El César y Dios

La pregunta tenía una intención religiosa: "¿Es lícito, es decir, de acuerdo con la ley de Dios, se puede pagar el impuesto?" Por eso Jesús dice: "Dad a Dios lo que es de Dios". Si la moneda tiene impresa la imagen del César y por eso debe devolverse al César lo suyo, pero el hombre tiene impresa la imagen de Dios. Por tanto, el hombre pertenece completamente a Dios. Hemos sido creados por Dios, a imagen de Dios y para Dios. Dios es nuestro origen, nuestro divino modelo y nuestro fin; por eso nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en Dios donde encuentra su fin último y su felicidad.Hemos dicho que esta frase regula las relaciones entre las leyes civiles y la ley de Dios. El hombre debe obedecer la ley humana civil siempre que esta ley no sea contraria a la ley divina natural. Si ocurre que esa ley es contraria a la ley de Dios, el hombre debe resistir la ley civil porque "hay que obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hech 5,29). Y lo debe hacer aunque esto le cause problemas y persecución, porque la pureza y paz de la conciencia moral es superior a cualquier bienestar o beneficio material.