Ave María, Bendito el fruto de tu vientre, Jesús



BENDITO EL FRUTO DE TU VIENTRE, JESÚS

El nombre de Jesús se lo dijo al ángel Gabriel a la Virgen María. El ángel dijo a María: “Tendrás un hijo, y le pondrás el nombre de Jesús.”
Igualmente es un ángel el que dice a José por qué le pondrán al niño el nombre de Jesús, por que es Él quien salvará a su pueblo de los pecados. El nombre Jesús significa “Dios salva.”

Isabel, la prima de la Virgen María, pensando en que sería madre: “Bendita tú entre todas las mujeres” y añade y “bendito el fruto de tu vientre.” Isabel no sabe todavía que el niño que va a nacer será el Hijo de Dios. Pero por inspiración del Espíritu Santo sabe que el niño que María lleva dentro será muy importante y por eso lo llama mi Señor.

Porque María es Virgen, porque no ha tenido su hijo de forma natural en contacto con un hombre, ha sido por obra del Espíritu Santo. El Hijo que nacerá es también Hijo de Dios. El ángel ya le ha anunciado: “Conc4eniráws y tendrás un hijo…Se le llamará el Hijo del Altísimo…el niño será llamado Hijo de Dios.
En ese momento en Jesús se encuentran la humanidad y la divinidad. Jesús es al mismo tiempo un hijo de los hombres y el Hijo de Dios, lo mismo que nosotros somos herederos de nuestro padre y madre.

“Nada es imposible para Dios” En el seno de la Virgen es el lugar donde se realiza esta misteriosa alianza entre la humanidad y la divinidad.
Cuando decimos las palabras de Isabel, nombramos a Niño Jesús y recordamos toda la obra de Cristo. No sólo su nacimiento, predicación del Evangelio y milagros, sino también su muerte y resurrección.