DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

Esta es la homilía del día 4 de abril de 2010.

Ahora el video también con sonido

Resumen de la homilía:

María Magdalena fue al sepulcro y el domingo y vio la piedra quitada. Avisó a los apóstoles y Pedro y Juan fueron al sepulcro y entraron Vieron la tumba vacía, los lienzos y el sudario. Creyeron: ¡Ha resucitado! La Resurrección de Jesús es la diferencia del cristianismo y otras religiones La Resurrección de Jesús es el centro de nuestra fe cristiana. Jesús Resucitó y nos prometió resucitarnos también a nosotros. La Resurrección es la re-unión del alma con nuestro cuerpo glorificado. Si no creemos en la Resurrección de Jesús nuestra fe no vale nada. La promesa de la resurrección nos invita a cambiar nuestra forma de vivir. La promesa será para los que obren bien y cumplan la voluntad del Padre. Vivir con la esperanza de resucitar con Cristo y la felicidad del cielo. El cristianismo es la presencia viva de Jesús en medio de la comunidad.

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Estas son las lecturas del día 27 de marzo de 2010.


PRIMERA LECTURA


Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. (10, 34. 37-43)


En aquellos días el apóstol Pedro dijo: “Ustedes saben lo que se hizo en Israel, cuando Juan Bautista predicaba el bautismo, pero todas esas cosas empezaron en Galilea. Yo hablo de Jesús de Nazaret, ungido por el Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando muchos enfermos, porque Dios estaba con Él. Nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo Jesús en Judea y en Jerusalén. Mataron a Jesús clavándolo en una cruz. Pero Dios lo resucitó al tercer día, y nosotros lo vimos, pero todo el pueblo no lo vio, solo lo vimos nosotros, que nos eligió y comimos con Él después de su resurrección.

El Señor Jesús nos envió a predicar a todas las personas, dando prueba solemne de que Dios ha nombrado a Jesús juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas, todos están de acuerdo, que todas las personas que creen en Jesús, reciben el perdón de los pecados.

Palabra de Dios.


R.-Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 117, 1-2. 16-17. 22-23.


R.-Este es el día en que obró el Señor, es nuestra alegría y nuestro gozo.

Dad gracias al Señor porque es bueno,

porque es eterna su misericordia.

Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia.


R.-Este es el día en que obró el Señor, es nuestra alegría y nuestro gozo.


La mano del Señor es poderosa,

la mano del Señor es grande.

No moriré, viviré

para proclamar las maravillas del Señor.


R.-Este es el día en que obró el Señor, es nuestra alegría y nuestro gozo.


La piedra que despreciaron los arquitectos

es ahora la piedra principal.

El Señor lo hizo, es un milagro muy grande.


R.-Este es el día en que obró el Señor, es nuestra alegría y nuestro gozo.



SEGUNDA LECTURA


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses. (3, 1-4)


Hermanos: Ustedes que ya resucitaron con Jesucristo, deseen las cosas del cielo, donde está Cristo, sentado con Dios; deben desear las cosas buenas del cielo, no las cosas del mundo. Porque ustedes ya han muerto por el bautismo, y vuestra vida está unida a Cristo con Dios. Cuando Cristo venga, que es nuestra vida, entonces también ustedes aparecerán junto con Cristo, en gloria.

Palabra de Dios.


R.-Te alabamos Señor.


EVANGELIO.


Lectura del santo Evangelio según san Juan. (20, 1-9)


El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando todavía estaba oscuro, y vio la piedra quitada de la entrada del sepulcro. Fue corriendo a donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, al que amaba mucho Jesús, y les dijo:

Se llevaron al Señor del sepulcro y no sabemos donde lo pusieron.” Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con el que le habían cubierto la cabeza, no en el suelo con las vendas, sino doblado en un lugar aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Hasta ese momento no habían entendido la Escritura: que Jesús resucitaría de entre los muertos.

Palabra del Señor.


R.-Gloria a ti, Señor Jesús.