VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Esta es la homilía del día 26 de febrero de 2011 .




homilía 26-02-2011
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Resumen de la homilía:

Debemos recordar siempre que Dios nunca se olvida de nosotros. Si es el Padre más bueno y el que más nos ama no puede olvidarnos. Por eso debemos tener siempre una gran confianza en su ayuda. Jesús dijo: “Yo no he venido para que me sirvan, vine a servir.” Nosotros, discípulos de Jesús tenemos una misión de servicio. Compartir con los necesitados lo que recibimos de Dios. Dios no prohíbe tener riqueza, prohíbe poner el corazón en el dinero. Que el dinero sea nuestra meta, nuestro amor, nuestro señor. Dios debe ser siempre nuestro Señor, al que amamos y obedecemos. Pensar: el dinero me ayuda a mi unión con Dios o me separa de Él. Si nos preocupamos mucho por cosas materiales es por falta de fe. Nuestra preocupación debe ser por cumplir siempre lo que Dios quiere. De la fidelidad a Dios y a su amor depende nuestra felicidad en el Cielo.

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Estas son las lecturas del día 26 de febrero de 2011.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías. (49, 14-15)

Sión decía: “El Señor me ha abandonado, mi dueño me ha olvidado.” ¿Puede una madre olvidarse de su niño, no emocionarse por hijo propio? Pues, si la madre se olvida, yo no te olvidaré.

Palabra de Dios.

R.-Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

R.-Alma mía, descansa sólo en Dios.

Sólo en Dios descansa mi alma,

porque del Señor viene mi salvación;

sólo Él es mi roca y mi salvación;

mi fortaleza: no vacilaré.

R.-Alma mía, descansa sólo en Dios.

Descansa sólo en Dios, alma mía,

porque él es mi esperanza;

sólo Él es mi roca y mi salvación,

mi fortaleza: no vacilaré.

R.-Alma mía, descansa sólo en Dios.

De Dios viene mi salvación y mi gloria,

Él es mi roca fuerte,

Dios es mi refugio.

Pueblo suyo, tener confianza en Él,

desahogar en Él vuestro corazón.

R.-Alma mía, descansa sólo en Dios.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios. (4, 1-5)

Hermanos: que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo, y responsables de los misterios de Dios. Ahora, en un responsable, lo que busca es que sea fiel. A mí, no me importa que me pidan responsabilidades vosotros o un juzgado humano; yo mismo no me examino de lo que hago. La conciencia, es verdad, no me duele; pero ni por eso me quedo tranquilo: mi Juez es el Señor.

Así, no juzguéis ahora, esperar que venga el Señor. Él hará ver lo que ahora no vemos, y descubrirá los proyectos del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios.

Palabra de Dios.

R.-Te alabamos, Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Mateo. (6, 24-34)

En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos; nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, trabajará para el primero y no hará caso al segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.

No estén preocupados pensando qué van a comer o qué van a beber; tampoco se preocupen por la ropa para sus cuerpos. La vida vale más que la comida, y el cuerpo vale más que la ropa.

Miren los pájaros: no siembran ni recogen el fruto; y vuestro Padre del cielo les da alimento. Ustedes valen más que los pájaros.

Miren las flores del campo, con hojas de colores muy bellos, y Dios cuida muy bien las flores, que hoy están vivas y olorosas, y mañana están secas y muertas. ¿Por qué se preocupan, personas de poca fe? Los que no tienen fe sí se preocupan de esas cosas; pero los creyentes sabemos que el Padre del cielo conoce nuestras necesidades y nos ayudará. No se preocupen por las necesidades del mañana. Debemos vivir el día presente con confianza total en el amor de Dios.

Palabra del Señor.

R- Gloria a ti, Señor Jesús.

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LA MUERTE DEL CRISTIANO


AMIGO, PASE Y PREGUNTE.

D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.

Paco: Buenos días D. José. Hacía unos días que no venía a verle, pero hoy era una necesidad, pues he estado hasta nervioso de pensarlo.

