I DOMINGO DE ADVIENTO

Esta es la homilía del día 26 de noviembre de 2011.




homilía 26-11-2011 por pastoraldelsordo

Resumen de la homilía:

La Palabra Adviento significa “venida”. En el Antiguo Testamento: ¡Ojalá se abriese el cielo y bajases! Estar vigilantes, porque no sabemos cuando vendrá el Señor. En la espera, con oración continua, fe firme y caridad incansable. El Señor vino hace más de dos mil años, y celebramos su nacimiento. La segunda venida no sabemos cuando será, pero es seguro que viene. No hay que tener miedo a su venida si le amamos y somos fieles. Si de verdad le amamos, nuestra oración debe ser: ¡Ven, Señor Jesús! Nuestro corazón nos dice que el Señor viene todos los días y nos llama. Especialmente viene en la Santa Misa, se hace presente con su Cuerpo. Para prepararnos a la comunión podemos decirle: Ven, Señor Jesús. Y para que el Señor nos encuentre limpios, al venir, ir a la confesión.

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Estas son las lecturas del día 26 de noviembre de 2011.

PRIMERA LECTURA

Lectura del Libro del profeta Isaías. (63, 16 b-17; 64, 1,3b-8)

Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es “nuestro Salvador”, Señor ¿Por qué nos equivocas en nuestros caminos y haces duro nuestro corazón para que no tenga miedo? Míranos por amor a tus siervos y a los pueblos de tu propiedad. ¡Ojala se abriese el cielo y Tú vinieses, destruyendo los montes con tu presencia! Bajaste y los montes se destruyeron al verte. Nunca ningún oído oyó ni ojo vio un Dios, diferente de ti, que ayudara tanto al que espera en Él. Sales a encontrar al que obra la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas enfadado y nosotros fracasamos: quita nuestras culpas y estaremos salvados. Todos éramos pecadores, nuestra justicia era una tela sucia; todos nos secamos como hojas, nuestras culpas nos llevaban como el viento. Nadie te llamaba; ni quería agarrarse a ti, pues escondías tu rostro y nos dejabas al poder de nuestra culpa. Y, Señor, tú eres nuestro Padre, nosotros el barro y tú el escultor: todos somos obra de tu mano. No te enfades mucho, Señor, no recuerdes siempre nuestra culpa: recuerda que somos tu pueblo.

Palabra de Dios.

R.-Te alabamos Señor.

SALMO RESPONSORIAL 79

R- Oh Dios, que brille tu rostro y nos salve

Pastor de Israel, escucha,

Tú que te sientas sobre ángeles, brilla

levanta tu poder y ven a salvarnos

R- Oh Dios, que brille tu rostro y nos salve

Dios todopoderoso, mira desde el cielo:

ven a visitar tu viña, la que sembraste,

y que tú hiciste fuerte.

R- Oh Dios, que brille tu rostro y nos salve

Que tu mano defienda a tu elegido,

al hombre que tú fortaleciste.

Nosotros estaremos contigo,

danos vida para que te llamemos.

R- Oh Dios, que brille tu rostro y nos salve

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios. (1, 3-9)

Hermanos: La Gracia y la paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo estén con vosotros.

En mi oración a Dios les recuerdo siempre, por la Gracia que Dios les ha dado en Cristo Jesús. Porque por Cristo han progresado en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros está la prueba del testimonio de Cristo. No les falta ningún don, ustedes que esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él les ayudará a estar fuertes hasta el final, para que no puedan acusarles en el Juicio de Jesucristo, Señor nuestro.

Dios les llamó a participar de la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel!

Palabra de Dios.

R.-Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Marcos (13, 33, 37)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Debemos estar vigilantes, porque no saben cuándo será el día. Es igual que un hombre que se va de viaje, y antes de salir de su casa, deja las cosas a sus criados a cada uno según su oficio, y al portero le manda que vigile. Estén vigilantes porque no saben cuándo vendrá el amo de la casa, si por la tarde o a medianoche, de madrugada o por la mañana, porque puede venir de repente y los encuentra dormidos. Estén vigilantes y en oración en todo tiempo, para poder presentarse seguros ante el Hijo del hombre. Los que les digo a ustedes, se lo digo a todos: ¡Estén vigilantes!”

Palabra del Señor

R- Gloria a ti, Señor Jesús.

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El perdón de los pecados

El Credo Poco a Poco

Ya en el Antiguo Testamento invitó Dios a los hombres a la conversión de los pecados y les ofreció su misericordia.

La razón por la que Dios nos perdona los pecados es porque Nuestro Señor Jesucristo se ofreció en reparación por nuestros pecados con su sacrificio en la Cruz.

En el Evangelio se nos repite este llamado a la conversión y a la penitencia con más fuerza, Jesucristo es el que se ofreció en sacrificio por nuestros pecados; no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo (1Jn 2,2). Jesucristo dio a los Apóstoles y a sus sucesores el poder de perdonar los pecados por el Bautismo y la Confesión.


¿Existe el perdón de los pecados?


Si, existe el perdón de los pecados porque Jesucristo dio a los Apóstoles el poder de perdonarlos para reconciliar al hombre con Dios y con los hermanos.


¿Cuáles fueron las palabras del Señor al conceder a los Apóstoles la potestad de perdonar los pecados?


Las palabras de Cristo al conceder a los Apóstoles la potestad de perdonar los pecados fueron: "Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; pero a quienes nos se los perdonen, no les quedarán perdonados". Los pecados desaparecen con la absolución del sacerdote, pero hay efectos del pecado que no desaparecen, aunque los pecados estén perdonados, Cada mala acción nuestra, produce un mal hábito, mala costumbre, por ejemplo, la persona que murmura de otra persona que no le cae bien, estimula el vicio de la murmuración, y si se descuida, volverá a hacerlo, pues la absolución no destruye el mal hábito.


