Venga a nosotros tu reino


Padre nuestro. Venga a nosotros tu reino. por pastoraldelsordo


¿Qué es el reino de Dios?

El reino de Dios no es algo material, es algo espiritual como explicamos en el tema del Cielo. Es el mismo Jesucristo, que está en espíritu dentro de nosotros, es paz y gozo. Un sentimiento que pueden experimentar los que tienen una fe profunda, fruto de una experiencia de presencia de Jesús en su vida, como la que tuvo el profeta Jeremías: “Me sedujiste y me dejé seducir,” Como dice S. Pablo en la carta a los romanos: “el reino de Dios no es comida ni bebida, es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.”

Al pedir que “venga a nosotros tu reino” pedimos que el reino de Dios crezca ya por la santificación de las personas en el Espíritu y el compromiso de todos al servicio de la justicia y de la paz. Por eso oramos diciendo: “Ven, Señor Jesús”.

Vivir de acuerdo con el reino de Dios es vivir como Dios quiere, como Jesús nos enseña en el Evangelio. Al pedir “Venga a nosotros tu reino” pedimos al Señor que siempre se viva en las familias y los pueblos el amor, la paz, la ayuda mutua, amistad, y no la guerra, la envidia la violencia y la maldad. Jesús, en el Evangelio de San Lucas, nos dice: “El reino de Dios está dentro de vosotros.”

La palabra a reino de Dios significa también, el reino de los cielos. El buen Ladrón, poco antes de morir en la cruz, pidió a Jesús: “Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.” Y Jesús le dijo: “En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso.”

Cuando rezamos: “Venga a nosotros tu reino”, podemos pedir que Dios nos dé el reino del cielo; y no sólo en la hora de la muerte, pensando que todavía está muy lejos, sino ahora, en el momento actual, para verse libre de pecar y apartarse de Dios. San Martín, Obispo de Tours, tenía grandes deseos de estar en el cielo, y oraba diciendo: “Señor, si todavía es necesario mi trabajo aquí, me quedo; y S. Pablo: “Deseo morir para estar con Cristo,” pues no quería estar mucho tiempo separado de Dios.

Jesús nos dice en el Evangelio: “Todo lo que pidan al Padre en mi nombre, se lo concederá”. Por eso, ante todo debemos pedir: “Venga a nosotros tu reino” por medio de la fe, las prácticas religiosas y el amor fraterno, en toda la Iglesia universal.