D. José: Vamos a ver qué le pasa hoy a nuestro amigo Paco. Siempre con sus problemas.

Paco: D. José, desde que murió mi hermano Juan, no se me quita de la cabeza que yo también tengo que morir, y eso, sinceramente, parece que apagó mi alegría y ganas de seguir trabajando.

D. José: ¡Pero si eso lo sabemos desde que nacimos! Todo lo que nace muere; todo pasa, amigo Paco, sólo Dios permanece. ¿Ahora te enteras de eso?

Paco: No es que no lo supiera, es que nunca lo había pensado, y la muerte del hermano me lo puso delante de las narices. ¡Por qué tendremos que pasar por eso!

D. José: Amigo Paco, es verdad que la naturaleza humana ama la vida, pero nos consuela y anima la esperanza en la promesa de Jesús: “El que cree en Mí, aunque muera vivirá. El que vive por la fe en Mí, no morirá para siempre”

Paco: Muy importante eso, pero oírlo y vivirlo son cosas muy diferentes y, ciertamente, preferiría seguir viviendo en lo que ya conozco, quiero y he hecho con tanto sudor y esfuerzo.

D. José: En ese trance tan difícil de la vida lo que nos sostiene es la fe, una fe fuerte y una confianza total en la promesa del Señor. El cristiano iluminado por la fe, ve la muerte con ojos muy distintos de los del mundo. Si sabemos lo que nos espera después de morir, puede hacerse hasta deseable.

Paco: Se ve que Vd. es muy experto en el tema y lo pinta bonito, pero cuando un árbol tiene raíces profundas en un lugar, no es tan fácil ni cómodo arrancarlo y traspasarlo a otro sitio.

D. José: Mira Paco, San Pablo que persiguió a los cristianos y se convirtió al encontrarse con el Señor, llegó a estar tan enamorado de Jesús, que decía: “Para mí la vida es Cristo y la muerte ganancia”. Pero hay que tener una fe viva, que sea una vida injertada en otra vida, y poder decir: “Vivo yo, pero no yo, es Cristo el que vive en mí”

Paco: ¿Cuántos ha conocido Vd. que tengan la fe de ese San Pablo? A mí todavía no se me ha aparecido el Señor, y creo que a mi mujer, aunque reza mucho, tampoco lo haya visto, porque seguro hubiese salido corriendo a decírmelo a mí y a las vecinas.

D. José: Mira, atiéndeme bien: debemos rezar, pero no se trata de mover mucho los labios. Hay que estar unidos a Dios con el corazón, y, como nos dice el Apóstol: “buscar siempre las cosas de arriba, donde está Cristo; pensar en las cosas del cielo, no en las de la tierra.”

Paco: Pero Sr. Cura, si tenemos los pies en el suelo, es necesario pensar en las cosas de la tierra, porque si no, ¿cómo trabajamos, de qué comemos? No somos espíritus. Es

más fácil para hombres de cultura y muchas letras como Vd.

D. José: Amigo Paco, suele decirse: “A buen entendedor pocas palabras bastan” Un ejemplo: Si hacemos un viaje, por muy bonito que sea el paisaje del camino eso no es lo importante, sino llegar al lugar donde vamos. Y nuestro destino debe ser el cielo, que es un don, un regalo de Dios, que nunca podríamos ganar con nuestros méritos.

Paco: Como ejemplo está muy bien, pero cuando estoy dándole al yunque en la herrería sólo tengo la cabeza puesta en el hierro ardiendo, que es un peligro. Además, si es un don, como dice, será más fácil para Vd., porque yo siempre seré: Paco, el herrero.

D. José: No confundas Paco. El peligro está en aferrarse a las cosas de la tierra. Como si duraran siempre, y el buen cristiano, al tiempo que trabaja buscando un progreso económico o social, no se olvida de que esto sólo es el camino a la felicidad eterna en el cielo, que Dios nos promete.

El sacristán.

