"... recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre nosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines de la tierra".
(Hechos 1, 8)
"El Espíritu Santo como fuerte huracán hace adelantar más en una hora la navecilla de nuestra alma hacia la santidad, que lo que nosotros habíamos conseguido en meses y años remando con nuestras solas fuerzas".
-Sta. Teresa de Avila