X DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO




RESUMEN HOMILÍA DE CORPUS

Jesús con sus discípulos, en la última Cena, celebraron la Pascua judía.
Jesús cogió pan, dijo la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos.
Les dijo: “Tomad y comed todos, esto es mi Cuerpo que se entrega por vosotros.”
Después cogió una copa de vino, y dijo: “Ésta es mi Sangre, derramada por todos.”
Necesitamos Fe y Seguridad: No podemos decir NO al ofrecimiento de Jesús.
Cuando todos bebieron, Jesús les mandó: “Haced esto en memoria mía.”
“Mi Carne es verdadera comida y mi Sangre es verdadera bebida.”
“Quien coma de este Pan vivirá para siempre, y yo le resucitaré en el último día.”
Hay que tener confianza en la promesa de Jesús.
La Misa es: Compromiso con Jesús: ¡¡Me está esperando el AMIGO!!
Jesús está vivo en la Hostia consagrada, en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
Después de recibir a Jesús en la Comunión, debemos salir animados a servir.
La unión con Cristo nos exige la Fe y deseo de imitar a Cristo en todo.
Al rezar el Padrenuestro decimos: “Danos nuestro pan de cada día”
Pan material para el cuerpo y Pan Espiritual para la vida del alma.

SANTISIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Éxodo (24, 3-8)


Moisés contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó: “Nosotros haremos todo lo que dice el Señor.”Moisés escribió todas las palabras del Señor. Se levantó por la mañana temprano y construyó un altar en el monte, y puso doce piedras por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor ofrendas y vacas como sacrificio de unión con el Señor. Cogió la mitad de la sangre, y la puso en vasijas, y la otra mirad la derramó encima del altar. Después leyó a la gente en voz alta el documento de la alianza, y el pueblo respondió: “Nosotros haremos todo lo que manda el Señor y lo obedeceremos.” Moisés roció al pueblo con la sangre, diciendo: “Ésta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros.”
Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL 115

R. Levantaré la copa de la salvación en el nombre del Señor.
¿Cómo pagaré al Señor
Todo el bien que me ha hecho?
Levantaré la copa de la salvación,
llamando al Señor.

R. Levantaré la copa de la salvación en el nombre del Señor.

Mucho le duele al Señor la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava;
Tú me diste libertad.

R. Levantaré la copa de la salvación en el nombre del Señor.

Yo ofreceré un sacrificio de alabanza,
pidiendo ayuda al Señor.
Cumpliré al Señor mis promesas
delante de todas las personas.

R. Levantaré la copa de la salvación en el nombre del Señor.


SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Hebreos (9, 11-15)
Hermanos: Cristo Ha venido como el sumo sacerdote que da los beneficios del mundo nuevo. Su Santuario es más grande y más perfecto, no hecho por manos de hombre, no es de este mundo.
No usa sangre de animales, usa su propia sangre; y así entró en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la salvación eterna.
Si la sangre de animales y la ceniza con que se rociaba a los que tenían alguna culpa, los hacía santos y puros, mucho más la sangre de Cristo, que, animado por el Espíritu Santo, se ofreció a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras malas, para que sirvamos al Dios vivo.Por eso Cristo es el mediador de una alianza nueva. Al morir para pagar nuestros pecados, cometidos en el tiempo de la primera alianza, consiguió que los elegidos de Dios puedan recibir la promesa de la herencia eterna.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos Señor.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos (14, 12-16. 22-26)

El día de la fiesta en la que los judíos acostumbraban hacer el sacrificio del cordero pascual, los discípulos preguntaron a Jesús: ¿Dónde quieres que preparemos la cena de Pascua? Jesús envió a dos discípulos, diciéndoles: “Vayan a la ciudad, veréis a un hombre con un cántaro de agua; seguidlo y, al entrar en la casa, decidle al amo de la casa: “El Maestro pregunta: ¿Dónde puedo comer la Pascua con mis discípulos? El amo les llevará a una sala grande en el piso de arriba. Preparar allí la cena.”
Los dos discípulos fueron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Durante la comida, Jesús cogió pan, dijo la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: “Comed, esto es mi Cuerpo.”
Después cogió una copa de vino, dijo la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron.
Jesús les dijo: “Ésta es mi sangre de la alianza, derramada por todos. Les
aseguro que no volveré a beber de este vino hasta el día que beba vino nuevo en el reino de Dios.”Después de cantar el salmo, salieron para ir al monte de los Olivos.
Palabra del Señor.

R. Gloria a ti Señor Jesús.

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