VII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Esta es la homilía del día 19 de febrero de 2011 .




homilía 19-02-2011
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Resumen de la homilía:

La venganza en el corazón del hombre, puede acabar con una guerra entre naciones. El Antiguo Testamento habla de la Ley de Talión: ojo por ojo y diente por diente. Jesús nos dice: “Amar a los enemigos, hacer el bien a los que los odian y los persiguen.” Así serán hijos del Padre del cielo, que hace salir el sol para los buenos y los malos. El que no tenga fe ¿podría pensar en hacer el bien a los que le odian? Y ¿Quién rezaría por los que le persiguen y le calumnian. Eso no quiere decir que debemos quedamos callados ante la injusticia y la maldad. Cristo mismo nunca se calló ante las injusticias del Imperio romano. A los fariseos los denunció por manipular la conciencia de los pobres. A los sumos sacerdotes les reprendió por convertir las cosas de Dios en un negocio. Es difícil, pero si Dios nos pide eso, él nos dará la fuerza necesaria para poder hacerlo. El profeta Isaías nos llama a la santidad, porque nos hemos acercado a Dios santo. El mismo Cristo nos pide: “Sean perfectos como vuestro Padre del cielo es perfecto.” Dios es amor y no acercamos a Él amando con amor operativo, de obras. Al principio muchos enemigos se convertían por el amor y el perdón de los cristianos.

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Estas son las lecturas del día 19 de febrero de 2011.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Levítico. (19, 1-2. 17-18)

El Señor dijo a Moisés: Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles: “Deben ser santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. No odiarás a tu hermano. Aconsejarás a tu familiar, para que tú no seas responsable de su pecado. No te vengarás ni tendrás odio a tus familiares, debes amar a los demás como tú te amas. Yo soy el Señor.”

Palabra de Dios.

R.-Te alabamos Señor.

SALMO REPONSORIAL (102, 1-2. 3-4. 8. 10)

R.-El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor,

y todo mi ser a su santo nombre.

Bendice, alma mía al Señor, y no olvides su bondad.

R.-El Señor es compasivo y misericordioso.

Él perdona todos tus pecados

y cura todas tus enfermedades;

él salva tu vida del peligro

y te llena de gracia y de cariño.

R.-El Señor es compasivo y misericordioso.

El Señor es compasivo y misericordioso,

tarda en enfadarse y rápido en perdonar;

no nos castiga según nuestros pecados

y no nos paga de acuerdo con nuestras culpas.

R.-El Señor es compasivo y misericordioso.

Como están separados el norte y el sur,

así separa de nosotros nuestros pecados.

Como un padre ama a sus hijos, ama el Señor a sus fieles.

R.-El Señor es compasivo y misericordioso.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios. (3, 16-23)

Hermanos: Saben que son templos de Dios y el Espíritu Santo vive en ustedes, si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo; ese templo son ustedes. Que nadie se equivoque. Si alguno de ustedes piensa que es sabio en este mundo, debe aceptar que es ignorante para llegar a la verdadera sabiduría. Porque la sabiduría de este mundo no vale nada ante Dios. Dice la Escritura: “El Señor conoce los pensamientos de los sabios y sabe que no valen nada.” Así que nadie se sienta orgulloso de sus hombres importantes. Todo es de ustedes: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo actual y lo futuro. Todo lo que hay es de ustedes, y ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios.

Palabra de Dios.

R.-Te alabamos Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Mateo. (5, 38-48)

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes saben que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente.” Pero yo les digo: Amar a los enemigos, hacer el bien a las personas que los odian. Si una persona te hace daño, tú no le hagas daño a ella. Al que te quite el abrigo, dale también la capa. Dale a la persona que te pide, y al que te pide prestado, préstale lo que te pide. Saben que se dijo: “Ama a tu amigo y odia a tu enemigo.” Pero yo les digo: ¡Amar a vuestros enemigos!, ¡rezar por las personas que les persiguen! Así serán hijos del Padre, que está en el cielo, que hace salir el sol para los malos y los buenos, y hace llover para los santos y para los pecadores. Porque si sólo amas a las personas que te aman, ¿qué premio esperas? También los pecadores aman a las personas que los aman. Y si sólo haces el bien a las personas que son buenas contigo, ¿qué premio tienes? También los pecadores hacen lo mismo.

