LA FE DE LA IGLESIA


«Se alegre el corazón de los que buscan a Dios» (Sal 105, 3). Si el hombre puede olvidarlo y rechazar a Dios, Dios no cesa de llamar a todo hombre a buscarle para que viva y encuentre la felicidad.

«Sentado a la derecha del Padre y derramando el Espíritu Santo sobre su Cuerpo que es la Iglesia, Cristo actúa ahora por medio de los Sacramentos, instituídos por El para comunicar su gracia. Los Sacramentos son signos sensibles (palabras y acciones), accesibles a nuestra humanidad actual. Realizan eficazmente la gracia que significan en virtud de la acción de Cristo y por el poder del Espíritu Santo»

La verdadera alegría se encuentra donde dijo S. Pablo: En el Señor. Las demás cosas, a parte de que cambian, no nos dan tanto gozo que puedan impedir la tristeza ocasionada por otros sucesos de la vida.

La causa de la alegría es el Señor. Su presencia es el anuncio de la Buena Noticia, gozosa noticia-.”Yo les bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo”. “El los bautizará en Espíritu Santo y fuego”. Bautismo que purifica, salva, santifica.