EDICIÓN ESPECIAL DE VERANO
Queremos desear unas felices vacaciones a todos nuestros lectores.
En septiembre regresamos con los videos de las homilías.
Durante agosto dispones de la adaptación de las lecturas y de las reflexiones de cada domingo.
Señor, me sedujiste y me dejé seducir. Yo era la burla de todos, todo el día se burlaban de mí. Siempre que hablo tengo que gritar: “Violencia”, proclamando: “Destrucción.” La palabra del Señor era para mí vergüenza y desprecio todo el día. Me dije: “No me acordaré de él, no hablaré más en su nombre”; pero la palabra era dentro de mí fuego ardiente, encerrado en los huesos; quería contenerlo y no podía.
R. Mi alma tiene sed de ti, Señor, Dios mío.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma tiene sed de ti;
mi carne tiene deseos de ti,
como tierra seca, sedienta, sin agua.
R. Mi alma tiene sed de ti, Señor, Dios mío.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu amor vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
R. Mi alma tiene sed de ti, Señor, Dios mío.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Mi alma esta llena de fuerza,
y mis labios te alabarán jubilosos.
R. Mi alma tiene sed de ti, Señor, Dios mío.
Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con alegría;
mi alma está unida a ti,
y tu mano me sostiene.
R. Mi alma tiene sed de ti, Señor, Dios mío.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos ( 12, 1-2)
R. Te alabamos Señor.
EVANGELIO
En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y que los jefes de los judíos, los sacerdotes y los maestros de la Ley le harían sufrir mucho; y que le entregarían a la muerte, pero tres días después resucitaría.
Pedro, llevando aparte a Jesús, le dijo: “¡Señor, Dios no quiera que te pase nada!”
Pero Jesús le miró y le dijo: “¡Sepárate de mi, Satanás!, tú no piensas como Dios, piensas como los hombres.” Después dijo a sus discípulos: “El que quiera ser discípulo mío, que se olvide de sí mismo, que coja su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará.
¿Para qué le vale al hombre ganar el mundo entero si después pierde su alma?
El Hijo del hombre vendrá con los ángeles en la gloria de mi Padre, y juzgará a cada persona según sus obras. Y alguno de los que están aquí ahora, no morirán hasta que vean al Hijo del hombre venir como rey.”