Ustedes tienen que ser perfectos, igual que es perfecto vuestro Padre, que está en el cielo.

Palabra del Señor.

R.-Gloria a ti, Señor Jesús.

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SEGUIR AL SEÑOR


AMIGO, PASE Y PREGUNTE

D. JOSÉ, EL CURA, Y PACO, EL HERRERO.

Paco: Buenos días, D. José. En la Misa de ayer Vd. habló ¡cómo nunca! El tema del seguimiento del Señor, me llegó al alma. Se lo agradezco.

D, José: Me alegro te haya gustado lo que dije, pero no tienes que agradecerme nada, porque yo me he limitado a cumplir con mi misión de evangelizar a las gentes.

Paco: Sí, claro, lo comprendo; pero siempre es de agradecer que nos proporcionen alimentos que no sean solamente para el vientre.

D. José: Yo también me alegro que un feligrés mío comprenda y acepte que estamos formados por un cuerpo y un alma, y los dos necesitan ser cuidados y alimentados.

Paco: A pesar de todo, me he pasado la mañana pensando, entre martillazo y martillazo en el yunque: Está bien eso de “seguir a Jesús”, pero lo que no veo claro es dónde está Jesús y cómo le sigo.

D. José: Hombre, Paco, habrás oído en la lectura de la Palabra de Dios decir a Jesús: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.” Jesús está presente de una forma total, con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en la Hostia consagrada, que después reservamos en el Sagrario; pero también está a nuestro lado, aunque no lo veamos; por eso debemos pedir el don de tener “Conciencia de su presencia.”

Paco: Sí, sí, muy bonito y bien explicado; pero el problema está en saber: ¿cómo le sigo?

D. José: Jesús dijo a sus discípulos; “el que quiera seguirme, que cargue con su cruz y me siga”, y allí donde esté Yo, estará mi servidor.”

Paco: Eso lo veo más oscuro, porque Jesús cargó una pesada cruz de madera hasta el Calvario, según dice el Evangelio; pero ¿cuál es la cruz mía?

D. José: Todos los sufrimientos que nos da la vida deben ser aceptados como “cruces” para unirlas a la Cruz del Señor; ofreciéndolo por nuestros pecados y por los de todo el mundo. Pero a mi entender, la verdadera cruz son los sufrimientos derivados del fiel cumplimiento de nuestra misión.

Paco: Bueno, los Curas tienen una misión concreta de evangelizar y administrar los Sacramentos. Todo muy bonito y fácil, pero no veo de dónde vienen los sufrimientos del Cura por hacer esas cosas, pues en el pueblo se le quiere y respeta mucho.

D. José: Es posible que tú, en el bar, en la herrería o donde sea, ¿nunca has oído o visto hablar contra la Iglesia y los Curas? ¡Tantos hermanos nuestros que han sido atacados y asesinados por esos lugares del mundo!

Paco: En esos lugares de salvajes si puede ser, pero aquí y en nuestra patria me parece ¡imposible!

D. José: Paco, ¡qué poco conoces nuestra historia y la de los sacerdotes y cristianos martirizados! Sería bueno que leyeras sobre eso y se fortaleciera tu fe y amor a Jesús.

Paco: Así será cuando Vd. lo dice, pero le preguntaré a mi mujer si lo sabe o tiene algún libro que lo explique, pues me gustaría enterarme bien.

D. José: Si tienes interés y tiempo para leerlo, yo te prestaré uno que hay en la biblioteca parroquial. Pasa por allí una tarde y te lo doy.

Paco: Muy agradecido; pero, lo que me queda oscuro es: ¿dónde está la cruz que me toda a mí?

D. José: Paco. Tu vocación, la misión que el Señor te ha señalado está en el matrimonio. Entonces yo te pregunto: “¿es muy fácil la convivencia matrimonial y familiar? ¿Nunca tienen problemas, disgustos, sufrimientos?

Paco: Hombre, D. José, ¡cómo se nota que Vd. está soltero! Pero bien enterado estará por los cuentos que le traen las mujeres y las confesiones que hace. Claro que sí tenemos que aguantar mucho, y, entonces, aceptarlo ¿es seguir a Jesús con nuestra cruz? ¡Ahora me entero, después de tanto cargarla! Pero bienvenidas sean si ello me ayuda a caminar en compañía del Señor Jesús.

