I DOMINGO DE CUARESMA

Esta es la homilía del día 20 de febrero de 2010.

De nuevo el video con sonido

Resumen de la homilía:

Cuaresma, tiempo para profundizar en nuestra vida de fe. Arrepentirnos del mal. Conversión, cambiar a mejor. Humildad para aceptarlo. Jesús se hizo hombre igual que nosotros en todo pero no en el pecado. Pero Jesús sufrió tentaciones igual que nosotros, pero las venció. Nosotros unidos a Jesús en la oración podremos vencer las tentaciones. Él nos avisa: “Orad Para no caer en la tentación.” Estuvo en el desierto un tiempo largo preparándose para su misión. En la Biblia, desierto significa el lugar donde están las fuerzas del mal. También es el lugar de encuentro con Dios, en el silencio y la soledad. Convertir las piedras en pan. Jesús no vivirá buscando su propio interés. Multiplicará los panes para alimentar el hambre de la gente. Nos avisa: “No sólo de pan vive el hombre.” Jesús no busca el poder y la fama, quiere el servicio humilde y fraterno. No usará nunca a Dios, la religión, para conseguir poder y fama. Jesús se hizo pequeño y sencillo, pues vino a servir y no a ser servido.

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Estas son las lecturas del día 20 de febrero de 2010.

PRIMERA LECTURA


Lectura del libro del Deuteronomio. (26, 4-10)


Moisés dijo al pueblo: “El sacerdote cojerá la cesta con las ofrendas y la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás ante el Señor, tu Dios: “Mi padre era un arameo nómada, que fue a Egipto, y vivió allí, con unas pocas personas. Pero después aumentaron, hasta ser una raza grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron y nos oprimieron, y sufrimos mucho como esclavos. Entonces llamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra llamada, vio nuestro sufrimiento, nuestro trabajo y nuestra angustia.

El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo levantado, durante un gran terror, con signos y milagros. Nos trajo aquí, y nos dio esta tierra, una tierra que produce leche y miel.

Por eso, ahora traigo aquí lo mejor de los frutos de la tierra que tú, Señor, me diste.

Lo pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en presencia del Señor, tu Dios.”

Palabra de Dios.


R.-Te alabamos Señor


SALMO RESPONSORIAL


R.-Ven conmigo, Señor, en la tristeza.


Tú que estás protegido del Altísimo,

que vives junto al todopoderoso,

di al Señor: “Refugio mío,

Dios mío, tengo confianza en ti.”


R.-Ven conmigo, Señor, en la tristeza.


No sufrirás la desgracia,

ni la plaga llegará hasta tu tienda,

porque ha mandado a sus ángeles

para que te guíen en tus caminos.


R.-Ven conmigo, Señor, en la tristeza.


Te llevarán en las palmas de sus manos,

para que tu pie no tropiece en la piedra;

caminarás encima de víboras,

pisarás leones y dragones.


R.-Ven conmigo, Señor, en la tristeza.


Se puso junto a mí: lo libraré;

lo defenderé porque me conoce,

me llamará y lo escucharé.

Con él estaré en la tristeza,

lo defenderé, lo glorificaré.”


R.-Ven conmigo, Señor, en la tristeza.


SEGUNDA LECTURA.


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.


Hermanos: La Biblia dice: “La Palabra de Dios está junto a ti: la tienes en los labios y en el corazón.” Es el anuncio de la fe que predicamos. Porque, si tus labios dicen que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás.

Dice la Biblia: “Nadie que cree en Jesús nunca quedará frustrado.” Porque no hay diferencia entre judíos y griegos; porque el Señor es uno solo, generoso con todos los que le llaman. Porque “toda persona que dice el nombre del Señor se salvará.”

Palabra de Dios.


R.-Te alabamos Señor.


EVANGELIO


Lectura del santo Evangelio según san Lucas. (4, 1-13)


En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, vino del río Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo llevó al desierto, donde era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo Jesús no comió nada, y al final tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo:

Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.” Jesús le contestó:

Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre.” Después el diablo lo llevó a un monte alto y le enseñó todos los reinos del mundo y le dijo: “Te daré el poder y la gloria de todo eso si tú te arrodillas delante de mí.” Jesús le contestó: “Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a Él darás culto.” Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en lo alto del templo y le dijo: “Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito:

Los ángeles te cogerán en sus manos, para que no te hagas daño.”

Jesús le contestó: “Está mandado: “No tentarás al Señor tu Dios.” El demonio se marchó.

Palabra del Señor.


R.-Gloria a ti, Señor Jesús.