NUESTRO SEÑOR

El Credo poco a poco





Credo poco a poco. Nuestro Señor por pastoraldelsordo


Los judíos llamaban a Dios Yahveh, pero pensaron que esa palabra era demasiado sagrada para pronunciarla; por eso, cuando leían en voz alta, la cambiaban por la palabra Señor, palabra que usaban para tratar al rey o a personas importantes.

Antiguamente para los judíos, la palabra “Señor” era de mucho respeto, y también para los primeros cristianos. Se decía “Mi Señor” Los criados también llamaban así a sus amos

Cuando nosotros decimos: “Creo en Jesucristo Nuestro Señor” lo decimos pensando que es nuestro dueño, amo.

Señor es quien tiene poder, autoridad, que manda. Ejemplo: el padre manda a los hijos, el amo de la casa manda a los criados, el jefe de la fábrica manda a los obreros.

Antiguamente, el título de Señor manifestaba la autoridad del amo con los esclavos. También se usó para tratar a las personas nobles, como el marqués, la familia del rey.

Puede ponerse delante de una persona que tiene poder o título: “Señor presidente”. Se usa como respeto.

En las religiones judeocristianas, se usa para tratar a Dios. Entonces se escribe con mayúscula: “El Señor”.

Los judíos, el nombre de Dios no lo dicen por respeto. Se cambia por la palabra hebrea Adonay, que significa Señor, y que se usa para tratar a una persona importante, que manda o gobierna.

Esa idea se apoyaba en la seguridad de que Dios era el Creador del mundo, el que había liberado a los judíos del poder de los egipcios. Dios era el Señor del pueblo de Israel.

Años más tarde, Adonay se cambió por Kirios, palabra griega que también significa Señor.

Cuando empezó el cristianismo, la palabra Señor se usa para tratar a Dios y a Jesucristo, una tradición que se ve en las cartas de San Pablo, entre los años 51 y 67 del tiempo cristiano.