VII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Esta es la homilía del día 21 de febrero de 2009.



Resumen de la homilía:

El ángel dijo: “Se llamará Jesús, porque él salvará al Pueblo de sus pecados.”
Juan Bautista: “Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.”
Jesús a los apóstoles: “A quienes perdonéis los pecados les serán perdonados.”
Si el gobierno despenaliza una acción, no pierde su gravedad moral de pecado.
Jesús cura los cuerpos y las almas, le interesa salvar al hombre completo.
Jesús viendo su fe, dijo al paralítico:“Hijo, tus pecados ya están perdonados.”
Los escribas: “Eso es una blasfemia, sólo Dios puede perdonar los pecados.”
“Para que vean que el Hijo del Hombre tiene poder para perdonar los pecados.”
Después dice al paralítico: “Levántate, coge la camilla y vete a tu casa.”
En el Sacramento de la confesión se entrega ese regalo del perdón de Dios
Necesitamos el perdón para vivir en paz con nosotros, con los demás y con Dios.

En el Padrenuestro pedimos perdón de la ofensas, como nosotros perdonamos.

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Estas son las lecturas del día 21 de febrero de 2009.


PRIMERA LECTURA


Lectura del libro de Isaías (43, 18-19. 21-22. 24-25)

El Señor dice: “No recordéis las cosas pasadas, olvidar lo antiguo; mirad que yo hago algo nuevo; ya está brotando. Yo haré un camino en el desierto, pondré allí ríos para quitar la sed del pueblo que yo hice, para que proclamara mi alabanza.
Pero tú, Jacob, no me llamabas, ni tú, Israel, te esforzabas por ayudarme; me avergonzabas con tus pecados y me cansabas con tus culpas.Yo, borraba tus malas obras y perdonaba tus pecados.”
Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.


SALMO RESPONSORIAL 40
R. Señor, perdóname, porque he pecado contra ti

Feliz la persona que cuida al pobre y al enfermo;
el Señor lo salvará en el día del juicio.
El Señor lo guarda y le da la vida,
para que sea feliz en la tierra
y no le hagan daño sus enemigos.

R. Señor, perdóname, porque he pecado contra ti

El Señor le ayudará en los sufrimientos,
aliviará los dolores de su enfermedad.
Yo dije: “Señor, ten misericordia,
perdóname, porque he pecado contra ti.”

R. Señor, perdóname, porque he pecado contra ti

Tú cuidas mi salud,
me tienes siempre en tu presencia.
Bendito el Señor, Dios de Israel,
ahora y por siempre. Amén.

R. Señor, perdóname, porque he pecado contra ti


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Corintios ( 1, 18-22)

Hermanos: ¡Dios me es testigo! La palabra que les dijimos no fue “sí” y después “no”.
Cristo Jesús, el Hijo de Dios, el que Silvano, Timoteo y yo les anunciamos, no fue primero “sí”, y después “no”; en Cristo todo es un “si”; en Él todas las promesas han recibido un “sí”. Y por Él podemos responder: “Amén” a Dios, para gloria suya.
Dios es el que nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros.Él nos ha ungido, Él nos ha marcado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el Espíritu.
Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.
El Señor me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los presos la libertad.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos ( 12, 1-12)

A los pocos días fue Jesús a Cafarnaún, la gente se enteró de que estaba en casa. Fueron tantos a verle que no cabían en la casa. Jesús les predicaba la palabra.
Vinieron cuatro hombres con un hombre paralítico y, como no podían entrar, por la mucha gente que había, subieron al tejado y levantaron unas tejas, abriendo un agujero encima de donde estaba Jesús, y bajaron la camilla con el paralítico.
Viendo Jesús la gran fe que tenían, le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados están perdonados.”
Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaron: “¿Por qué este hombre habla así? Blasfema. Sólo Dios puede perdonar los pecados.”
Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: “¿Por qué pensáis eso? ¿qué es más fácil decirle al paralítico: tus pecados están perdonados” o decirle “levántate, coge la camilla y empieza a andar?” Para que vean que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados…”
Entonces le dijo al paralítico: “Levántate, coge la camilla y vete a tu casa.”
El paralítico se levantó, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron asombrados y daban gloria a Dios, diciendo: “Nunca hemos visto una cosa igual.”

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti Señor Jesús.

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