Domingo III de Adviento

Esta es la homilía del día 11 de diciembre de 2010.




Homilía 11-12-2010
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Resumen de la homilía:

Los judíos llevaban siglos esperando la venida del Mesías salvador. Domingo de alegría porque esta cerca la venida del Señor. Juan Bautista prepara la venida del Jesús: invita a la Conversión. Esperaban un Mesías fuerte y poderoso, y Jesús viene sencillo, pobre y predica el amor. Jesús no obra como hacen los sacerdotes del Templo. No respeta el sábado., se reúne con pecadores, manda amar a los enemigos…Juan está preso y envía a dos discípulos a preguntar a Jesús si es el Mesías. Jesús responde curando a los ciegos, sordos, enfermos y evangelizando a los pobres. Jesús dice que Juan Bautista es el más grande de los profetas, el mayor nacido de mujer. Somos felices de creer en Jesús, pero nuestra esperanza debe ser activa. Ser Testigos de Jesús en el servicio y amar a los demás. Para ser Testigos hay que conocer bien a Jesús, su vida y su enseñanza. Falta mucha formación religiosa, pero no hay interés en formarse.
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Estas son las lecturas del sábado 11 de diciembre de 2010.



PRIMERA LECTURA
 
Lectura del libro de Isaías   (35, 1-6. 10)
 
Que se alegren el desierto y la tierra seca, que con flores se alegre el  campo. Que se llene de flores, que salte y cante de contenta. Tiene la gloria del Líbano, la belleza del monte Carmelo y del Sarión. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios.
Fortalecer las manos débiles y afirmen las rodillas que se doblan. Díganles a los que están asustados: Calma, no tengan miedo, porque ya viene su Dios a vengarse; viene en persona y les salvará. Entonces los ojos del ciego y los oídos del sordo se abrirán, los cojos saltarán como cabritos y la lengua de los mudos cantará de alegría.  Volverán los salvados del Señor, vendrán a Sión con canciones: en cabeza, alegría para siempre; siguiéndolos, gozo y alegría. La pena y la tristeza se acabará.
Palabra de Dios.
 
R.-Te alabamos Señor.
 
SALMO RESPONSORIAL   145, 7, 8-9-10
 
R.-Ven, Señor, a salvarnos.
 
El Señor es eternamente fiel,
hace justicia a los que sufren,
da pan a los que tienen hambre.
El Señor da libertad a los presos.
 
R.-Ven, Señor, a salvarnos.
 
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor levanta a los que se caen,
el Señor ama a las personas justas,
el Señor cuida a los peregrinos.
 
R.-Ven, Señor, a salvarnos.
 
El Señor ayuda a la mujer viuda,
y cuida al niño huérfano.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, por los siglos de los siglos.
 
R.-Ven, Señor, a salvarnos.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Lectura de la carta del apóstol Santiago.   (5, 7-10)
 
Hermanos: Tengan paciencia hasta la venida del Señor Jesús. El labrador espera con paciencia el fruto de la tierra, mientras viene la lluvia. Ustedes también tengan paciencia, y sean fuertes porque la venida del Señor está cerca. No murmuren unos de otros, para que no les condenen. Miren que el juez ya está llegando. Copiar como ejemplo los sufrimientos y la paciencia de los profetas que predicaron la venida del Señor.
Palabra de Dios.
 
R.-Te alabamos Señor.
 
EVANGELIO  
 
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.   (11, 2-11)
 
Juan estaba en la cárcel y sus discípulos le contaban las cosas que hacía Jesús. Juan envió a dos discípulos suyos para que le preguntaran a Jesús: “¿Tú eres el que tenía que venir o esperamos que venga otro?” En ese momento Jesús curó a varias personas enfermas y dio la vista a unos ciegos. Entonces Jesús contestó a los dos discípulos de Juan: Vayan a decirle a Juan lo que ustedes han visto: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son curados, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia la buena noticia, Y ¡feliz la persona que me encuentra y no se equivoca conmigo!”
Cuando se fueron los enviados de Juan, Jesús habló a la gente de Juan Bautista: “¿qué fueron a ver al desierto? ¿Una caña movida por el viento? ¿Qué fueron a ver? ¿Un hombre vestido con ropas de lujo? Las personas que visten ropas elegantes están en los palacios de los reyes. Entonces ¿qué fueron a ver? ¿un profeta? Eso sí, porque Juan es más grande que un profeta.
Las escrituras hablan de Juan cuando dicen: “Yo envío a mi mensajero delante de ti, para que te prepare el camino.” Yo les digo la verdad, entre los hombres nacidos de mujer no hay nadie más importante que Juan; pero el más pequeño en el Reino de los cielos es mayor que Juan.”
Palabra del Señor.
 
R.-Gloria a ti, Señor Jesús