conocen. De acuerdo con el plan de Dios, a Jesús lo cogieron preso y lo mataron en la cruz. Pero Dios resucitó a Jesús. Hermanos, el rey David murió y lo enterraron, y tenemos su sepulcro hasta hoy. Dios prometió a David hacer rey a un descendiente suyo, y le habló de la resurrección de Jesús, y nosotros somos testigos de que Jesús resucitó después de muerto. Jesús, ahora, está con Dios y ha recibido del Padre el Espíritu Santo y lo ha dado a sus discípulos. Eso mismo es lo que vosotros estáis viendo y oyendo.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 15

R. Señor, tú me enseñarás el camino de la vida.

Dios mío, protégeme.
Yo digo al Señor: Tú eres mi bien.
Estar con el Señor es mi felicidad.

R. Señor, tú me enseñarás el camino de la vida.

Yo alabaré siempre al Señor, Él me aconseja.
El Señor me enseña hasta por la noche.
Siempre me acuerdo del Señor,
con el Señor a mi lado yo no dudaré.

R. Señor, tú me enseñarás el camino de la vida.

Mi corazón se alegra con el Señor,
y yo descanso tranquilo,
porque el Señor no me abandona,
el Señor me cuida siempre.

R. Señor, tú me enseñarás el camino de la vida.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol San Pedro ( 1, 17-21 )

Queridos Hermanos: Ustedes llaman Padre al que no hace diferencia entre las personas, y que juzga a cada persona según sus obras; deben vivir bien estos años de su vida.
Ya saben que Dios les salvó del obrar mal que tenían antes, imitando a sus padres: no los salvó con oro o plata, los salvó con la sangre de Cristo, el Cordero perfecto. Este es Jesucristo en el que Dios pensaba desde el principio del mundo y que se presentó para ustedes al final de los tiempos por nuestro bien.Gracias a Jesucristo ustedes creen en Dios, que lo resucitó después de muerto y le dio gloria, para que pongan en Dios su fe y su esperanza.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas ( 24, 13-35 )

El mismo día, dos discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén. Iban hablando de las cosas que habían pasado esos días. Y mientras hablaban, el mismo Jesús se acercó a ellos y se puso a caminar a su lado. Pero algo no dejaba que sus ojos lo reconocieran.
Jesús les dijo: “¿De qué van hablando por el camino?” Ellos se pararon, con la cara triste. Y uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó: “¿Tú eres la única persona que no sabe lo que pasó estos días en Jerusalén?” Jesús les preguntó: “¿Qué ha pasado?” Y ellos le dijeron: “Lo de Jesús Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, aceptado por Dios y por todo el pueblo, Y los jefes de los sacerdotes y los jefes del pueblo lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él daría la libertad a Israel. Pero ya han pasado tres días. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sorprendido, porque fueron por la mañana muy temprano a ver el sepulcro, y no vieron el cuerpo del Señor, pero vinieron diciendo que se les aparecieron unos ángeles que decían que el Señor estaba vivo. Algunos de los discípulos fueron al sepulcro y lo vieron como decían las mujeres; pero al Señor no lo vieron.”
Entonces Jesús les dijo: “¡Qué torpes son ustedes para creer y comprender lo que dijeron los profetas! Ustedes ya han leído que el Mesías tenía que sufrir todas estas cosas para entrar en su gloria.” Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó todo lo que las Escrituras decían de él.
Cuando llegaron a la aldea de Emaús, Jesús hizo como si quisiera seguir el camino, pero ellos le dijeron: “Quédate con nosotros porque ya es tarde y se hace de noche.”
Jesús entró en la casa y se sentó con ellos a la mesa. Y como era costumbre, Jesús cogió el pan, dio gracias a Dios, lo bendijo, lo partió y se lo dio. En ese momento se le abrieron los ojos y reconocieron a Jesús; pero él desapareció.
Entonces se dijeron el uno al otro: ¿“Verdad que sentíamos que nos ardía el corazón cuando Jesús nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?”
Y en ese mismo momento se levantaron para volver a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once discípulos y a sus compañeros.
Ellos les dijeron: “Es verdad que el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Pedro.”Los que vinieron de Emaús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti Señor Jesús.

-----------------------------------------