IV DOMINGO DE CUARESMA



Resumen de la homilía:

La Cuaresma es un tiempo para examinarnos y prepararnos para la Pascua. Hoy vemos el gran amor de Dios, que entregó a su Hijo para salvarnos. El pueblo fue infiel, pero Dios siguió amándolos y se preocupa de ellos. Dios nos amó primero y nos ama como somos y no cómo le hubiese gustado fuésemos. Ahora Jesús es el camino, para ir al encuentro con el Padre en el cielo. Jesús no vino al mundo para condenarnos, vino a salvarnos. Jesús: “Tengo que ser elevado para que todo el que cree en mí tenga vida eterna” Ya estamos salvados, pero tenemos que aceptar la salvación, no rechazarla. La salvación es una gracia de Dios, nadie puede presumir de sus méritos. ¿Qué hay que hacer? Creer en Jesús, imitar su vida y obrar por amor. Jesús: “El que come ese pan vivirá para siempre”. No comulgar en pecado Santiago apóstol: La fe sin obras está muerta. La fe sola no salva. Las buenas obras son la respuesta al amor del Padre. Todo lo que recibimos de Dios es para compartirlo con los demás.

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Estas son las lecturas del día 17 de marzo de 2012.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de las Crónicas (36. 14-16. 19-23)


En aquellos días, todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo aumentaron sus desobediencias al Señor, imitando las malas costumbres de los gentiles, y mancharon la casa que el Señor había construido en Jerusalén.
El Señor, Dios de sus padres, les envió personas que les avisaran, porque tenía compasión de su pueblo y de su casa. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron sus palabras y se burlaron de sus profetas, hasta que el Señor se enfadó contra su pueblo y ya no se pudo hacer nada.
Los caldeos quemaron la casa de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén; incendiaron todos sus palacios y destruyeron todas las cosas de valor. Y a los que no murieron los llevaron presos a Babilonia, y allí vivían como esclavos del rey y de sus hijos hasta la llegada del reino de los persas; para que se cumpliera lo que Dios dijo por boca del profeta Jeremías:
“Hasta que el país pague sus sábados, descansará todos los días de la desolación, hasta que se cumplan los setenta años.”
En el año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de la palabra del Señor, por boca del profeta Jeremías, el Señor movió el corazón de Ciro, rey de Persia, que mando decir de palabra y por escrito en todo su reino:
“Así habla Ciro, rey de Persia: “El Señor, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra. Él me ha mandado que edifique una casa en Jerusalén, en Judá. La persona que pertenezca a su pueblo,¡sea su Dios con él, y vaya!”

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.

SALMO RESPONSORIAL 136

R. Señor, si no me acuerdo de ti, castígame.

En a los caminos de Babilonia
vos sentábamos a llorar recordando a nuestro pueblo;
en los árboles del camino colgábamos nuestras guitarras..

R. Señor, si no me acuerdo de ti, castígame.

Los soldados que nos llevaron presos
nos invitaban a cantar;
una canción de nuestro pueblo,
para divertirse ellos.

R. Señor, si no me acuerdo de ti, castígame.

¡Cómo cantas una canción del Señor
en un pueblo extranjero!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que el Señor me castigue.

R. Señor, si no me acuerdo de ti, castígame.

Que el Señor me castigue
si no me acuerdo de Él,
si no pongo a Jerusalén
en lo más alto de mis alegrías.

R. Señor, si no me acuerdo de ti, castígame.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios ( 2, 4-10)

Hermanos, Dios grande en misericordia, por el gran amor con que nos ama, estando nosotros muertos a causa de los pecados, nos hizo vivir con Cristo- por la gracia de Dios estáis salvados- nos ha resucitado con Jesucristo y nos ha llevado al cielo con Él.

Así manifiesta a las generaciones futuras su inmenso amor por nosotros.
Porque nosotros estamos salvados por la fe y la gracia de Dios. No es por nuestro mérito, es por un don de Dios; y tampoco es por nuestras obras, para que nadie pueda presumir.

Nosotros somos obra de Dios, y él nos ha creado en Jesucristo, para que trabajemos en las obras buenas que él nos dio.

Palabra de Dios.


R. Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Juan ( 3, 14-21)


En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: Igual que Moisés levantó la serpiente en el desierto, igualmente tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que toda persona que cree en él tenga vida eterna en el cielo.
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que todos los que creen en él se salven.

Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, lo mandó para que el mundo se salve por él.

La persona que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
La causa de la condenación es que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieran la oscuridad a la luz, porque sus obras eran malas.
Porque toda persona que obra mal rechaza la luz y no se acerca a la luz, para que no le acusen por sus obras malas.

En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas de acuerdo con Dios.

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti Señor Jesús.


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