LA RESURRECCIÓN DE JESÚS


AMIGO, PASE Y PREGUNTE


D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.

D. José: Hola, amigo Paco. Hace tiempo que no te veía por aquí. ¿Qué hay de nuevo? Seguro, hay problemas que te preocupan. Piensas demasiado, hombre, y trabajas también mucho. Hay que parar un poco.

Paco: Lo mismo que siempre, cosas de la religión que me preocupan, porque no lo entiendo bien, y los amigos del bar me atacan y se burlan de nuestra fe católica, y me duele, y quiero defenderla, pero…¡si yo supiese tantas letras como Vd.!

D. José: ¿Los amigos del bar? ¿Qué saben ese grupo de analfabetos de las cosas de nuestra santa religión católica? Además, ¿discuten de religión en el bar? Yo pensaba que en el bar sólo hablaban de fútbol y de mujeres. Me gustaría oír las tonterías que dicen, pero sería mejor que tú les invitases a venir aquí y hablamos.

Paco: Pues es fácil; me acompaña a tomar un “cortado” o una cerveza y le pueden preguntar lo que quieran. Pero eso de venir aquí les daría vergüenza por lo que dirán los compañeros.

D. José: ¿Tú crees que si voy al bar me preguntarían? ¡Se callan como un muerto! La ignorancia presume, pero, si se encuentran con uno que sabe más, no abren la boca o salen corriendo del bar.

Paco: Puede ser, conmigo se ponen muy valientes; pero al ver un Cura no dicen nada, son cobardes.

D. José: Bueno, y ¿cuál fue el tema de la discusión? Me interesa mucho saberlo para prepararme bien.

Paco: La última vez hablaban de la resurrección de Jesús y decían que era imposible si estaba muerto.

D. José: ¿Tenían razones importantes para rechazar la resurrección del Señor? ¿Qué opinaban de eso?

Paco: Bueno, Pepe, el cojo, que es el que más hablaba, decía que es verdad que Jesús fue un hombre bueno, pero si murió, muerto está para siempre; sólo queda el polvo. Todo se acaba con la muerte.

D. José: Si ese Pepe tiene fe católica, debe saber que en el Credo decimos: “Jesús, al tercer día, resucitó de entre los muertos”, y decimos: “creo en la resurrección de los muertos”. Y eso lo decimos con fuerza, con la seguridad de que es lo más importante de la fe. Sí, no hay nada más fundamental que eso.

Paco: ¿Lo más importante es la resurrección de Jesús? Yo siempre he pensado que lo más importante fue su muerte en la cruz para salvarnos, su sacrificio por nosotros los pecadores. Es muy grande morir por otros.

D. José: Paco, la resurrección es el fundamento, la base donde se apoya la fe, lo principal de nuestra fe, porque nos dice que Jesús está vivo, junto a nosotros, con nosotros, y con su espíritu nos hacemos cristianos, discípulos, santos. Sin su espíritu no somos nada.

Paco: ¡Qué bien lo explica Vd.! Pero ¿cómo saben que de verdad resucitó? ¿hay pruebas? Creo que de la crucifixión y muerte sí hay testigos.

D. José: De la resurrección tenemos lo que dicen los Evangelios: “Los guardias que vigilaban el sepulcro sintieron un terremoto y vieron que un ángel quitó la piedra que tapaba la entrada del sepulcro, y huyeron asustados. María Magdalena y otras mujeres vieron el sepulcro vacío, y Jesús se les apareció y les mandó que se lo dijeran a los discípulos. Después se les apareció a los apóstoles en particular y a todos reunidos. Y san Pablo dice que una vez se apareció a más de quinientos cristianos. Los discípulos comieron con Jesús resucitado. El apóstol Tomás le tocó las llagas.

Paco: Por lo que veo, creer en la resurrección del Señor es muy importante para nuestra fe católica.

D. José: Si Jesús no resucitó y está muerto, nuestra fe no vale nada, la religión es mentira, todo es falso. Pero no, ¡Alegrémonos!, Jesús Resucitó, y, como nos prometió, los que creemos en Jesús no moriremos para siempre. Él nos resucitará para entrar en la gloria del cielo. Debemos tener confianza en su promesa.

Paco: Yo creo todo lo que me dice y ahora ya no me asustará morirme, porque me espera la resurrección.

D. José: Así es, amigo Paco, pero debemos vivir de acuerdo con nuestra fe: amando a todos, perdonando siempre, compartiendo lo que recibimos, rechazando el mal y pasar haciendo el bien.

El sacristán