Esta es la homilía del domingo 2 de diciembre de 2007 .
Resumen de la homilía:
Comenzamos un nuevo año de la Iglesia.
Adviento =Venida –Tiempo de espera.
¡Ven, Señor Jesús! Es el Príncipe de la paz.
Vino niño y pobre. Vendrá otra vez glorioso y poderoso.
Vendrá de sorpresa, a perdonar y salvar, por amor.
No tengan miedo, pero, ¡estar preparados, arrepentidos...!
Mientras el Señor llega, trabajemos por la paz en todos.
Él sigue viniendo cada día en la Eucaristía, en la Misa.
Si no se alegran de su venida, es porque no le conocen ni aman.
Si estamos seducidos por Jesús, sí deseamos su venida.
Decimos: ¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Adviento =Venida –Tiempo de espera.
¡Ven, Señor Jesús! Es el Príncipe de la paz.
Vino niño y pobre. Vendrá otra vez glorioso y poderoso.
Vendrá de sorpresa, a perdonar y salvar, por amor.
No tengan miedo, pero, ¡estar preparados, arrepentidos...!
Mientras el Señor llega, trabajemos por la paz en todos.
Él sigue viniendo cada día en la Eucaristía, en la Misa.
Si no se alegran de su venida, es porque no le conocen ni aman.
Si estamos seducidos por Jesús, sí deseamos su venida.
Decimos: ¡VEN, SEÑOR JESÚS!
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Estas son las lecturas del domingo 2 de diciembre de 2007 .
PRIMERA LECTURA
Lectura del profeta Isaías (2, 1-5)
Isaías, hijo de Amós, tuvo una visión de Judá y Jerusalén: En el futuro estará fuerte la casa del Señor en lo alto de los montes, por encima de las montañas. Vendrán todos los pueblos, diciendo: Vengan, subamos al monte del Señor, a la Casa del Dios de Jacob. El Señor nos enseñará sus caminos y caminaremos por sus sendas: porque de Israel brotará la ley, de Jerusalén la palabra del Señor. El Señor gobernará las naciones. Será juez de todos los pueblos. Romperán las espadas para hacer arados; de las lanzas harán hoces. Ya no lucharán un pueblo contra otro pueblo, no se entrenarán para la guerra. Pueblo mío, ven: caminemos a la luz del Señor.
Isaías, hijo de Amós, tuvo una visión de Judá y Jerusalén: En el futuro estará fuerte la casa del Señor en lo alto de los montes, por encima de las montañas. Vendrán todos los pueblos, diciendo: Vengan, subamos al monte del Señor, a la Casa del Dios de Jacob. El Señor nos enseñará sus caminos y caminaremos por sus sendas: porque de Israel brotará la ley, de Jerusalén la palabra del Señor. El Señor gobernará las naciones. Será juez de todos los pueblos. Romperán las espadas para hacer arados; de las lanzas harán hoces. Ya no lucharán un pueblo contra otro pueblo, no se entrenarán para la guerra. Pueblo mío, ven: caminemos a la luz del Señor.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL 121
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor.”
Ya estamos caminando por tus calles, Jerusalén.
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor.”
Ya estamos caminando por tus calles, Jerusalén.
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
Jerusalén esta construida como ciudad fuerte.
Allí van todos los pueblos, los pueblos del Señor.
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
Según la costumbre de Israel, a celebrar la fiesta del Señor.
En Jerusalén están los jueces, en el palacio de David.
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
Allí van todos los pueblos, los pueblos del Señor.
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
Según la costumbre de Israel, a celebrar la fiesta del Señor.
En Jerusalén están los jueces, en el palacio de David.
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
Desear la paz a Jerusalén: Vivan felices los que te aman,
que tengan paz en sus calles, seguridad en tus palacios.
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
Por mis hermanos y compañeros, yo diré: “la paz contigo.”
Por la casa del Señor nuestro Dios, te deseo mucho bien.
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo (24, 37-44)
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
El día y la hora del fin del mundo, nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo; sólo lo sabe mi Padre.
Porque igual que en los días de Noé, lo mismo será la venida del Hijo del hombre.
En los días antes del diluvio, (1) las gentes comían, bebían, se casaban, hasta el día en que Noé entró en el Arca; y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los mató a todos. Así será la venida del Hijo del hombre.
Entonces estarán dos hombres en el campo trabajando; a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán. Dos mujeres estarán moliendo (2) trigo; a una se la llevarán y dejarán a la otra.
Estar atentos, porque no se sabe cuando llegará el Señor
Piensen bien que si el padre de familia sabe a la hora que viene el ladrón, vigilaría para no dejarle entrar en la casa.Por eso ustedes deben estar preparados, porque a la hora que menos piensan vendrá el Hijo del hombre.
Palabra del Señor.
El día y la hora del fin del mundo, nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo; sólo lo sabe mi Padre.
Porque igual que en los días de Noé, lo mismo será la venida del Hijo del hombre.
En los días antes del diluvio, (1) las gentes comían, bebían, se casaban, hasta el día en que Noé entró en el Arca; y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los mató a todos. Así será la venida del Hijo del hombre.
Entonces estarán dos hombres en el campo trabajando; a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán. Dos mujeres estarán moliendo (2) trigo; a una se la llevarán y dejarán a la otra.
Estar atentos, porque no se sabe cuando llegará el Señor
Piensen bien que si el padre de familia sabe a la hora que viene el ladrón, vigilaría para no dejarle entrar en la casa.Por eso ustedes deben estar preparados, porque a la hora que menos piensan vendrá el Hijo del hombre.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti Señor Jesús.
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1.-La Biblia habla del diluvio, que llovió durante cuarenta días, en tiempo de Noé. (Gén. 6,5)
2.-Aplastando los granos de trigo, para hacer harina.