El sacristán.

VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Esta es la homilía del día 13 de febrero de 2011 .




homilía 12-2-2011
Cargado por pastoraldelsordo

Resumen de la homilía:

Nadie puede pensar ni saber lo que Dios tiene preparado en el Cielo para los que le aman, Si tu quieres obedecerás lo Mandamientos, porque es buena hacer lo que quiere el Señor. Jesús no vino a cambiar la Ley antigua, Él vino para hacerla más perfecta. La Ley nos ayuda a aceptar a Dios como Señor. Lo que Jesús hace más perfecto se basa más en el amor que por cumplir la Ley. El perdonar es difícil, pero hacerlo por amor al otro, y hay que pedirlo al Espíritu Santo. Para que un acto sea pecado, no hace falta hace falta obrar mal, si lo deseamos, ya es pecado. El Señor habla de que el matrimonio cristiano no se puede disolver, romper. La ley de Dios no permite divorciarse y casarse otra vez. Por eso la Iglesia no permite dar la comunión a los divorciados que se casaron otra vez. Debemos orar siempre, asistir a la Misa y colaborar en obras de la Iglesia. Pedir al Señor la gracia, la ayuda para solucionar el problema matrimonial que tenemos. Pidamos: Enséñanos, Señor, a cumplir tu Voluntad y a vivirla con todo el corazón. Jesús nos dice: “El que cumpla los Mandamientos será grande en el Reino de los Cielos.”

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Estas son las lecturas del día 13 de febrero de 2011.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Eclesiástico (15, 16-21)

Si tú quieres, obedecerás los Mandamientos, porque es bueno hacer las cosas que quiere el Señor. Ante ti pongo agua y fuego, coge lo que tú quieras.

Delante de ti están la vida y la muerte: Dios te dará lo que tú elijas.

Es inmensa la Sabiduría de Dios, es muy grande su poder.

El Señor lo ve todo. Los ojos de Dios ven nuestras obras.

El Señor conoce todo lo que nosotros hacemos.

Dios no manda a pecar. Él castiga a los mentirosos.

Palabra de Dios.

R- Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

R- Felices las personas que cumplen la voluntad del Señor.

Feliz la persona que cumple los Mandamientos.

Feliz el que obedece al Señor y lo ama de corazón.

R- Felices las personas que cumplen la voluntad del Señor.

Tú hiciste las leyes hasta cumplirlas.

Ojala yo sea fuerte para obedecer tus Mandamientos.

R- Felices las personas que cumplen la voluntad del Señor.

Haz bien a tu siervo.

Viviré y cumpliré tus palabras.

Da luz a mis ojos y veré tus obras maravillosas.

R- Felices las personas que cumplen la voluntad del Señor.

Enséñame, Señor,

cuales son tus leyes y las cumpliré.

Enséñame a obedecer tus mandatos

y obedecerlos de corazón.

R- Felices las personas que cumplen la voluntad del Señor.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios. ( 2, 6-10)

Hermanos, hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo, ni de los príncipes de este mundo, enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, preparada por Dios desde el principio para nuestra gloria.

Ninguno de los príncipes de este mundo la conoció; porque si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Está escrito: “Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios tiene preparado para las personas que lo aman.”

Y Dios lo ha revelado por el Espíritu. El Espíritu lo ve todo, hasta lo profundo de Dios.

Palabra de Dios.

R- Te alabamos, Señor.

EVANGELIO

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo (5, 20-22a. 27-28. 33-34a. 37)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Si ustedes no son mejores que los escribas y fariseos, no podrán entrar en el reino de Dios.”

La ley dice: “No matarás, y el que mate será llevado a juicio”. Pero yo les digo: Que toda persona que se enfada con su hermano, será llevada a juicio; el que insulta a un amigo, será llevado ante el Sanedrín. Y el que le ofende gravemente, deberá ser condenado al infierno.

