XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Resumen de la homilía Domingo 16 de Tiempo ordinario
Don de acogida: Abrahán acogió a los tres visitantes y recibió el premio de un hijo.
En la relación con las personas sordas es muy importante el don de acogida.
Si acoges a una persona sorda, que se siente marginada, consigues su confianza total.
El don de acogida es una manifestación de amor fraterno.
Cada vez que acogemos a alguien es a Jesús a quién acogemos. Obramos con Jesús.
“Lo que hagáis con cada uno de esos hermanos pequeños conmigo lo hacéis.
” Marta obraba bien, pero se agobiaba demasiado, y no podemos perder la serenidad.
Dios siempre está con nosotros y no debemos olvidarlo, pues eso da paz.
María se llenaba de la Palabra de Dios, que es un don mayor.
Hay que alternar el Ora y Labora, que enseñaba San Benito a sus monjes.
En el trabajo también podemos orar, estando unidos a Dios en espíritu
Para eso es necesario tener conciencia de su presencia y que él nos diga que hacemos
Es un don del Señor, que debemos pedírselo mucho.
Ofrecer sufrimientos por la Iglesia
DOMINGO DIECISEIS DEL TIEMPO ORDINARIO (C)
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Génesis. (18, 1-10)
En aquellos días el Señor se apareció a Abrahán junto a la encina de Mambré, estando sentado en la puerta de la tienda, porque hacía mucho calor. Miró y vio a tres hombres frente a él. Al verlos corrió a su encuentro desde la puerta de la tienda y se arrodilló, diciendo: “Señor, si he obrado bien, no te vayas. Mandaré que traigan agua para que se laven los pies y descansen junto al árbol. Traeré un pedazo de pan para que tengan fuerzas antes de continuar caminando.” Contestaron: “Bien, que hagan lo que tu dices.” Abrahán entró corriendo en la tienda donde estaba su esposa Sara, y le dijo: “Deprisa, haz un pan.” Abrahán cogió un ternero y se lo dio a un criado para que lo matase y lo guisase rápido. Cogió también cuajada, leche y el ternero guisado y se lo dio a los tres hombres para que comiesen. Él se quedó debajo del árbol, mientras ellos comían. Después le dijeron: “¿Dónde está Sara, tu mujer?” Abrahán dijo: “Aquí, en la tienda.”Uno dijo: “Cuando vuelva a ti, después de un tiempo, Sara ya tendrá un hijo.”
Palabra de Dios.
R.-Te alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL 14. 2-3
R.-Señor, ¿quién puede vivir en tu tienda?
La persona que obra bien y practica la justicia,
el que tiene buenos deseos y no murmura.
R.-Señor, ¿quién puede vivir en tu tienda?
El que no hace daño a su prójimo
ni habla mal del vecino,
el que rechaza las malas obras
y honra al que respeta al Señor.
R.-Señor, ¿quién puede vivir en tu tienda?
El que no presta dinero con interés
ni acepta hacer mal al inocente.
El que obra bien nunca pecará.
R.-Señor, ¿quién puede vivir en tu tienda?
SEGÚNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses. (1, 24-28)
Hermanos: ahora me alegro de sufrir por ustedes: así completo en mi carne los dolores de Cristo, sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia, de la que Dios me ha nombrado ministro, dándome el trabajo de anunciarles a ustedes su mensaje completo; el misterio que Dios ha tenido escondido desde muchos siglos y que ahora ha manifestado a sus santos.
A éstos, Dios ha querido dar a conocer la gloria que este misterio tiene para los gentiles: que Cristo es para ustedes la esperanza de la gloria.
Nosotros anunciamos a ese Cristo, aconsejamos a todos, enseñamos a todos, con toda la sabiduría, para que todos lleguen a la fortaleza en su vida en Cristo.
Palabra de Dios.
R.-Te alabamos Señor.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas. 10, 38-42
En aquel tiempo entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Marta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies de Jesús, escuchaba su palabra.
Y Marta se agobiaba para hacer todo el trabajo; hasta que se paró y dijo:
“Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el trabajo? Dile que me ayude.”
Pero el Señor le contestó:
“Marta, Marta, estás agobiada y nerviosa con tantas cosas; sólo una cosa es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.”
Palabra del Señor.
R.-Gloria a ti, Señor Jesús.