LA VIRTUD DE LA ESPERANZA


AMIGO, PASE Y PREGUNTE


D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.


Paco: Buenos días D. José Aquí le traigo un manojo de preguntas, que Vd., como siempre, me aclarará.


D. José: Vamos a ver en que líos te has metido ahora, y espero pueda aclararlos y complacerte.


Paco: Resulta que mi nieto Pedrito, el mayor, se está preparando para recibir la Confirmación, si es que el Sr. Obispo viene, porque en mi caso tardó años en venir.


D. José: Si vendrá, hombre, pero son muchos pueblos en esta Diócesis, y muchos problemas encima. Y, ¿cuál es el problema que tiene tu nieto en la catequesis?


Paco: Pues la muchacha que les enseña le dice las cosas, todo de memoria, pero no les explica lo que significan, y, a lo mejor, es que ella tampoco lo sabe, y viene el nieto a preguntarme: abuelo, ¿qué es eso de Infuso, y qué es la Esperanza? Yo no lo sé. Por eso le dije: ahora estoy ocupado, después te lo diré, y vengo para que me lo explique.


D. José: ¡Qué pena da la falta de formación de los mayores! No tienen interés por saber. Infusas, son las Virtudes o dones que Dios nos da, sin nada por nuestra parte.


Paco: Ya, ya, es igual que gratis, sin yo hacer nada. Comprendo, y la Esperanza ¿también es un don de Dios? Pero si nosotros hemos estado esperando nerviosos que saliera el número del Gordo de Navidad, ¿qué tiene que ver Dios con eso?


D, José: No me hagas reír, amigo Paco. La Virtud de la Esperanza es un don de Dios, que hace que tengamos confianza total en que Él nos ayudará, que nunca nos abandona, pues nos ama con amor de Padre.


Paco: Entonces, yo puedo apagar la fragua y esperar que venga Dios a ayudarme o que me envíe el dinero del cielo.


D. José: Tú nunca oíste decir a tus padres: “A Dios rogando y con el mazo dando.” Pues eso, nosotros trabajando, cumpliendo nuestra misión, pero con la Esperanza de que, a pesar de las dificultades, Dios sigue amándonos y ayudando. Ya nos prometió Jesús: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos.”




Paco: Eso lo he oído muchas veces, pero, cuando llega la crisis, el paro…nos falta el aire para respirar, y se necesita más fe que un Cura, porque tenemos más problemas.


D. José: Paco: la Esperanza se apoya en que Dios es Amor y que nos busca siempre para salvarnos de nuestras necesidades; pero, ¡es necesaria nuestra Fe, para aceptarlo!


Paco: Pero ¿Vd. no ve cómo está el mundo o como lo han arruinado los políticos, y los egoístas que sólo piensan en ellos? ¿Cómo Dios no los destruye como a Sodoma?


D. José: La fe en Dios y su Amor, hace que los creyentes sigan a la espera de un mundo según la voluntad de Dios. Y Jesús no vino para destruir a nadie, vino a salvarnos a todos, y la salvación puede llegar hasta en la hora undécima.


Paco: Es emocionante oír lo que dijo Jesús, sus promesas, pero más emocionante ver que en todas las mesas hay pan y todos los niños están contentos.


D. José: Es verdad, pero eso se logra con el trabajo, la colaboración y la generosidad de todos. La Esperanza a veces es expresada como promesa: “Dios dijo a Abraham: “Yo te bendeciré y por ti serán bendecidas todas las familias de la tierra.” O la promesa de Jesús: “”El que cree en mí no morirá para siempre, yo le resucitaré.”


Paco: Me ha explicado muy bien, pero, pobre de mí, yo no soy capaz de explicárselo al nieto. Desde ahora pediré al Señor me dé la virtud de la Esperanza, para confiar totalmente en su Amor y su Misericordia.


D. José: No te preocupes, yo pasaré por la catequesis y hablaré al grupo de tu nieto. Y les explicaré que la Esperanza nos da fuerza para no poner nuestra confianza en una sociedad que vive con el deseo de poseer y competir. Y nosotros los cristianos, a cumplir el mandato de Jesús: “Vosotros seréis mis Testigos hasta los confines de la tierra.”


El sacristán