Habéis oído el mandamiento: “No cometerás adulterio.” Yo les digo que toda persona que mira a una mujer con malos deseos, ya está cometiendo adulterio en su corazón.

También se dijo a los antiguos: “No jurarás, y cumplirás al Señor tus juramentos.”

Y yo les digo: “No juréis nunca.” No juréis por el cielo, porque es el trono de Dios; ni juréis por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey. Ustedes digan sí cuando es sí, y no cuando es no; todo lo que aumentes viene del Demonio.”

Palabra de Dios.

R- Gloria a ti, Señor Jesús.

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LOS RELIGIOSOS


AMIGO, PASE Y PREGUNTE


D. JOSÉ, EL CURA Y PACO, EL HERRERO.

Paco: Buenos días, D. José. Hemos tenido una discusión en el bar sobre los Curas, como Vd., y otros Curas que viven todos juntos con uno que es el Jefe. Pregunté a mi mujer y me lo dejó más oscuro de lo que estaba; por eso he venido a ver si Vd. me lo aclara y termino de comprenderlo.

D. José: Pues no veo muy clara tú pregunta, porque hay Curas como yo, que han decidido compartir vivienda, y hay otros, que también son sacerdotes, como nosotros, pero tienen compañeros que no lo son y les llaman Hermanos, y en cuanto a un Jefe, pues nosotros tenemos al Obispo, y ellos, en su comunidad a un Superior.

Paco: Y ¿dónde está la diferencia si es que puede saberse? Pues nos resultan raras tantas cosas compartidas y otras muy diferentes. Luego, la forma de obedecer.

D, José: Nosotros somos Sacerdotes seculares, que estamos unidos en obediencia al Obispo de nuestra Diócesis. Unos viven solos, con alguien que les cuida, o en compañía de algún familiar, y también los hay que, por problemas de vivienda, pueden convivir en una casa, pero con misiones, parroquia, y pueblos diferentes.

Paco: Y qué obligaciones o compromisos tienen como Curas o Sacerdotes, como Vd. dice. ¿Hacen algún juramento a Dios o se comprometen de alguna forma?

D. José: Nosotros, al recibir la Ordenación sacerdotal, hacemos voto de Castidad, por lo que no podemos casarnos, y de Obediencia al Obispo, por lo que él puede cambiarnos de trabajo y de Parroquia, cuando lo crea conveniente.

Paco: Y ¿lo aceptan sin rechistar ni enfrentarse con el Sr. Obispo? No será cosa fácil.

D, José: Amigo Paco, los Curas también somos humanos como tú. Y eso puede empujarnos a protestar, quejarnos; pero no debe ser. Todos tenemos que vivir el espíritu de humildad y obediencia.

Paco: Y ¿pueden tener propiedades, o deben vivir pobres como Jesucristo?, porque, eso lo mira la gente y hace efecto como testimonio de la fe y la vida del Cura.

D, José: Podemos tener propiedades heredadas, pero no negocios para hacernos ricos. No hacemos voto de pobreza, pero es buen espíritu sacerdotal vivir con sencillez, sin ambicionar bienes materiales, y ayudar y compartir con los pobres y necesitados.

Paco: ¡Pues no es tan fácil ser Cura como algunos piensan equivocadamente! ¿Y que me dice de los otros que viven juntos con los Hermanos y el Jefe?

D, José: A esos se les llama generalmente Religiosos, y hacen votos de Castidad, Obediencia y Pobreza; pero su obediencia es al Superior, que es elegido por un tiempo determinado. Los que están ordenados de Sacerdotes hacen lo mismo que nosotros al servicio de los fieles, y otros miembros Hermanos, no son sacerdotes, y su misión es actuar de profesores, cocineros, sastres, dentro del Monasterio. Ellos viven la pobreza, y lo que ganen va a un fondo común, con el que, además de la propia subsistencia, ayudan a los necesitados y también a las Misiones.

Paco: ¿Y son muchos esos Religiosos, y todos iguales con los mismos objetivos? Porque los veo con ropas de distintos colores y, además, hombres y mujeres.

