Esta es la homilía del domingo 25 de noviembre de 2007 .
Resumen de la homilía:
Jesús le contestó: “Yo soy rey, pero mi reino no es de este mundo.”
Pusieron en la cruz un letrero que decía: “INRI” ( Jesús Nazareno, Rey de los judíos)
Jesús es el descendiente del rey David.
Su reino no es político, que obliga a la fuerza.
Es un reino espiritual que se acepta libremente. Su misión es el servicio por amor.
Viendo a Jesús en la cruz, parece un fracasado. Le gritaban que bajase de la cruz.
Él no bajaba, sufría, para atraer a todos a su Reino.
Muchos oyeron a Jesús, pero pocos le “escucharon”.
El buen ladrón, Dimas, le escuchó y, por la tarde, fue con Jesús a su Reino.
Hermanos: Damos gracias a Dios Padre que nos preparó para poder gozar de la felicidad de los santos en el cielo. Él nos sacó del pecado y nos ha llevado al Reino de su Hijo amado. Él nos hace libres y nos perdona los pecados.
Viendo a Cristo vemos al Dios que no podemos ver, el primero de toda la creación. Por el Hijo se hicieron todas las cosas del cielo y de la tierra, las cosas que se ven y las cosas que no se ven, todo lo hizo Dios por Cristo y para Cristo.
Cristo es la cabeza del Cuerpo que es la Iglesia.El es el primero de los resucitados, para tener en todo el primer lugar, por voluntad de Dios. Por Él se unen a Dios todos los seres que están en la tierra y los que están en el cielo: Dios da la paz a todos por la muerte de Cristo en la cruz.
Palabra de Dios.
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
Qué alegría cuando me dijeron:
“Vamos a la casa del Señor.”
Ya estamos caminando
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
Jerusalén esta construida
como ciudad fuerte.
Allí van todos los pueblos,
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
Según la costumbre de Israel,
a celebrar la fiesta del Señor.
En Jerusalén están los jueces,
R. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”
EVANGELIO
Los jefes de los sacerdotes se burlaban y decían: “¡A otras personas ha salvado; que se salve a sí mismo! ¿Es el rey de Israel? Pues que baje ahora de la cruz y creeremos en él.” Igualmente se burlaban de Jesús los ladrones que estaban crucificados a su lado.
Uno de los ladrones crucificados se burlaba y decía: “¿Tú eres el Cristo? Pues sálvate a ti y a nosotros.”
El otro ladrón respondió y le dijo: “¿Tú no tienes miedo a Dios estando en el mismo sufrimiento? Lo que hacen con nosotros es justo, porque recibimos el castigo por nuestras malas obras; pero Jesús no ha hecho nada malo.”
Y dijo: “Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino.”Jesús le dijo: “En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el cielo.” Palabra del Señor.