LOS PROFETAS


AMIGO, PASE Y PREGUNTE


D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.


Paco: Buenos días, D. José. Aquí vengo en busca de luz o de sabiduría, porque los pobres me parece que estamos apagados en las cosas de Dios.

D. José: No, Paco, los pobres son los preferidos del Señor; otra cosa es que tengan menos cultura y menos posibilidades que los ricos, pero en cuanto al amor de Dios creo que están en ventaja.

Paco: Bien, si Vd. lo dice, será Palabra de Dios, ya que tiene la Biblia metida en la cabeza de tanto estudiarla y leerla. Y, por cierto, ¿cómo ha hablado Dios desde el principio del mundo?

D. José: Dios tiene medios infinitos para comunicarse, pero, en el Antiguo Testamento vemos que hablaba por medio de los Profetas, hombres fieles a Dios.

Paco: Y ¿cómo se enteraban esos hombres de lo que decía y quería comunicar Dios?

D. José: El Profeta es un hombre elegido por Dios para una misión en favor del Pueblo de Israel, que era entonces el Pueblo de Dios, de donde saldría el Mesías.

Paco: Nos vamos enterando, pero no veo claro como se comunicaba Dios con ellos.

D. José: Dios elegía a un hombre que estaba arando o con su ganado, y le inspiraba su mensaje, directamente o por medio de visiones. Cuando el Espíritu del Señor venía a esa persona le impulsaba a hablar, a predicar, aún en contra de la voluntad del elegido.

Paco: Y ¿por qué no querían aceptar? Me parece un honor para esa persona ser elegida por Dios para una misión importante.

D. José: Claro que lo es, pero el elegido se sentía pobre, sin preparación, pecador, que no sabía hablar bien, hasta tenían miedo. El Señor les animaba: no temas, yo estaré contigo, no digas que no sabes hablar, porque yo pondré mis palabras en tu boca.

Paco: Me doy cuenta. Si a Dios se le ocurre elegirme a mí, ¡me muero del susto! Imposible, pues fuera de la herrería yo no valgo nada,

D. José: Ellos tenían la misión de comunicar lo que el Señor les inspiraba, a veces cosas del futuro, como la venida del Mesías, o les enviaba como portadores de un mensaje del Señor para el momento actual en la vida y la fe del pueblo de Israel.

Paco: ¿Y los Profetas no podían hablar cosas propias decididas por su inteligencia?

D. José: Claro que podrían, pero, cuando actuaban como Profetas, todo lo que decían era “Oráculo del Señor”, “Palabra de Dios”.

Paco: Y un pobre pastor o agricultor, ¿podía entender bien lo que Dios quería o les comunicaba?

D. José: El Espíritu les ayudaba a comprender bien lo que Dios quería decirles, y la misión a realizar, que a veces, no gustaría o sería rechazada por las autoridades civiles o religiosas del pueblo judío.

Paco: Se comprende que tendrían miedo, pues a los de arriba no les gusta que les lleven la contraria.

D. José: Por su forma de vida, con vestidos austeros y un cinturón de cuero, y sus duras palabras contra los que no obraban bien, o se aprovechaban y explotaban al pueblo pobre e ignorante, fueron perseguidos y hasta asesinados algunos profetas.

Paco: ¿En el Nuevo Testamento no hubo Profetas que hablasen en nombre de Dios?

D. José: En el Nuevo Testamento, Dios mismo, que se hizo hombre, Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, imagen visible de Dios invisible, era la Palabra de Dios para todos los hombres; pero vino a los suyos y no le recibieron, como a los profetas.

Paco: Es triste reconocerlo, pero por ir con la verdad y la paz por delante, también murió Jesús, según Vd. dice, el mayor y mejor de todos los Profetas.

El sacristán