V DOMINGO DE CUARESMA




RESUMEN HOMILÍA QUINTO DOMINGO DE CUARESMA  (A)

Al rezar el Credo decimos: “Creo en la resurrección de los muertos y en la vida eterna.”
Nuestra fe enseña que al morir, el alma se separa del cuerpo y va al encuentro con Dios.
En la resurrección el alma se unirá a nuestro cuerpo, que será un cuerpo glorificado.
Será un cuerpo que no volverá a morir, ni enfermar, ni sufrir, será un cuerpo espiritual.
Lázaro llevaba cuatro días muerto y volvió as la vida, pero pasado un tiempo volvió s morir.
Lo de Lázaro no es resurrección es “revivificación”, volver otra vez a la misma vida.
Marta dijo: “Si tú hubieras estado aquí mi hermano no hubiese muerto.”
Y Jesús se manifiesta como verdadero Dios, resucitando, dando vida a Lázaro ya muerto.
Jesús también se manifiesta como verdadero hombre, teniendo amigos, llorando, sufriendo.
Las hermanas avisaron a Jesús: Señor, “tu amigo el que tú amas, está enfermo.”
Es una oración bonita, sencilla, corta, pero dicha con el corazón.
Al comunicarle la noticia de la enfermedad de Lázaro, Jesús, como era Dios, ya lo sabía.
No se necesitan muchas palabras para orar, para hablar con Dios, comunicarle nuestras cosas.
Dios quiere oraciones dichas con espíritu y verdad, con la boca y el corazón.

DOMINGO QUINTO DE CUARESMA  (A)

PRIMERA LECTURA

Lectura del profeta Ezequiel  (37, 12-14)

Así dice el Señor: “Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y les sacaré de vuestros sepulcros, pueblo mío, y les traeré a la tierra de Irreal. Y cuando yo abr vuestros sepulcros y les saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que yo soy el Señor: Os daré mi espíritu y viviréis; les pondré en vuestra tierra y sabréis que yo soy el Señor, lo digo y lo hago.”
Palabra del Señor.

R.-Te alabamos Señor.

SALMO RESPONSORIAL. (129, 1-2,3

R.-Del Señor viene la misericordia, la gran salvación.

Desde lo profundo grito a ti, Señor, escucha mi voz:
Que tus oídos escuchen la voz de mi súplica,

R.-Del Señor viene la misericordia, la gran salvación.

Señor, si no olvidas mis pecados, ¿quién podrá vivir?
Pero de ti viene el perdón y así te respetamos,

R.-Del Señor viene la misericordia, la gran salvación.

Mi alma espera en el Señor, tengo confianza en tu palabra;
Mi alma espera en el Señor, más que el soldado el amanecer.

R.-Del Señor viene la misericordia, la gran salvación.

Igual que el soldado espera el día, Israel confía en el Señor.
Así el Señor salvará a Israel de todos sus pecados.

R.-Del Señor viene la misericordia. la gran salvación.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos. (Rom. 8. 8-11)

Hermanos: Las personas que viven pensando en los gozos sexuales no agradan a Dios. Pero vosotros no estáis en la sexualidad de la carne, porque el Espíritu de Dios está en vosotros. La
Persona que no tiene el Espíritu de Cristo no está unida a Cristo. Si Cristo está en vosotros el cuerpo está muerto por el pecado, pero el Espíritu vive para la justicia. Si el Espíritu de Dios que resucitó a Jesús de la muerte está en vosotros, el mismo Dios que resucitó a Jesús dará también vida a vuestros cuerpos y los resucitará de la muerte.
Palabra de Dios.

R.-Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Juan. (11, 1-45)

En el pueblo de Betania había un   enfermo, Lázaro, hermano de Marta y María, la que ungió con perfumes los pies de Jesús, y se los secó con sus cabellos. Las hermanas enviaron un criado a decirle a Jesús: “Señor, el que tú amas está enfermo.” Cuando Jesús lo oyó, dijo: “Esta enfermedad no termina en la muerte, será para gloria del Hijo de Dios: Jesús tenía mucha amistad con estos tres hermanos: Marta,  Mará y Lázaro, Jesús al saber que Lázaro estaba  enfermo se quedó en aquel lugar dos días más. Después dijo a sus discípulos: “Vamos otra vez a Judea.” Los discípulos le dijeron: “Maestro, hace poco que los judíos querían  tirarte piedras, y ¿quieres ir otra vez a Judea?” Jesús respondió: “El día tiene doce horas: El que camina de día no tropieza, porque la luz ilumina su camino. Pero si una persona camina de noche, tropieza porque está oscuro.” Después dijo: Lázaro, nuestro amigo, está dormido, pero yo voy a despertarlo. “Al llegar a Betania, hacía cuatro días que Lázaro estaba muerto.
Cuando Marta oyó decir que Jesús venía, salió a recibirle; y María se quedó en casa.
Marta dijo a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiese muerto. Pero sé que Dios te dará todo lo que tú le pidas.” Jesús le dijo: “Tu hermano resucitará.”
Marta le respondió: “Ya sé que mi hermano resucitará al final de los tiempo, cuando resuciten los muertos.”
Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida, la persona que cree en mí, vivirá, y ninguna persona que tiene fe en mí, morirá para siempre. ¿Tú crees esto?” Marta contestó: “Si, Señor,
Yo creo que tu eres el Mesías, el Hijo de Dios, que tenía que venir al mundo.” Jesús preguntó:”¿Dónde han puesto el cuerpo de Lázaro?” Ellos le contestaron “Señor, ven y lo verás.” Entonces Jesús lloró, y los judíos, al verlo llorar, dijeron: “¡Miren, amaba mucho a Lázaro! “Jesús, muy emocionado se acercó al sepulcro, y les dijo: “Quiten la piedra.” Marta dijo: “Señor, ya huele mal, porque hace cuatro días que murió. Jesús dice: “Ya te he dicho que si tú crees, verás la gloria de Dios. Entonces quitaron la piedra.
Jesús, mirando al cielo, dijo: “Padre, te doy gracias porque me has escuchado. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo he dicho por esta gente, para que crean que tú me enviaste.” Después
Jesús gritó con voz fuerte: “¡Lázaro, ven fuera!” Y al momento Lázaro salió de la tumba. Tenía las manos y los pies atados con vendas, y la cara en vuelta en un velo. Jesús les mandó:
“Quitarle las vendas y dejarlo andar.”
Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, cuando vieron a Lázaro resucitado, creyeron en Jesús,

Palabra del Señor.
R.-Gloria a ti, Señor Jesús.