Dios dijo: No es bueno que el hombre este solo, le daré una compañera que le ayude.
Por esa el hombre abandonará a sus padres y se unirá a su mujer y serán una sola carne.
La fidelidad a su amor es un compromiso para toda la vida y la fe en Dios su mejor garantía.
Ese compromiso ante Dios se apoya en una fe firme, que hay que manifestar en la vida.
Dios quiso la unión de un hombre y una mujer para siempre, cuyo fruto serán los hijos.
Después lo que Dios ha unido, no puede separarlo el hombre.
En la unión matrimonial puede haber discordia, celos, egoísmo que la hacen difícil.
El Señor nunca nos pide nada superior a nuestras fuerzas, por eso, pedir ayuda al Señor.
Una novia me decía: “siempre juntos, ¡aburrido! Si tú amas a esa persona no te aburres.
Es necesaria una preparación al matrimonio, madurez humana y espiritualidad cristiana.
El matrimonio cristiano es una vocación a la santidad, y ese camino no es fácil.
Todo amor viene de Dios, por eso hay que buscar y obrar siempre en la presencia de Dios.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del
Génesis. ( 2, 18-24 )
El Señor Dios dijo: “No es bueno
que el hombre esté solo; haré una persona como él que le ayude.” Entonces el
Señor Dios hizo de la tierra todos los animales del campo y todas las aves del
cielo, y se los presentó al hombre, para que les pusiera nombre. Y cada ser
vivo se llamaría con el nombre que el hombre le pusiera.
Así, el hombre puso nombre a todos
los animales, a las aves del cielo y a las fieras; pero no encontraba ninguno igual que él que lo ayudase.
Entonces el Señor Dios dio al
hombre un sueño profundo, y el hombre se durmió. Le sacó una de sus costillas y
le cerró el hueco con carne.
Y el Señor Dios con la costilla
que sacó al hombre hizo a la mujer, y se la presentó al hombre.
El hombre dijo: “Esta sí es hueso
de mis huesos y carne de mi carne. Su nombre será mujer, porque salió del
hombre. Por eso el hombre abandonará a su padre y a su madre, se unirá a su
mujer y serán una sola carne.”
Palabra de Dios.
R.-Te alabamos Señor.
SALMO
RESPONSORIAL 127, 1-2. 3. 4-5. 6
R.-Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.
Feliz la persona que teme al Señor
y obedece sus mandatos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás feliz y vivirás bien.
R.-Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.
Tu mujer, como árbol con mucho fruto,
dentro de tu casa;
tus hijos, como frutos de la vid alrededor de tu mesa.
R.-Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.
Esta es la bendición del hombre que ama al Señor.
Que el Señor te bendiga,
que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu
vida.
R.-Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.
Que el Señor te bendiga, que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel!
R.-Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.
SEGUNDA LECTURA.
Lectura de la carta
a los Hebreos. (2, 9-11)
Hermanos: Dios hizo a Jesús un
poco inferior a los ángeles, pero ahora vemos a Jesús lleno de gloria a causa
de su pasión y muerte. Por la gloria de Dios Jesús murió para la salvación de
todos.
Dios, autor de todo, quiso que
Jesús muriera, para llevar a la gloria una multitud de hijos.
El Salvador y las personas
salvadas proceden de Dios. Por eso no les da vergüenza llamarlos hermanos.
Palabra de Dios.
R.-Te alabamos Señor.
EVANGELIO.
Lectura del santo Evangelio
según san Marcos. ( 10, 2-12)
En aquel tiempo, unos fariseos
preguntaron a Jesús, para probarlo: “¿Es lícito a un hombre divorciarse de su
mujer?” Jesús, les dijo: “¿qué mandó Moisés?”
Contestaron: “Moisés permitió
divorciarse, dándole a la mujer un certificado de desprecio.” Jesús les dijo:
“A causa de vuestra terquedad dio Moisés esa ley.
Al principio de la creación del
mundo, Dios los creó hombre y mujer. Y dijo: Por eso abandonará el hombre a su
padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne. Lo que
Dios ha unido, que no lo separe el hombre.”
En casa, los discípulos le
preguntaron lo mismo. Jesús les dijo: “si un hombre se divorcia de su mujer y
se casa con otra, comete adulterio contra la primera mujer. Y si ella se
divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio,”
Palabra del Señor.
R.-Gloria a ti, Señor Jesús.