DIOS NOS HABLA



Adoramos a un Dios que habla: Hay que estar seguros de que Dios nos habla y, por respeto, debemos escucharle con toda atención.
El Señor se comunica con nosotros de diferentes formas:
--Por todas las cosas creadas. En cada cosa que Dios creó hay mucho para pensar en Él: en su sabiduría, su poder, su amor.
--Dios nos habla por lo que sucede cada día, pero para comprender lo que Dios nos dice hace falta saber contemplar las cosas de la vida. En cada suceso, allí está Dios obrando.
--Dios nos habla en lo profundo de nuestro propio corazón. Jesús nos dice: “Cuando tu quieras escuchar a Dios, entra dentro de ti, y allí en lo secreto habla a tu Padre.”
--Llegado el tiempo señalado, el mismo Dios, que había hablado a nuestros antepasados por lo profetas, nos ha hablado por su Hijo, Jesús.
Por eso la Santa Misa tiene dos partes: La Palabra de Dios y el Pan de la Eucaristía.
Cuando se lee en la Iglesia la Palabra de Dios, el mismo Dios habla a su pueblo; por eso la Liturgia de la Palabra es muy importante en la Misa y no podemos distraernos ni hablar con otra persona.

La obligación de escuchar con atención: Dios nos está hablando y por respeto debemos mirar con atención, tranquilos y el corazón abierto a recibir el mensaje que Dios nos dice.

La Homilía: Después de las lecturas y del Evangelio, el sacerdote predica la “homilía”. Que es una charla de comunicación con los fieles, en lenguaje sencillo y familiar, para que la comunidad que escucha lo comprenda bien. Hablando al mismo nivel cultural de los que escuchan, pues lo más importante es que el mensaje de Jesús sea comprendido y aceptado.
La homilía tiene dos objetivos: 1º) Recordar a los fieles todo lo bueno que el Señor ya hizo.
2º) Convencer a los fieles que todo lo bueno que el Señor hizo en otro tiempo, lo sigue haciendo, y más, en este tiempo nuestro que vivimos.

El Credo: El Credo es el “símbolo de los Apóstoles”. En el Credo decimos públicamente y con alegría cual es nuestra Fe, y nuestra obediencia a todo lo que dice la Sagrada Escritura.

Oración de los fieles: Es una oración para pedir a Dios por todo el mundo y por todas las personas con sus necesidades: niños, jóvenes, ancianos, enfermos, presos, pobres, porque Dios ama a todos y quiere que todos se salven. Debemos responder con todo el corazón.