IV Domingo de Cuaresma

Esta es la homilía del día 2 de marzo de 2008 .





Ahora también con Audio

Resumen de la homilía:

La fe es un don de Dios que podemos aceptar o rechazar. Muchas personas vieron a Jesús como una persona maravillosa. Lo más importante es reconocerle como Hijo de Dios. Jesús al curar los cuerpos enfermos curaba también las almas. El ciego creyó en Jesús, los fariseos rechazaron a Jesús. Eran soberbios. La lectura del Evangelio nos ayuda a conocer más y mejor a Jesús. No podemos decir: Yo creo pero no practico. Hay que vivir de acuerdo con la fe. Lo más valioso para nuestra veda es el encuentro con Jesús, su amistad. El ciego era muy feliz por ver, pero más feliz por conocer a Jesús Hijo de Dios.

______________________________


Estas son las lecturas del día 2 de marzo de 2008 .


PRIMERA LECTURA


Lectura del primer libro de Samuel ( 16, 1b. 6-7. 10-13a )

En aquellos días el Señor dijo al profeta Samuel:
- Coge aceite y vete al pueblo de Belén, a la casa de Jesé, porque he elegido a un hijo suyo para nuevo rey de Israel.

Cuando Samuel llegó a la casa, Jesé le presento a Eliab, su hijo mayor.
El Señor dijo a Samuel:
- No mires las apariencias, ni su gran estatura, porque la mirada de Dios es diferente de la mirada de los hombres, el Señor mira el corazón.

Jesé presentó al profeta sus siete hijos, pero Samuel dijo a Jesé:
- “A ninguno de estos hijos tuyos ha elegido el Señor.”
Samuel preguntó a Jesé:
- “¿No tienes más hijos?

Jesé respondió:
- “Todavía falta el más pequeño que está cuidando las ovejas.”
Samuel dijo a Jesé:
- “Manda que venga, para verlo, porque no comeremos hasta que venga.”
Vino David y Samuel vio que era rubio y guapo.
El Señor dijo al profeta Samuel:
- “Úngelo con el aceite, porque es éste el elegido para rey.”
Samuel ungió al joven David como rey de Israel.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 22

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en campos verdes me acuesta,
me lleva a fuentes de agua
y cuida mis fuerzas.

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

Me guía por el buen camino,
por el honor de su nombre.
Si voy por montes oscuros,
no tengo miedo, porque tú vas conmigo.

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

Tu amor me acompaña
todos los días de mi vida,
y viviré en la casa del Señor
por los siglos de los siglos.

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios ( 5, 8-14 )

Hermanos: En otro tiempo ustedes no tenían fe y vivían en la oscuridad, ahora unidos a Cristo, viven en la luz del Señor. Obren como las personas que pertenecen a Cristo, sus obras son: la bondad, la justicia y la verdad, haciendo siempre lo que le agrada al Señor, y no colaboren en los obras malas de los que están en el pecado; al contrario, denunciadlas a los responsables. Las cosas que esas personas hacen a escondidas dan vergüenza decirlas. Pero todas esas cosas deben ser denunciadas hasta que vuelvan a la claridad del Señor. Por eso dice: “Despierta tu que duermes, levántate de la muerte, y Cristo te iluminará.”

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Juan ( 9, 1-41 )


En aquel tiempo, Jesús iba caminando y vio a un hombre ciego de nacimiento. Jesús escupió en el suelo, hizo barro, lo puso en los ojos del ciego y le dijo:

- “Vete a lavarte en la piscina de Siloé.”

El ciego fue a la piscina, se lavó y cuando vino a donde estaba Jesús, ya veía bien. Los vecinos y las personas que le habían visto antes pidiendo limosna, decían:

- “Este hombre es el que estaba pidiendo limosna.”

Una personas decían:

- “Sí, es él”

Otros decían:

- “No es él, es otro hombre que se le parece.”

El hombre que había estado ciego, decía:

- “Sí, soy yo.”

Cuando Jesús curó al ciego era sábado. Los judíos llevaron al hombre a los fariseos, y otra vez le preguntaron cómo había recobrado la vista. Él les dijo:

- “Me puso barro en los ojos, me lavé y ahora veo bien.”

Los fariseos dijeron:

“Ese Jesús no puede ser de Dios, porque no respeta el sábado.”

Otras personas decían:

- “¿Y cómo puede un hombre pecador hacer esos milagros?”

Y no se ponían de acuerdo. Otra vez le preguntaron al hombre que había estado ciego:

- “¿Tú que dices del hombre que te curó los ojos?”

Él contestó:

- “Que es un profeta.”

Ellos contestaron:

- “Tú naciste en pecado, ¿y quieres enseñarnos a nosotros?”

Y lo expulsaron de la sinagoga. Jesús oyó decir que habían expulsado de la sinagoga al hombre que le había curado la vista, y encontrándose con él, le preguntó:

- “¿Tú crees en el Hijo de Dios?”

El hombre le preguntó:

- “Señor, dime quién es, para que yo crea en Él.”

Jesús le dijo:

- “Lo estás viendo, es el mismo que habla contigo.”

El hombre dijo:

- “Señor, creo.”

Se arrodilló delante de Jesús y lo adoró.

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti Señor Jesús.

-----------------------------------------