D. José: Pues sí. En algunas Congregaciones o Institutos religiosos hay una rama masculina y otra femenina, pero son totalmente independientes en su vida y administración, aunque tengan los mismos objetivos: Enseñanza, enfermos, misiones. Y otros son Monjes de vida contemplativa, con el “Ora y trabaja” Viven en clausura, y con muchas horas de oración y silencio, pues hay algunos que, durante el trabajo, se hablan en Lenguaje de Señas, como los sordomudos, para seguir el contacto con Dios.

Paco: ¡Válgame Dios, yo dentro de un grupo de esos reviento, sin poder hablar ni ir al bar! Pero…todos tenemos nuestra vocación, y en ella encontramos la cruz que, para seguir al Señor, debemos llevar.

El sacristán.

V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Esta es la homilía del día 5 de febrero de 2011 .




homilía 5-2-2011
Cargado por pastoraldelsordo

Resumen de la homilía:

Ser generoso es obrar con el espíritu del Señor, que pasó haciendo el bien. Tomar conciencia de que ayudar a un necesitado es dárselo a Jesús pobre. Jesús nos dirá: “Venid, benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me diste de comer.” Los que somos discípulos de Jesús debemos actuar siempre con su mismo Espíritu. Hay que profundizare en el conocimiento de Jesús, para poder manifestarle. Aceptar con humildad la misión que tenemos, con el gozo de que el Señor nos eligió. Con nuestras palabras y nuestras obras debemos manifestar que somos cristianos. Ser como una luz que ayude a los demás a ver a Jesús haciendo el bien. Que puedan decir: “cuando esa persona pasa es como Cristo que pasa.” Para conocer bien a Jesús hay que profundizar en la lectura del Evangelio. Hablar con el Señor y escucharle en la oración, y recibirle en la Comunión. ¿Qué debo hacer para convencer a los demás de que soy un verdadero cristiano?

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Estas son las lecturas del día 5 de febrero de 2011.

PRIMERA LECTURA

Lectura del profeta Isaías (58, 7-10)

El Señor dice: Parte tu pan con la persona que tiene hambre. Recibe en tu casa a la persona pobre que vive en la calle; dale ropa a la persona que está desnuda, y no seas egoísta. Entonces llamarás al Señor y Él te responderá. Gritarás y te responderá: Aquí estoy.

Palabra de Dios.

R- Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

R- LA PERSONA JUSTA BRILLARÁ COMO LUZ

En la oscuridad brilla como luz

la persona justa, buena y generosa.

Feliz la persona que es compasiva

y hace bien sus cosas

R- LA PERSONA JUSTA BRILLARÁ COMO LUZ

La persona justa nunca duda,

su recuerdo será eterno.

No tiene miedo a las malas noticias,

porque se apoya en el Señor Dios.

R- LA PERSONA JUSTA BRILLARÁ COMO LUZ

Su corazón está fuerte, no teme,

da comida a los pobres,

su caridad es constante, no falta nunca,

vivirá en paz y tranquilo.

R- LA PERSONA JUSTA BRILLARÁ COMO LUZ


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios ( 2, 1-5)

Hermanos, cuando yo vine a anunciarles el misterio de Dios, no lo hice con grandes palabras y sabiduría, porque nunca presumí de saber mucho, sólo de conocer a Jesucristo

Crucificado. Me presenté a ustedes débil y temblando de miedo; mis palabras y mi predicación no fue con sabiduría humana, fue con el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sólo en el poder de Dios.

Palabra de Dios.

R.- Te alabamos, Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Mateo. 5, 13=16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes son como la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo podemos ponerle otra vez el sabor propio? La sal ya no vale y la tiramos.

Ustedes son como la luz del mundo. Una ciudad puesta encima de una montaña no se puede esconder. Tampoco encendemos una vela para esconderla debajo de la mesa, encendemos la vela para ponerla en el candelero y alumbre a todas las personas. Igualmente, vuestra luz ilumine a las personas, para que puedan ver las obras buenas que ustedes hacen y den gloria al Padre que está en el cielo.

Palabra del Señor.

R.- Gloria a ti, Señor Jesús.

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