III DOMINGO DE CUARESMA




RESUMEN HOMILIA TERCER DOMINGO DE CUARESMA

Los judíos en el desierto tenían sed y Dios por medio de Moisés les dio agua.
Jesús está cansado y tiene sed, pero es mayor el deseo de convertir a la samaritana.
Imitar a Jesús con el deseo de convertir a los hermanos sordos, compartimos nuestra fe.
Jesús nos da el agua viva, que es la Gracia, el Espíritu de Dios, el amor de Dios.
La llamamos Gracia porque la recibimos “gratis,”que Dios nos da porque nos ama.
La Gracia se pierde si pecamos, pero la recuperamos  en el arrepentimiento y la confesión.
Ella quería ser feliz, estuvo con siete hombres y nunca encontró la felicidad.
Jesús la ama así como es: samaritana, rechazada por los judíos, pecadora.
Quiere darle la verdadera felicidad que está en las unión con Dios.
Para adorar a Dios no hay que ir a Jerusalén, ni Al monte Garizin, ni a Roma.
En cualquier lugar se puede adorar a Dios, pero hay que hacerlo en espíritu y verdad.
Adorar a Dios es imitar a Jesús, que pasó haciendo el bien, y amarnos unos a otros.

DOMIMGO TERCERO DE CUARESMA  (A)

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Éxodo: (17, 3-7)

En aquellos días, los israelitas, sufriendo por la sed, murmuraban contra Moisés: “¿Por qué nos sacaste de Egipto? ¿Para morir de sed con nuestros hijos y nuestros animales?” Moisés
Llamó a Dios y le dijo: ¿Qué puedo hacer yo con esta gente? Falta poco para que me tiren piedras, El Señor dijo a Moisés:”Preséntate al pueblo, lleva contigo algunos jefes de Israel,
Lleva el bastón con el que golpeaste el Niño. Yo estaré allí delante de ti encima de la roca.
Tú golpea la roca y saldrá agua para que beba la gente.”Moisés hizo lo que dijo el Señor, en presencia de los Jefes de Israel. Aquel lugar se llamó Masá y Meribá, por las protestas de los israelitas que allí dudaron del Señor, diciendo: “Está el Señor aquí con nosotros o no está.”

Palabra de Dios.

R.-Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL  94

R.-Escucha hoy la voz del Señor: “No cierres el corazón.”

Vengan, aplaudir al Señor, alabemos a la Roca que nos salva;
vamos al Señor dándole gracias: aclamándole con cantos.

R.-Escucha hoy la voz del Señor: “No cierres el corazón”

 Entrar, postrarse en la tierra, bendiciendo al Señor,
creador nuestro. Porque es nuestro Dios.
y nosotros su pueblo, las ovejas que Él guía.

R.-Escucha hoy la voz del Señor: “No cierres el corazón”

Ojala escuchen hoy su voz: “No cierren el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
allí vuestros padres me pidieron una prueba,
y dudaron, aunque ya habían visto mis obras.

R.-Escucha hoy la voz del Señor: “No escuches el corazón”

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos, (5,1-2. 5-8)

Hermanos: Por vuestra fe recibimos el perdón y estamos en paz con Dios. Gracias a nuestro
Señor Jesucristo conseguimos por la fe esta gracia en que estamos y nos alegramos con la esperanza de llegar a la gloria de Dios. Y la esperanza no falla, porque el amor de Dios está
derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que nos dieron. Cuando nosotros estábamos sin fuerzas Cristo murió por nosotros que estábamos separados de Dios. Es difícil
encontrar una persona que quiera morir por una persona buena; pero la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros que éramos pecadores.

Palabra de Dios.
R.-Te alabamos, Señor.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan.     (4,5-15. 19b-26.39ª. 40-42)

En aquel tiempo, Jesús fue a un pueblo de Samaria llamado Sicar, en donde estaba el pozo de Jacob. Estaba cansado y se sentó en el pozo. Era mediodía. Una mujer de Samaria vino a sacar agua del pozo. Jesús dijo a la mujer: “Dame agua” Los discípulos habían ido al pueblo a comprar comida. La mujer dijo a Jesús: “¿Cómo tú que eres judío me pides agua a mí que soy samaritana? (Los judíos no hablaban con los samaritanos) Jesús le respondió: “Si conocieras el don de Dios y quien soy yo que te pide agua, tú misma me pedirías a mí agua, y yo te daría agua viva.” La mujer dijo a Jesús: “Señor, tú no tienes cubo para sacar el agua y el pozo es muy profundo. ¿De dónde sacarías el agua viva? Jacob, nuestro antepasado, nos dio este pozo donde bebió él, sus hijos y sus ovejas. ¿Tú eres más importante que nuestro padre Jacob?” Jesús dijo a la mujer: “Todas las personas que beban de esta agua tendrán otra vez sed; pero la persona que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed. El agua que yo le daré, será dentro de él, como una fuente que salta hasta la vida eterna.” La mujer respondió: “Señor, dame de esa agua, para que no tenga sed y no necesite venir al pozo a sacarlas. Veo que tú eres un profeta. Nuestros padres adoraron a Dios en este monte, y ustedes los judíos dicen que hay que adorar a Dios en Jerusalén.” Jesús le dice: 2Mujer, cree lo que te digo: está cerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adorarán al Padre. Usted adoran lo que no conocen; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad.” La mujer le dice: “Yo sé que vendrá el Mesías, el llamado Cristo. Cuando el venga nos explicará todas las cosas.” Jesús le dice: Yo soy el Mesías, el que habla contigo.” En aquel pueblo muchos creyeron en Jesús. Cuando vinieron a verlo los samaritanos, le pedían que se quedase con ellos. Y Jesús quedó allí dos días. Y muchas personas creyeron por lo que Jesús les dijo. Y decían a la mujer: “Ya no creemos en Jesús por lo que tú nos dijiste; Creemos porque le oímos hablar y sabemos que Él es el Salvador del mundo.”

Palabra del Señor.

R.-Gloria a ti, Señor Jesús.