IV Domingo de Adviento (Ciclo C)





Resumen de la homilía
Todo es obra del Espíritu Santo. El profeta Miqueas había dicho que Jesús nacería en Belén. María y José fueron a Belén y así se cumplieron los planes de Dios. Todo lo que sucede está en los planes de Dios, aunque no lo comprendamos. María tuvo fe, creyó lo que le dijo el Ángel, y con generosidad dijo SÏ. “Yo soy la esclava del Señor, hágase en mí lo que tú dices.” Y Dios hizo el milagro más grande: se hizo hombre y nos salvó. Nuestro agradecimiento a María, porque con su Sí nos dio a Jesús. Isabel dijo: Feliz tú que has creído, porque lo que te dijo el ángel se cumplirá. La fe es lo más importante en nuestra vida, en el camino hacia Dios. Jesús dijo: “Más felices serán los que crean sin haber visto”. Nosotros. Orar siempre: “Señor, yo creo, pero aumenta me fe.”




DOMINGO CUARTO DE ADVIENTO  ( C )

PRIMERA LECTURA

Lectura del profeta Miqueas   ( 5, 1-4ª)

Así dice el Señor: “Tú Belén, pequeña aldea de Israel, en tu pueblo nacerá el Jefe de Israel. Su origen es desde tiempos antiguos.
Los entrega hasta el tiempo en que la madre tenga su hijo, y los demás hermanos volverán a los hijos de Israel.
Pastoreará con la fuerza del Señor, por nombre glorioso del Señor su Dios. Vivirán tranquilos, porque se manifestará grande a todas las personas del mundo, y éste será nuestra paz.
Palabra de Dios.

R.-Te alabamos Señor

SALMO RESPONSORIAL   79, 2 y 3. 15-16. 18-19

R.-Oh Dios, que brille tu rostro y nos salve.

   Pastor de Israel, escucha.
  Tú que te asientas encima de ángeles, brilla.

R.-Oh Dios, que brille tu rostro y nos salve.

   Dios de los ejércitos, ven;
   mira desde el cielo, fíjate,
   ven a visitar t u viña,
   la rama que tu plantaste,
   y que tú hiciste fuerte.

R.-Oh Dios, que brille tu rostro y nos salve.

Que tu mano defienda a tu elegido,
al hombre que tú hiciste fuerte.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que pidamos a tu nombre.

R.-Oh Dios, que brille tu rostro y nos salve.




SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos   (10, 5-10)

Hermanos: Cuando Cristo entró en el mundo  dijo: “Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has dado un cuerpo. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: “Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad.”
Primero dice: “No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, que se ofrecen como manda la Ley. Después dice:: “Aquí estoy para hacer tu voluntad.”
Dice NO a lo primero, y dice Si a lo segundo.
Y de acuerdo a esa voluntad todos quedamos santificados por el sacrificio del cuerpo de Jesucristo, hecho una vez para siempre.
Palabra de Dios.

R.-Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas  1, 39-45.
                                                         
En aquellos días, María fue deprisa a un pueblo de la montaña de Judá, entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Cuando Isabel oyó el saludo de María, saltó el niño en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y dijo con voz fuerte:
“¡Bendita tú entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Cuando oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. ¡Feliz tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá!”
Palabra del Señor.

R.-Gloria a ti, Señor Jesús.