Agustín: reconocimiento a su misión.


¡Dios mío¡…qué regalo nos ha hecho a la comunidad cristiana de sordos por el nombramiento pontificio a nuestro querido Agustín, “el cura sencillo” ¡Cómo te has fijado , Señor, en tu obrero trabajador y fiel, humilde y entregado¡. Siempre en su puesto, como el burro pegado a la noria para sacar el agua para la huerta. Tantos años haciendo siempre lo mismo: sacar agua del pozo para regar. Agustín, hombre escogido por Dios para sacar del pozo el agua de la salvación para llenar el deseo profundo de los sordos. Tantos años haciendo lo mismo: ¡ay, Dios mío, no veo los frutos de mi labor¡. Pero Dios aguarda y espera la hora. Dios sabe y prepara mejor que nosotros. Los años pasan, atraviesa un recorrido largo, muy largo, de desierto, de pocas compensaciones, amarguras y penas, pero “el cura sencillo’ persevera cumpliendo su misión: sembrar la fe, el agua de la salvación, Agua Viva, Cristo. Pasó repartiendo el Agua Viva de la Eucaristía, de la Palabra de Dios, de los Sacramentos, de su vida de testigo viviente de Cristo Resucitado. Han pasado tantos años, y ya peinan canas y ya se arrugan la frente pero no el alma ni la sabiduría. Todo empezó en aquella isla de Tenerife cuando sintió la llamada de Dios para ser sacerdote de Cristo y por amor a Cristo aceptó la misión de dar la Vida, el Agua Viva a los sordos. Regalar la Fe, la Cultura y la Alegría a los sordos. Siempre haciendo el bien a todos y también regalando alegría con su sentido de humor:’porque es posible la alegría a pesar de la sordera’. Un hombre entregado a su misión: reconocer la dignidad de los sordos como personas e hijos de Dios y por ellos gastó su vida generosamente en el Colegio La Purísima de Madrid, en muchas ciudades de España y no sólo eso sino que salió del país para ir a los países latinoamericanos y allá abrir el camino de la fe a los sordos , a los padres, profesores…y regresó dejando una estela de alegría y esperanza en tierras americanas. Hasta que un día de 1981 la Universidad de Gallaudet, Washington DC, la capital del los EEUU, - es una Universidad para sordos y dirigida por profesores sordos -, reconoció la labor humanitaria del Padre .Agustín a favor de los sordos, entregándole el Doctorado Honoris Causa en Letras y Humanidades. Ha sido un honor para todos los sordos de España y del mundo. Pero ha llegado la jubilación y se retira a la diócesis de Tenerife, su tierra, pero, allá, no abandona su misión, sino que se mantiene al pie del cañón, en misión de servicio. Tras muchos años de Presidente en la Asamblea de Pastoral del Sordo a nivel nacional de la que es fundador junto con otros sacerdotes: Regino Chiquirrín, Jesús Lahoya, Antonio Eguiluz, dio paso a otro sacerdote joven, Alfonso Muruve, quien lleva la antorcha de la fe a los sordos. Parece que ha llegado a su fin, parece que su persona queda desdibujada después de medio siglo de entrega generosa y parece que el polvo de los años y de la rutina ha cubierto su persona…parece que Agustín se queda en el olvido.¡ Pero no¡ , la Iglesia, como Madre y Maestra, dio público reconocimiento a este “cura sencillo.” El Papa, Benedicto XVI, premió a Agustín nombrándole Prelado de Honor de Su Santidad y desde ahora le llamamos Monseñor Agustín. Ahora los sordos estamos de fiesta y de enhorabuena. Los sordos estamos orgullosos porque la Iglesia y el Papa reconocen que existe la Pastoral del Sordo. En Junio, los días 25 y 26, los Sordos Católicos del mundo nos uniremos con el Papa en Roma y Monseñor Agustín con el traje de Prelado agradecerá al Papa por el nombramiento.
Monseñor Agustín ya puede decir como Simeón: ‘Nunc dimittis’, es decir, ‘Ahora, Señor, puedes dejar a tu servidor irse tranquilo, en paz’…’cuando Tú quieras’ . Ahora nosotros somos responsables de la fe que nos ha dado en herencia y debemos cuidarla y transmitirla a las próximas generaciones de personas sordas, con nuestros ejemplos y perseverancia pero con alegría, como Mons. Agustín.
Una vez más: ¡FELICIDADES, AGUSTÍN¡,¡ACUERDATE DE NOSOTROS¡.



Hno. Juanjo Santos.