EDICIÓN ESPECIAL DE VERANO
Queremos desear unas felices vacaciones a todos nuestros lectores.
En septiembre regresamos con los videos de las homilías.
Durante agosto dispones de la adaptación de las lecturas y de las reflexiones de cada domingo.
En aquellos días, cuando el profeta Elías llegó al monte Orbe, el monte de Dios, se metió en una cueva y estuvo allí toda la noche. El Señor le dijo: “Sale de La cueva y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar!” Vino un huracán tan fuerte que rompía las rocas ante el Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento vino un terremoto, pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego se oyó una brisa suave; al sentirla, Elías se tapó la cara con el manto, salió fuera y se puso de pie a la entrada de la cueva.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
“Dios anuncia la paz a su pueblo
y a sus amigos.”
La salvación está cerca de sus fieles,
y la gloria vivirá en nuestra tierra.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra
y la justicia mira desde el cielo.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos u salvación.
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
la justifica irá ante él,
la salvación seguirá sus pasos.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos ( 9, 1-5)
R. Te alabamos Señor.
EVANGELIO
Después que la gente comió, Jesús mandó a sus discípulos que subieran a la barca y fueran a la otra parte del lago, y Él se quedó en tierra para despedir a la gente. Después subió al monte a hacer oración a solas, y por la noche todavía estaba allí orando.
La barca ya estaba muy lejos de tierra, y había un viento fuerte que levantaba olas grandes contra la barca.
Cerca de las tres de la madrugada, Jesús fue donde estaban los discípulos caminando encima del agua. Los discípulos, cuando vieron a un hombre caminando sobre el agua se asustaron y gritaron, pensando que era un fantasma. Jesús les habló y les dijo: “Tranquilos, soy yo. No tengan miedo,”
Pedro contestó: “Señor, si eres tú, manda que vaya hasta ti andando encima del agua.”
Jesús le dijo: “Ven.” Pedro, bajando de la barca, caminó sobre el agua y fue a donde estaba Jesús. Pero al ver el viento fuerte, sintió miedo, y empezó a hundirse, y gritó: “¡Señor, sálvame!” Jesús le dio la mano, lo cogió y le dijo: “¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?”Después subieron a la barca y el viento se calmó; los discípulos estaban asombrados. Y se pusieron de rodillas y adoraron a Jesús, diciendo: “¡Verdaderamente, tú eres el Hijo de Dios!”