¿Cómo cumplieron los Apóstoles el encargo de perdonar los pecados?


Los Apóstoles cumplieron el encargo de perdonar los pecados impartiendo el sacramento del Bautismo a los no cristianos y el sacramento de la Penitencia a los fieles que pecan después del Bautismo.


¿Es necesaria la confesión para el perdón de los pecados?


Es necesario confesar los pecados mortales antes de comulgar, pero en cualquier momento que no puedas confesarte, en un accidente, etc. puedes hacer una oración de contrición, arrepentimiento, por ejemplo “El Señor mío Jesucristo”, o diciéndole a Dios que sientes mucho el haber pecado, o con estas palabras: “Dios mío, te pido perdón por mis pecados, no volveré a hacerlo.” Y Dios te perdonará los pecados.


Gravedad del pecado.


Los pecados, según su gravedad, pueden ser venial o mortal. Para que un pecado sea mortal debe ser una acción mala importante, que yo sepa que es grave, y que tenga total libertad para hacerla. Si falta alguna de esas condiciones el pecado es venial, y no te impide comulgar, aunque siempre es mejor hacerlo y quedar en paz con Dios y con nuestra conciencia.

DOMINGO XXXIV DEL TIEMPO ORDINARIO

Esta es la homilía del día 19 de noviembre de 2011.




homilía 19-11-2011 por pastoraldelsordo

Resumen de la homilía:

Termina el Año Litúrgico y comienza el Adviento: Tiempo de Espera. Pilato preguntó a Jesús: “¿tu eres Rey? Yo soy Rey, para eso he venido al mundo. Un Rey que obra siempre por amor y sólo pide amor. En el Credo decimos: Jesús vendrá en su gloria para juzgar a vivos y a muertos Seremos juzgados según como amamos a Dios y cómo hemos amado a los demás Cuando venga Jesús en su gloria seremos juzgados en el amor. El nos resucitará y, después de juzgados serán separados los salvados de los condenados. Al que amó mucho se le perdona mucho. Su programa es: Vestir al desnudo, alimentar al hambriento, acoger al sin techo, curar… La fidelidad a Dios se mide por el amor a los hermanos. Lo que hiciste con mis pequeños hermanos conmigo lo hiciste. Cristo Rey del Universo establecerá su reinado para siempre.


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Estas son las lecturas del día 19 de noviembre de 2011.

PRIMERA LECTURA

Lectura del profeta Ezequiel (34, 11-12. 15-17)


El Señor Dios dice: Yo mismo buscaré a mis ovejas, igual que el pastor mira las huellas de sus ovejas cuando están separadas, igual seguiré yo las huellas de mis ovejas cuando están separadas y las salvaré. Yo sacaré a mis ovejas de todos los lugares donde se perdieron el día de la oscuridad. Yo mismo cuidaré a mis ovejas y las llevaré a comer - palabra del Señor Dios- buscaré a las ovejas perdidas, cuidaré a las enfermas, vendaré a las ovejas heridas, a las gordas y fuertes las guardaré y cuidaré bien.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.

SALMO RESPONSORIAL 22

R.-El Señor es mi pastor, nada me falta

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en campos verdes me acuesta.

R.-El Señor es mi pastor, nada me falta.

Me lleva a fuentes tranquilas
y cuida mis fuerzas;
me guía por caminos buenos,
por respeto a su nombre

R.-El Señor es mi pastor, nada me falta.

Preparas una mesa para mí,
enfrente de mis enemigos,
pones perfume en mi cabeza,
y llenas mi copa.

R.-El Señor es mi pastor, nada me falta.

Tu bondad y misericordia me acompañan,
todos los días de mi vida,
y viviré en la casa del Señor
por años eternos.

R.-El Señor es mi pastor, nada me falta.


SEGUNDA LECTURA


Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (15, 20-26.28)

Hermanos: Cristo resucitó después de muerto el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos vivirán. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo; después, cuando Él venga, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Dios entregue a Dios Padre su reino, una vez destruido todo reino, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios ponga debajo de sus pies a todos sus enemigos. El último enemigo destruido será la muerte. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, y Dios lo será todo para todos.

Palabra de Dios.


R. Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Mateo (25, 31-46)

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del hombre en su gloria con todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Y se reunirán delante de Él todas las naciones, y separará a unos de otros, igual que el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces el rey dirá a los de su derecha: “Vengan los bendecidos de mi Padre y entren a ocupar el Reino que está preparado para ustedes desde el principio del mundo. Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Pasé como extranjero y ustedes me recibieron en su casa. No tenía ropa y me vistieron. Estaba enfermo y fueron a visitarme. Estuve preso en la cárcel y fueron a verme.”

Entonces los buenos le preguntarán: “Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer; con sed y te dimos de beber, o extranjero y te recibimos en casa, o sin ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?”
El rey les dirá: “En verdad les digo que cuando lo hicieron con alguno de éstos más pequeños, que son mis hermanos, lo hicieron conmigo.”

Al mismo tiempo dirá a los que están a la izquierda: “Apártense de mí, vayan al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles. Porque tuve hambre y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber, era extranjero y no me recibieron en su casa; no tenía ropa y no me vistieron; estuve enfermo y en la cárcel y no me visitaron.”
Ellos preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, con sed, desnudo o extranjero, enfermo o preso, y no te ayudamos?”

El rey les responderá: “En verdad les digo que cuando no lo hicieron con alguno de esos más pequeños, que son mis hermanos, no lo hicieron conmigo. Y estos irán al castigo eterno, y los buenos a la vida eterna del cielo.”

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti Señor Jesús.

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